Dimensión personal y dimensión social en los encuentros restaurativos: seis reflexiones en primera persona

AutorIñaki García Arrizabalaga
Páginas133-171
133
CAPÍTULO 7
DIMENSIÓN PERSONAL Y DIMENSIÓN SOCIAL EN
LOS ENCUENTROS RESTAURATIVOS: SEIS REFLEXIONES
EN PRIMERA PERSONA
Iñaki García Arrizabalaga
INTRODUCCIÓN
En este capítulo se presenta la transcripción de seis entrevistas personales
realizadas a familiares de víctimas del terrorismo que han participado en encuen-
tros restaurativos. En orden alfabético, estas personas son Jaime Arrese Araolaza
(cuyo padre fue asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas), Josu
Elespe Pelaz (cuyo padre fue asesinado por ETA), Mari Carmen Hernández Sán-
chez y Maixabel Lasa Iturrioz (cuyos maridos fueron asesinados por ETA), Mari-
ló Vera Barbero (cuyo padre fue asesinado por ETA) y Pili Zabala Artano (cuyo
hermano fue asesinados por los GAL). Las cinco primeras participaron en
encuentros restaurativos con miembros de ETA presos, acogidos a la denominada
«Vía Nanclares». Estos encuentros fueron propiciados por la Oficina de Atención
a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco. La sexta participó en un
encuentro restaurativo con un ex subcomisario de policía, antiguo miembro de
los GAL. Este encuentro restaurativo fue propiciado por personas de la parroquia
San Francisco Javier, de Madrid.
A las seis personas entrevistadas se les planteó el mismo par de preguntas. La
primera fue «A nivel personal, ¿qué ha supuesto para ti participar en un encuen-
tro restaurativo?». Con esta pregunta se trataba de hacer aflorar sentimientos,
Iñaki García Arrizabalaga
134
emociones, actitudes, creencias, etc. de lo que para ese familiar supuso a nivel
personal su participación en el encuentro restaurativo. Sin citarlos expresamente
en la pregunta, se trataba de determinar si aparecían conceptos como conocer la
verdad, reconocimiento del victimario como persona, autocrítica, arrepentimien-
to, segunda oportunidad, reconciliación personal, reparación, verdad, perdón,
justicia, etc. La segunda pregunta fue «A nivel social, ¿crees que los encuentros
restaurativos como en el que tú has participado han servido para algo?». Con
esta pregunta se trataba de determinar si el familiar de la víctima creía que su
experiencia personal podía suponer un mensaje con un componente educativo
para la sociedad, una aportación hacia la normalización de la convivencia, algo
así como «si el victimario y yo hemos sido capaces de sentarnos y hablar, ¿por qué
a nivel social no puede darse igualmente el diálogo entre diferentes?».
Las entrevistas fueron realizadas entre el 2 y el 15 de abril de 2019 en la loca-
lidad y lugar preferidos por la persona entrevistada. La duración de las mismas
osciló entre los 32 minutos de la más breve y los 51 de la más larga. En todas ellas
el entrevistador fue siempre la misma persona, el autor de este capítulo, también
familiar de una víctima del terrorismo y también participante en un encuentro
restaurativo. Esta circunstancia, unida a la amistad personal previa que existía
entre el entrevistador y las seis personas entrevistadas, ha facilitado una comuni-
cación fluida y una sensación profunda de libertad y honestidad en las respuestas
a las preguntas realizadas.
A continuación, se presenta el texto de estas seis entrevistas en orden alfabé-
tico de la persona entrevistada. Previamente, se hace una breve reseña del familiar
asesinado en cada caso.
ENTREVISTA A JAIME ARRESE ARAOLAZA
Jaime Arrese Arizmendiarrieta fue asesinado por los Comandos Autónomos
Anticapitalistas en Elgoibar (Gipuzkoa) el 23 de octubre de 1980. Ese día, mien-
tras tomaba un café en un bar de la localidad, dos miembros de los CAA, a cara
descubierta, le dispararon varios tiros a la cabeza y corazón.
Era dirigente del partido Unión del Centro Democrático (UCD) en Gipuzkoa.
Había sido concejal y alcalde de Elgoibar. También fue electo de las Juntas Gene-
rales de Gipuzkoa y candidato al Congreso de los Diputados por ese mismo par-
135
Dimensión personal y dimensión social en los encuentros restaurativos
tido. En el momento de su asesinato tenía 44 años. Estaba casado y tenía dos
hijos. Uno de ellos era Jaime.
A nivel personal, Jaime, ¿qué ha supuesto para ti par ticipar en un encuentro
restaurativo?
Como sabes, estos encuentros fueron propiciados a instancias de un grupo de
presos de ETA que estaban en la prisión de Nanclares y que, implicados como
estaban en un proceso de autocrítica por su pasado, pensaron que sería interesan-
te poder reunirse con algunas víctimas del terrorismo para conocer de primera
mano lo que las propias víctimas tuvieran a bien decirles. Ellos pensaban que esto
era muy interesante en sí mismo y, además, resultaba aleccionador para que su
proceso de autocrítica fuera auténtico y sincero.
En una reunión inicial con un grupo de víctimas, la mediadora nos expuso
esta circunstancia y nos explicó quiénes eran estas personas, cuál era el proceso
que estaban desarrollando, en qué momento del mismo se encontraban, su histo-
rial de delitos de sangre, etc. Esa reunión fue el comienzo de un proceso largo,
que incluyó varias reuniones individuales más, tanto del preso como de la vícti-
ma, por separado, con la mediadora. El encuentro restaurativo se produce justo
al final de este proceso, cuando la mediadora considera que se dan las circunstan-
cias adecuadas para que el encuentro se produzca en unas condiciones idóneas,
en las que no haya que lamentar sustos, no haya frustración y no haya insatisfac-
ción para ninguna de las dos personas participantes. En relación con mi caso
concreto te puedo decir que, creo, fue el único que se produjo en euskera y, ade-
más, que tuvo lugar sin la presencia de la mediadora. Todo eso estuvo claro desde
el principio y ello no me supuso ningún tipo de problema.
Al encuentro fui muy tranquilo. Como he dicho antes, había habido todo un
proceso de preparación y estaba informado de todos los pasos que se estaban
dando en cada momento. Una vez tomé la decisión personal de ir allí, a la prisión
de Nanclares, el encuentro en sí mismo no supuso nada extraordinario que alte-
rara mi estado emocional. No tuve ningún temor, ninguna duda, porque la
mediadora me transmitía mucha confianza.
Desde el punto de vista personal no pensé demasiado sobre el encuentro antes
de que este se produjera y no imaginé ningún tipo de escenario diferente al que real-
mente se dio. Pero salí satisfecho del encuentro, porque me encontré con una perso-

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR