La dignidad de la persona humana
| Autor | Jesús López Medel |
| Cargo | Registrador de la Propiedad |
| Páginas | 3071-3073 |
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Comienzo recordando las palabras con que el Cardenal Rouco respondía a la periodista Mayte alcaraz (ABC, 2-12-2004): «hay una doctrina sobre el estado democrático de Derecho, que ofrece un marco para las relaciones Iglesia-Estado, pero tanto el principio de la dignidad de la persona humana como el de libertad religiosa, son previos al Estado». Tan es así, que los ordenamientos jurídicos, a partir de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, esa «dignidad» aparece como «mandato», para españa, por el artículo 10 de la Constitución. aunque en nuestra propia realidad hayan que apelar a la idea de battagglia, cuando en su obra Filosofía del trabajo, sostenía que el hombre, por el trabajo, no se hace solo hombre, sino que le permite su articulación plena en la sociedad política, de ahí que, entre nosotros, se hable de «empleo», o de «parados», a los cinco millones que no tiene empleo en españa, en 2012. Cuando debería decirse «personas
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trabajadoras sin trabajo». Y, desgraciadamente, se nos presenta como cuestión diferida, o aplazada en la crisis económica. en otro lugar —Anales de la Real Academia de Doctores de España—, hemos afirmado que volviendo a las raíces ético-cristianas de la persona y de la sociedad occidental, podremos superarlas. el trabajo no es mercancía, y menos la persona.
esta primera parte antecede a la información, más que crítica, a la obra del académico de número de las Reales de Jurisprudencia y legislación y de Ciencias Morales y Políticas, Catedrático de Derecho administrativo, Registrador de la Propiedad, Jesús gonzález pérez, titulada La dignidad de la persona, 2.ª edición, editorial Civitas, 2011. es un libro fácil de leer, de una gran profundidad, sin que las numerosas notas doctrinales nos desvíen de lo que es un estudio riguroso. Tiene su fundamento mucho más lejos que los de la ciencia de la administración. están en una concepción más abierta y amplia. Porque la razón y la actualidad de la dignidad de la persona, aunque haya sido sacralizada en numerosos textos, «la realidad —dice el autor— no puede ser más desesperanzadora». Con oportunas citas a don Federico de caStro y don José caStán, grandes civilistas. el texto publicado procede del discurso de ingreso de su autor, en la Real academia de Jurisprudencia y legislación, el día 5 de mayo de 1986, que fuera contestado por su presidente, antonio Hernández gil, ocupando la plaza del académico luis Jordana de pozaS. el «estudio»...
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