Globalización, Digitalización y Cambio en el contexto europeo: impactos en las economías regionales

AutorMatthias Weber
CargoIPTS - MERIT

El contexto global está cambiando...

La "globalización" se ha convertido en estos últimos años en un reclamo. Se le ha atribuido un papel tanto de elevar la competencia económica como de fuente de riqueza. Hoy en día, actúa indudablemente como uno de los principales motores del cambio económico que afecta a todas las economías industriales.

La globalización es tangible en medidas de flujos comerciales y de inversiones directas extranjeras. Los datos comerciales muestran que la economía mundial esta emergiendo mediante un proceso de regionalización en tres importantes bloques comerciales: la UE, ASEAN y NAFTA

La globalización es tangible en medidas de flujos comerciales y de inversiones directas extranjeras. Los datos comerciales muestran que la economía mundial esta emergiendo mediante un proceso de regionalización en tres importantes bloques comerciales: la UE, ASEAN y NAFTA. En Europa, por ejemplo, a mediados de la década de los noventa, entre el 60 y el 70% de los flujos comerciales se desarrollaron dentro de la UE. Cerca de la mitad de estos flujos comerciales se basaban en la diferenciación "vertical" del producto, con socios comerciales especializados en niveles de calidad complementarios dentro de la misma clase de producto, o bien en diferentes eslabones de la cadena de producción. El flujo de las inversiones extranjeras directas (IED) también parece reflejar la consolidación de estas regiones mundiales. De nuevo las IED europeas alcanzaron un máximo antes del Mercado Único en 1993 y estaban constituidas en su mayoría por inversiones intra-UE. En este caso, las inversiones tuvieron como finalidad asegurar una presencia en el mercado de consumo mayor del mundo. Los motores actuales son las perspectivas de más ganancias a partir de las inversiones, las fusiones y las adquisiciones resultantes de la liberalización de servicios públicos y de una mayor transparencia que traerá la moneda única.

La dimensión intangible de la globalización es la internalización de los flujos de información y conocimiento derivada de la internacionalización de los medios de comunicación y de las comunidades científicas, la mayor movilidad personal, el creciente contacto internacional entre empresas, etc.

La globalización tiene también una dimensión "intangible" en forma de internacionalización de los flujos de información y conocimiento. Se pueden distinguir varios flujos intangibles (Soete, 1999):

Flujos financieros, quizás el intangible con más influencia.

Flujos de servicios intermedios dentro y entre empresas, reforzados por la liberalización de los mercados en todo el mundo.

Cooperación internacional formal en "joint ventures", alianzas estratégicas o investigaciones en colaboración.

Flujos de conocimiento mundiales en comunidades científicas y a través de los medios de comunicación.

Transferencias de conocimiento tácito mediante una mayor movilidad personal e intercambios en la industria, la política, la ciencia y la cultura.

Los intercambios mundiales tanto de flujos tangibles como intangibles se ven favorecidos por la "digitalización". Las redes de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) no sólo permiten el acceso a la información a escala mundial, sino que también suministran el sistema nervioso para la coordinación interna y el control logístico de lugares de producción muy dispersos. Los productos y servicios tienen, a su vez, una naturaleza cada vez más informativa, pudiéndose transmitir, pues, por las redes de TIC.

Las redes de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) no sólo permiten el acceso a la información a escala mundial, sino que también suministran el sistema nervioso para la coordinación interna y el control logístico de lugares de producción muy dispersos

Tomadas en conjunto, la globalización y la digitalización están afectando seriamente a la geografía de la innovación y a la elección de ubicaciones. Esto podría significar cambios radicales en la asignación de mercados y concesión de incentivos, con implicaciones en los modelos de crecimiento, de empleo y de ingresos (Cuadro 1). Los factores intangibles de crecimiento son también notables en algunas de las industrias más económica y tecnológicamente dinámicas, tales como las de TIC y las de las ciencias de la vida.

Cuadro 1. Intangibles y mercados

Los mercados de bienes y servicios intangibles constituyen un reto respecto a los supuestos tradicionales sobre cómo funcionan los mercados. Esto se puede ilustrar mediante el ejemplo del software:

El software se puede copiar fácilmente , lo que significa que es difícil, si no imposible, garantizar que los productores sean pagados por sus esfuerzos (es decir, los derechos de la propiedad son débiles).

Cuando se introduce una protección fuerte de la propiedad, hay un riesgo de comportamiento monopolístico ejercido a partir de normas en propiedad, situación típica de los productos de software.

Los intercambios de bienes y servicios basados en la información están sujetos a fuertes asimetrías entre vendedores y compradores. Con frecuencia, esto exige que intermediarios de confianza actúen como tales en las ofertas de versiones de prueba gratuitas.

Parece que los mercados de intangibles son diferentes, la fuerte protección de la propiedad puede suprimir la naturaleza "no-rival" de muchos intangibles (es decir, el disfrute por parte de una persona no disminuye el disfrute del mismo producto por cualquier otra persona). Proteger la exclusividad (para garantizar que los productores sean remunerados por su trabajo) sin inhibir la no-rivalidad en el uso es un tema crucial para la eficiencia dinámica y los incentivos para innovar. La cuestión es saber si estas condiciones constituyen un fallo del mercado que pide una intervención bajo forma de protección de la propiedad y política de la competencia.

Fuente: Soete (1999).

...y Europa esta sufriendo grandes transformaciones

Las regiones europeas, por otro lado, están experimentando cambios significativos en su contexto, debido a los desarrollos políticos. La Unión Monetaria y Económica (EMU) y la ampliación hacia el Este fueron decisiones políticas, pero refuerzan el proceso de integración económica en Europa. La EMU tendrá varias consecuencias beneficiosas. Va a ampliar el tamaño efectivo del mercado dentro de la zona Euro, mediante una mayor transparencia de los precios, la desaparición del riesgo de la tasa de cambio y la imposición de políticas económicas dirigidas hacia la estabilidad, que tienden a reducir los costes del capital. También con tendencias hacia la liberalización y la competencia en el sector financiero, las fuentes de capitales de inversión deberían hacerse más flexibles y más baratas (veáse Tsipouri 1999).

El mayor mercado efectivo introducido por el euro beneficiará a las empresas de todos los tamaños en Europa, aunque las empresas situadas en las zonas más desarrolladas se vean probablemente más recompensadas por la EMU que aquéllas ubicadas en regiones menos favorecidas

Estas ventajas favorecen a las empresas en toda la UE, a las ricas y a las pobres, apuntando hacia una mayor competencia interregional. Ahora bien, las empresas situadas en las zonas más desarrolladas se verán probablemente más recompensadas por la EMU que aquéllas ubicadas en regiones menos favorecidas. Muchas empresas en las regiones menos favorecidas, en especial las muy numerosas empresas pequeñas, se quedan atrás con respecto a la productividad, la tecnología y las técnicas de organización. Tales empresas pudieran encontrarse bajo una creciente presión causada por la mayor accesibilidad a sus mercados por parte de los competidores de cualquier parte de Europa.

Mientras tanto, el proceso de convergencia económica en Europa probablemente elevará los costes laborales a medio o largo plazo. Esto seguramente reducirá las perspectivas de las regiones retrasadas de poder competir con competidores no europeos, basándose en los costes laborales. Además, la EMU significa que las políticas monetarias (por ejemplo, la devaluación de la moneda), ya no puede seguir utilizándose para mejorar la competitividad de los bienes producidos dentro del país. Por encima de todo, la EMU presionará a las regiones menos favorecidas doblemente desde dentro y desde fuera de la zona Euro.

Las regiones menos favorecidas se enfrentan a la dificultad adicional de que la ampliación de las diferencias de riqueza en la UE ampliada significará que ya no van a poder optar a las ayudas estructurales

El proceso de ampliación complica aún más la situación para las regiones menos favorecidas. Una de las consecuencias más importantes es la ampliación de las diferencias de riqueza en la UE (véase figura 1). En esencia esto significa que las regiones que hoy se consideran como "menos favorecidas" definirán el nuevo nivel medio de riqueza, con el resultado de que ya no podrán optar a las ayudas estructurales. Queda tiempo para ajustarse a estas nuevas condiciones pero es un tiempo bastante corto.

Figura 1. Impacto de las sucesivas ampliaciones de la UE

Fuente: Eurostat 1998, IPTS 1999.

Impacto regional: cuestiones y oportunidades

Las TIC pueden implicar la "muerte de la distancia", es decir eliminar las barreras geográficas al desarrollo económico y por tanto permitir a las regiones periféricas que superen algunas de las barreras físicas a las que se enfrentaban. Pero se producirán efectos de contrapeso, con algunas regiones más capaces que otras de explotar las ventajas relacionadas con la localización. Por tanto, es cierto que con la digitalización y la desmaterialización las ventajas de la proximidad y los factores físicos son menos importantes. Pero hay aún barreras importantes que se oponen a la descentralización de la economía, especialmente mediante economías de aglomeración de intangibles. Éstas incluyen acceso a grandes depósitos de mano de obra muy preparada, buenas infraestructuras e instituciones y la imposibilidad de descargar know-how tácito crucial. De hecho, las características relacionadas con la localización y las ventajas comparativas se acentuarán con toda probabilidad en vez de disminuir. Esto puede ilustrarse con cuatro ejemplos:

A pesar de que las TIC reducen las barreras geográficas, factores tales como el acceso a mano de obra cualificada, las buenas infraestucturas e instituciones, significarán que algunas regiones tendrán aún ventajas respecto a otras

Regiones en la economía digitalizada: En primer lugar, el sine qua non de la economía digital es la infraestructura de información de redes y nodos físicos. Las empresas en las regiones menos favorecidas de Europa se encuentran aún retrasadas respecto al acceso a las infraestructuras de TIC avanzadas y los servicios de valor añadido tienden a ser más caros. En segundo lugar, para aprovechar las nuevas tecnologías se necesitan recursos humanos adecuados. Son necesarios especialistas en informática y comunicaciones y una formación en cuanto a las TIC. También es precisa una base de conocimientos en educación superior e institutos de investigación y la posibilidad de impartir formación profesional que se ajuste al perfil de especialización industrial de las regiones. Muchas de las regiones menos favorecidas no cumplen aún estas condiciones. Además el grado de atracción de las regiones para los inversores está influenciado por factores tales como el poder de compra local (PCL per cápita), la calidad de las infraestructuras locales, las condiciones de trabajo, un clima dinámico y empresarial y acceso a centros de excelencia especializados. La calidad de vida (es decir: clima, ocio, etc.) y la estabilidad social son también importantes para los trabajadores cualificados. Finalmente, las regiones y sus empresas tienen que aprender a gestionar los temas de propiedad intelectual y los problemas de asimetría de la información de los mercados intangibles.

Además el grado de atracción de las regiones para los inversores está influenciado por factores tales como el poder de compra local (PCL per cápita), la calidad de las infraestructuras locales, las condiciones de trabajo, un clima dinámico y empresarial y acceso a centros de excelencia especializados

La personalización de productos y servicios: La tendencia a la personalización de productos y servicios adaptados a las demandas locales, e incluso descendiendo a nivel individual, ofrece espacio para el crecimiento descentralizado. Por un lado, el ensamblaje de productos y los paquetes de servicios adaptados a los hábitos y tradiciones locales están extendiéndose por todas las áreas, desde la alimentación (por ejemplo "produits du terroir") a los servicios de negocios basados en el cliente y de rápido crecimiento. Al llegar a ser dimensiones clave de la competitividad, la calidad, la oportunidad y la flexibilidad, las multinacionales buscan con frecuencia una presencia local, con el fin de comprender las preferencias locales y las limitaciones operativas y para detectar cambios localizados en la demanda. Las transacciones complejas e inciertas o aquéllas que dependen de la calidad tácita favorecen la proximidad espacial entre el productor y el consumidor. Así pues, aún en la economía digital, las condiciones institucionales, sociales o humanas locales son importantes. Para las regiones esto significa que cuanto más sofisticada y diferenciada sea la demanda local menos probable será que el comercio electrónico despersonalizado sustituya la presencia física y las inversiones y puestos de trabajo que tal presencia pudiera generar.

Hay muchas historias de regiones que adquieren un predominio en nichos de mercado, pero estas historias de éxito no son fáciles de copiar, siendo una de las razones no menos importantes el que por definición tales nichos se encuentran ya ocupados

Especialización y complementariedad: A largo plazo, la competencia mundial y la europea llevarán probablemente a una mayor especialización regional. Excepto en mercados nicho, las regiones por sí mismas casi no podrán mantener una industria y servicios de categoría mundial y a precios competitivos. Pocas regiones serán capaces de mantener un catálogo industrial completo. La principal dificultad se encuentra, desde luego, en identificar en qué áreas debería especializarse una región concreta. Hay infinidad de ejemplos de estrategias con éxito: los distritos industriales de empresas textiles italianas; empresas innovadoras de biotecnología en Portugal; las concentraciones de "call-centers" en Dublín o la Randstad en Holanda; y por descontado la industria de ordenadores en el Silicon Valley de California. Pero las historias de éxito no son fáciles de copiar, siendo una de las razones no menos importantes el que por definición tales nichos se encuentran ya ocupados. Además una historia de éxito no puede construirse de la noche a la mañana.

Otra posible opción para empresas de regiones menos favorecidas es tratar de ser complementarias de actividades desarrolladas en cualquier otro lugar en Europa. Por ejemplo, subcontratando o colaborando con empresas más avanzadas en una región núcleo. Las sinergias pueden explotarse a través de "agrupaciones virtuales", empleando las TIC para conectar directamente empresas en regiones menos favorecidas con los epicentros de la innovación. Esto depende de una excelente capacidad logística para la coordinación física y de los buenos enlaces de comunicación (transporte y TIC). Sectores punta en tales estrategias de "virtualización" son los del automóvil, la ingeniería eléctrica y la agroalimentación con inversiones y colaboraciones en regiones menos favorecidas tanto en la Europa de los 15 como en los países candidatos a la ampliación. De hecho, en gran medida movidas por la integración en las cadenas de suministro de las mayores empresas industriales europeas, las economías de los países del Centro y Este de Europa (CEEC) ya están mostrando signos de convergencia con los perfiles de especialización industrial de los países del Norte de la UE, (OCDE 1998). Sin embargo estas clases de complementariedades dejan tanto a los CEEC como a las regiones menos favorecidas (LRF) en una posición económica dependiente o secundaria en relación con los países más desarrollados de la UE.

Tabla 1. Patrones de especialización en regiones periféricas

Fuente: CEC (1998), EIU (1998), Tsipouri (1999) y OECD (1998).

Cooperación y competitividad entre regiones: En conjunto, el Mercado Unico, EMU y la ampliación incrementan la presión competitiva en las regiones menos favorecidas de la UE15, mientras que simultáneamente muestran una reducción en la ayuda financiera. Sin embargo, todas las empresas de la UE tienen un acceso privilegiado a los mercados mundiales, lo que significa que a largo plazo las perspectivas podrían ser en su conjunto positivas. Pero mientras tanto, la necesidad urgente consiste en modernizar y establecer relaciones con socios de cualquier parte de Europa con el fin de utilizar la oportunidad de reforzar sus industrias e instituciones. Con la globalización, la posición competitiva de las empresas de la UE que producen bienes con mucha mano de obra poco cualificada disminuirá. Deberían buscarse nuevas fuerzas en mercados más basados en el conocimiento que en los tradicionales ya saturados. Puesto que tanto las LFR como los países de la ampliación necesitan reestructurarse y dirigirse a sectores clave, es preciso que no se dirijan todos a los mismos sectores, pues ello podría llevarles a una fuerte competencia entre sí, a nivel regional, por los mercados y las inversiones. Los perfiles de especialización de los países de la primera ronda de la ampliación y de los principales países de la UE con regiones menos favorecidas indican que éste no es precisamente el caso, con la excepción del equipo de transporte (Tabla 1). Pero, existe una competencia con respecto a las inversiones extranjeras directas (IED). Las tendencias recientes en la distribución de IED indican un declive en los Estados Miembros del sur y un fuerte incremento en los países de la ampliación del Este (IMD). Países como Hungría y la República Checa parecen estar integrados ya igualmente bien, o incluso mejor, en las redes de producción mundiales que algunas regiones de la UE actual.

Con la globalización, la posición competitiva de las empresas de la UE que producen bienes con mucha mano de obra poco cualificada disminuirá. Debería buscarse la consolidación de mercados más basados en el conocimiento en vez de mercados tradicionales ya saturados

Preparándose para el futuro...

La fase actual de cambio rápido, tanto dentro como fuera de Europa, representa una buena oportunidad para desarrollar económicamente las regiones menos favorecidas. La digitalización no hará desaparecer las desventajas ligadas a la localización. La geografía seguirá importando, puesto que la economía mundial y digital es un espacio de flujos que se dirigen hacia polos de atracción tales como una infraestructura de alta calidad y mano de obra con formación adecuada. El resultado será que las regiones favore-cidas continuarán siendo un fuerte imán de estas corrientes pero una serie de tendencias compensatorias están también en vigor y actúan a favor de las regiones menos favorecidas y más distantes.

Se necesita una infraestructura de información adecuada de modo que las regiones puedan conectarse a la economía mundial y digital. Igualmente importantes son las iniciativas de formación y educación para desarrollar una fuerza laboral (y una cultura) que esté a tono con la era digital. También las nuevas normas económicas en mercados de intangibles apelan a una respuesta regional. Con la digitalización, los gobiernos (a nivel nacional o de la UE) han perdido la influencia directa sobre las empresas multinacionales. Su influencia tiende a estar ahora en las condiciones marco, tales como infraestructuras de conocimiento de alta calidad, y la base institucional. Mucha de esta influencia se lleva a cabo a nivel regional, convirtiendo así a los actores y políticas a nivel regional en más cruciales y concediéndoles una mayor responsabilidad en la generación de riqueza nacional. Como han subrayado, en particular, Storper (1997) y Lundvall (1998), la implicación es una nueva ola de políticas para construir "regiones de aprendizaje", en las que las bases de conocimientos de la región (escuela, institutos de enseñanza, investigación, apoyo industrial y de innovación) se juntan para ayudar a la innovación y mantener el atractivo de la región para los inversores.

Las regiones necesitan adecuar las infraestructuras de información y las iniciativas de educación y formación para poder estar a tono con la era digital

La regionalización también es visible en las estructuras industriales. Hay una tendencia general hacia la especialización de las estructuras industriales regionales. El proceso de ampliación y la EMU probablemente fomentarán las tendencias hacia nuevos efectos de aglomeración local (véase Krugman, 1995). Las regiones pueden responder siendo selectivas en adaptar las inversiones "extranjeras" y explotando las sinergias y derivaciones de las fuerzas industriales existentes. Un componente clave de tales estrategias es promover una coincidencia entre la infraestructura de formación e investigación y el perfil de especialización. Esto implica el análisis de los servicios del sector educativo y el establecimiento de los incentivos apropiados para desarrollar cursos adecuados al nivel técnico y universitario.

También es importante adecuar los bienes y servicios con las demandas del mercado local, ya que la personalización es ahora un eje fundamental de la competencia. Esto tiende a llevar las actividades económicas hacia el establecimiento de una presencia física en el mercado regional, en tanto que el nivel de demanda y de sofisticación lo hagan rentable. Algo en contraste con la imagen de un mercado único estándar, la implicación es una preferencia por los modelos de crecimiento regional basados en la explotación sistemática de la proximidad y la variedad. La diversidad regional de Europa con toda seguridad ofrece mucho campo para tales estrategias de adecuación.

La coordinación de actividades a nivel europeo podría ayudar a desarrollar comple-mentariedades para apoyar las estrategias de especialización regional. Una división ideal del trabajo puede imaginarse entre el Centro, el Este y el Sur, con interconexión entre centros de especialización en vez de librarse a la competencia. Estas ideas suscitan cuestiones fundamentales sobre el futuro de Europa y sugieren un papel renovado para la Comisión Europea, bajo el principio general de "subsidiaridad", menos como fuente de fondos estructurales que como coordinador de políticas regionales.

La especialización regional puede beneficiarse de la coordinación a nivel europeo

Estas estrategias de especialización regional pueden parecer prometedoras, pero también implican prospectivas y papeles cualitativamente diferentes para distintas regiones. Esto entra en conflicto con los objetivos de cohesión y convergencia. Aún más problemático, puede haber regiones que no logren encontrar un nicho que tenga éxito. De nuevo esto apunta hacia una política estructural regional menos centrada en las transferencias monetarias y más en ayudar a las regiones a construir sistemas institucionales e industriales que atraigan inversiones en la nueva economía global y mundial.

Palabras clave

globalización, digitalización, ampliación europea, desarrollo regional

Referencias

CEC (ed.) (1998): The competitiveness of European industry. 1998 Report, DG-III: Bruselas.

EIU (ed.) (1998): Country Profiles Central and Eastern European Countries, Economist Intelligence Unit: Londres.

IMD (ed.) (varios años): The World Competitiveness Yearbook, IMD International: Ginebra.

Krugman, P., (1995): Development, Geography and Economic Theory. MIT Press: Cambridge, Mass.

Lundvall, B.-A., y Barras, S., (1998): The Globalising Learning Economy; Challenges for Innovation Policy, DG-XII: Bruselas.

OECD (1998): The Competitiveness of Transition Economies, OECD: París.

Soete, L., (1999): The New Economy: a conceptual framework, Informe de Investigación, IPTS: Sevilla.

Storper, M., (1997): The Regional World: territorial development in a global economy, Guilford Press: Nueva York.

Tsipouri, L., (1999): Implications of the EMU for the intra-European economic balance, Research Report, IPTS: Sevilla.

Contacto

Matthias Weber, IPTS

Tel.: +34 95 448 83 36, fax: +34 95 448 83 26, correo electrónico: matthias.weber@jrc.es

Sobre los autores

Matthias Weber tiene una licenciatura en Ingeniería de Procesos y en Ciencias Políticas, y es doctor en Economía por la Universidad de Stuttgart. Actualmente trabaja como investigador científico en el IPTS en temas relacionados con la competitividad y la ampliación europea, y en procesos de innovación y difusión en grandes sistemas socio-técnicos, especialmente en las áreas de la energía y el transporte. Sus temas de interés también cubren el desarrollo y aplicación de métodos prospectivos en la interfaz entre la in-vestigación y la política.

Luc Soete es Catedrático de Economía Internacional en la Facultad de Economía y Administración de Empresas, Universidad de Limburg, y director fundador de MERIT (Maastricht Economic Research Institute on Innovation and Technology). Su investigación abarca una amplia gama de aspectos teóricos y empíricos de la economía de la innovación y la tecnología. Ha ocupado puestos de alto nivel en la OCDE y fue Presidente del Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre la Sociedad de la Información de la Comisión Europea.

The IPTS Report, is the refereed techno-economic journal of the IPTS,edited by D. Kyriakou, published monthly in English, French, German and Spanish.

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