Puntos destacados de un seminario de alto nivel sobre política, organizado por la presidencia de la UE

AutorDimitris Kyriakou y George Papaconstantinou

A principios de febrero de 2003, la presidencia griega de la UE organizó en Atenas un importante seminario de alto nivel, para discutir la política económica y las nuevas fuentes de crecimiento en Europa. La importancia del seminario estriba no sólo en la calidad intelectual y organizativa o en el nivel de los participantes (varios comisarios, el vicepresidente del Banco Central Europeo y algunos premios Nobel, entre otros), sino también en que es muy poco frecuente que una presidencia de la UE organice una discusión tan importante y abierta inmediatamente antes de una cumbre que debe tratar muchos de los temas de política económica discutidos en el seminario.

El IPTS/JRC, por su parte, contribuyó también al seminario (por ejemplo, el editor de esta revista fue el relator de la conferencia). Dicha contribución forma parte de la colaboración con la presidencia griega de la UE, acordada entre el ministro griego de Economía, Sr. Christodoulakis, y el comisario Busquin, en 2002.

Como el seminario incluyó cinco paneles de alto nivel y más de treinta presentaciones, sería imposible resumirlo todo en el espacio de un editorial. No obstante, entre los puntos clave que se derivaron de la discusión, merecen destacarse los que siguen.

El pacto por la estabilidad y el crecimiento fue un tema recurrente durante el seminario, y se llegó a la conclusión de que se debe considerar como una combinación de límites estrictos y de cierta flexibilidad. Por una parte, para salvaguardar la estabilidad de precios en la UE y la credibilidad del papel del Banco Central Europeo en la defensa de dicha estabilidad, el tope del tres por ciento en el déficit presupuestario se debe considerar como un límite estricto; si se alcanza, se desencadenaría un proceso encaminado a devolver al país a la rectitud fiscal. Sin embargo, este proceso comporta cierto grado de flexibilidad, por ejemplo, en cuanto al periodo en que cabe esperar este retorno a la rectitud fiscal, en cuanto a la medida del déficit presupuestario utilizada (por ejemplo, el déficit ajustado cíclicamente acordado el último otoño y que es científicamente adecuado), o en cuanto a las circunstancias del ciclo económico a las que hay que hacer frente, todo ello siempre y cuando la estabilidad de los precios no se vea amenazada.

En segundo lugar, en cuanto al empleo, el objetivo es conseguir 'más y mejores' puestos de trabajo. Definir y medir qué se entiende por 'más' puestos de trabajo es inmediato; algo más difícil, pero ciertamente no imposible, puede ser definir qué se entiende por 'mejores' puestos de trabajo. Los elementos clave para ello pueden ser: los ingresos generados por los puestos de trabajo, la estabilidad en el empleo y las inversiones de los empleadores en sus empleados, por ejemplo en cuanto a formación. Las consecuencias de la flexibilización de los mercados de trabajo, en cuanto a la creación de 'buenos y mejores' puestos de trabajo, tienen ciertos límites, y un conjunto muy importante de límites será lo que el público aceptará en las sociedades democráticas.

Un aspecto que merece mucha más atención, debido a su gran aceptación y a las ganancias que puede generar en puestos de trabajo, es la liberalización del mercado de productos y servicios. Los beneficios de simplificar el lanzamiento de nuevos productos y servicios, y de facilitar la aparición de nuevas empresas, son dobles. Por una parte, se amplía la oferta a los consumidores y se puede desencadenar la demanda (o incluso descubrir la demanda latente) mediante la innovación de productos, y se pueden crear nuevos puestos de trabajo. Por otra parte, la entrada de nuevas empresas facilitará la aparición de empresas más competitivas (los recién llegados y/o los ya establecidos tratarán de ser más competitivos para hacer frente a la competencia); el éxito de estas empresas generará más empleo, no sólo en ellas mismas sino también en sus proveedores y en el entorno económico.

Se subrayó el papel de la ciencia y la tecnología (C/T) como palanca clave del crecimiento, no sólo por su aportación directa a la innovación y como generador del progreso técnico, sino también como determinante decisivo de la calidad del capital humano, a nivel europeo. El objetivo aquí puede definirse de modo análogo al utilizado antes para el caso del empleo: lo que se necesita es más y mejor I+D, y a ello se orienta la creación del Espacio Europeo de Investigación. Primero, se necesita más I+D ya que, en cuanto a gasto en I+D como porcentaje del PIB (I+D/PIB), la distancia entre la UE y otras potencias económicas y tecnológicas (como EE.UU. y Japón) no sólo es grande sino que está aumentando: de aquí la importancia de la meta del 3 % en el gasto en I+D/PIB. Segundo, es importante fortalecer la articulación de la I+D con otros elementos del proceso de innovación, como la financiación, la reglamentación, la industria, etc.; un enfoque tipo 'agrupación', a nivel europeo, podría ser útil en este caso.

Como elemento clave de todo lo anterior aparece un replanteamiento del papel y de la acción/ interacción de los organismos nacionales de investigación, por ejemplo, reconsiderando las vías para explotar la complementariedad, así como el papel de los investigadores y los modos de reforzar su movilidad a nivel trans-nacional, y entre la industria y el sector académico, y entre los sectores público y privado.

Por último, pero ciertamente no menos importante, sobre el tema del crecimiento (o de modo más general, del desarrollo) sostenible, se subrayó la importancia de reconocer la demanda latente, haciendo que la provisión de productos y servicios respetuosos con el medio ambiente sea un negocio rentable, así como de los planteamientos 'siempre ganador', a menudo regidos por la tecnología, que pueden aumentar la eficiencia de la producción y reducir el daño ecológico. Aquí la C/T es fundamental en más de un sentido. Ofrece vías de sustitución entre diferentes formas de recursos naturales no renovables, así como para reforzar nuestra capacidad para sustituir recursos naturales por otros producidos por el hombre. Además, la C/T contribuye a preservar el conjunto de opciones disponibles para las generaciones futuras (por ejemplo, en cuanto al nivel de cada recurso natural), alertando, a través de la investigación, sobre si se están alcanzando umbrales irreversibles. Por último, gracias a su papel de motor del crecimiento, la C/T puede ayudarnos, a nosotros y a las generaciones futuras, a afrontar los costes económicos a corto plazo que supone el ejercicio de estas opciones ecológicas.

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