Despedida del Decano

AutorRoberto Follia Camps
Páginas11-14

En enero de 1990, a petición de Segismundo Verdaguer envié un saludo a esta Revista. Ahora, a petición de Tomás Giménez Duart, envió estas líneas de despedida.

En mis palabras a "La Notaría" dejé clara mi postura de continuidad, proponiéndome seguir en la línea marcada por Juan José López Burniol y sus antecesores, procurando siempre la defensa de la función notarial, así como aumentar en lo posible la comunicación y mejorar también en lo posible esta Revista. Y en la primera Junta General manifesté claramente que «No puedo aportar más que una dedicación total durante mi vida profesional, un cierto sentido común o pragmático y el hecho de que siempre he terminado las cosas que he empezado».

Fiel a este propósito, retomé la idea de la mejora del Colegio, iniciada por Vicente Font Boix y Juan José López Burniol y el resultado está a la vista de todos. Igualmente se ha logrado, con la ayuda inestimable de varios compañeros por supuesto, dotar a "La Notaría" de un contenido y una dignidad que es reconocida en todos los Colegios. Y el nivel de comunicación con los colegiados creo que ha aumentado también tanto a través de circulares o cartas como de Juntas Generales.

En el aspecto más externo mi Decanato puede haber parecido gris, ya que he huido en todo lo posible de las comparecencias en la prensa y en la televisión, fiel a mi postura, no compartida por todos, de que el Notariado cuanto menos noticia es, mejor. En cambio he continuado e intensificado los contactos con la Administración y con la llamada sociedad civil. Las relaciones con la Conselleria de Justicia, Tribunal Superior de Justicia, Registros de la Propiedad...

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