El derecho a la educación pública, gratuita y laica como mínimo vital para garantizar la seguridad humana en el contexto de la justicia, equidad y derechos sociales en el estado de derecho democrático
| Autor | Rafael Sánchez Vázquez |
| Páginas | 477-514 |
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Rafael Sánchez Vázquez1
Catedrático de la Universidad de Puebla (México)
Resumen: En Latinoamérica se viven complejas contradicciones existe por una parte, concentración de la riqueza por una minoría, y por la otra, un alto porcentaje de la pobreza compartida por las grandes mayorías en nuestros pueblos. Consecuentemente, con la imposición de las prácticas Neoliberales se ha acrecentando las desigualdades económicas, políticas, sociales y educativos. Dicha problemática también se vive en todo lo ancho y largo de la República Mexicana, razones que nos permitan fundar y motivar que la educación pública, gratuita y laica como mínimo vital nos permite garantizar la seguridad humana en el contexto de la justicia, equidad y derechos sociales en Estado de Derecho Democrático.
Palabras claves: Latinoamérica; políticas económicas neoliberales; educación pública, gratuita y laica; pobreza; riqueza; desigualdades; justicia; mínimo vital; Estado de Derecho Social Democrático.
Abstract: In Latin America complex contradictions exist on the one hand, concentration of wealth by a minority, and on the other, a high percentage of poverty shared by the great majority in our villages. Consequently, with the imposition of Neoliberal practices, economic, political, social and educational inequalities have increased. This problem is also experienced throughout the wide and long Mexican Republic, reasons that allow us to
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found and motivate that public education, free and secular at least vital to ensure human security in the context of justice, equity and rights in Democratic State of Law.
Keywords: Latin America; neoliberal economic policies; public, free and secular education; poverty; wealth; inequalities; Justice; vital minimum; State of Social Democratic Right.
La constitución no puede seguir siendo ignorada. El Derecho tiene entre sus objetivos hacer realizables las expectativas sociales de justicia y de equidad. Si se admitiera que no es posible diseñar instituciones funcionales, se estarías invalidando el orden jurídico e invitando al escepticismo o a la acción directa revolucionaria, que son la antítesis del Estado constitucional2.
El constitucionalismo social actualmente sufre verdaderos embates en contra. En México también, por ello, hay que luchar por la justicia social el aspecto más importante de nuestra Constitución Mexicana3.
La moral pública en México se encuentra enferma, por tanta corrupción impunidad y mentiras, dicha problemática, las conoció y sufrió la sociedad colonial durante casi tres siglos. Los males antes mencionados perduraron durante los siglos XIX, XX y sigue en los primeros nueve años del siglo XXI. Además, se intensifica con los servidores públicos incompetentes, irresponsables, no comprometidos con su labor o corruptos, una combinación de algunos de estos aspectos, y que giran en torno al poder, dinero. Dichas conductas ponen en riesgo a las mejores instituciones, y por ende, las encaminan al fracaso4.
El verdadero mal del siglo XX que fenece, es la corrupción generalizada que preside a la cultura mundial. Así pues, la corrup-
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ción no sólo la identificamos en la esfera pública sino también la que se desarrolla en el ámbito privado5.
Los latinoamericanos sumamos una población aproximada a los 603 millones de habitantes, con un alto índice de pobres que rebasa a los 250 millones, ocupamos una extensión territorial de 21,637,049 Km2, que va del norte de la República Mexicana hasta la Patagonia. Lamentablemente, las desigualdades económicas y sociales en América Latina, son crónicas, de poco más de 4 siglos.
Por otra parte, es importante resaltar la influencia del pensamiento social de los pensadores mexicanos del siglo XIX, entre otros, cabe hacer mención de: Mariano Otero6, Ponciano Arriaga, Ignacio Ramírez “el nigromante”, así como de los constituyentes de 1917.
Sin embargo, las desigualdades siguieron y hubo necesidad de movimientos reivindicatorios mediante revoluciones, al respecto cabe citar, la Revolución Mexicana de 1910-1917, suceso histórico que sumó aproximada-
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mente de uno a dos millones de muertos, por lo cual, representó un parteaguas en la historia de América Latina y del mundo. Experiencia amarga que llevó al pueblo mexicano a través de sus representantes políticos a conciliar intereses mediante una constitución paradigmática como lo fue la Constitución de 1917. En dicha carta magna, se trata de aminorar las desproporcionalidades: económicas, sociales, educativas, políticas, etc., mediante normas jurídicas constitucionales de Corte Social. A este respecto, cabe citar los siguientes artículos Constitucionales: 3°, 4°, 5°, 25°, 26°, 27°, 28° y 123°.
A mediados de la década de los 70’s en Latinoamérica, –se inicia un proceso permanente y continuo de crisis financiera que trata de corregirse– con la imposición y aplicación de las políticas económicas neoliberales a partir de la década de los 80’s y que lamentablemente han perdurado con más énfasis en los últimos años.
Consecuentemente, aún percibimos en el entorno que rodea a Latinoamérica y a los latinoamericanos, las grandes desigualdades: económicas, sociales, educativas y políticas. Es decir, por una parte, existen concentraciones de la riqueza inimaginables, que pertenecen a unos cuantos, y por la otra, la presencia de amplios sectores sociales que viven en la miseria extrema. De ahí, el cuestionamiento permanente y continuo a las instituciones jurídicas, y sobre todo, la ruptura epistemológica en torno al concepto de la justicia, cuando ésta, generalmente, legitima el statu quo de las desigualdades.
Lamentablemente tanto para México como para otros países, se impusieron las políticas económicas neoliberales, desde el año de 1982 a la fecha.
Teniendo en cuenta a lo antes mencionado, enseguida se hace referencia del problema central que es objeto de estudio de la presente investigación con su respectiva hipótesis de trabajo:
Problema objeto de la investigación
La inestabilidad económica, social y política que acompaña a las crisis fi nancieras recurrentes en el contexto de la mundialización del
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capital han fracturado, el optimismo que enarbolaron los ideólogos de las políticas económicas neoliberales, para generar riqueza y una distribución de la riqueza más racional. Lo cierto es que las políticas de austeridad impuestas por las recomendaciones del banco mundial y fondo monetario internacional, han generado más pobres con menos posibilidades de desarrollo económico y social aumentando las asimetrías, ahora existen menos ricos pero más ricos, que tienen todo y en exceso, a costa de mayores índices de pobreza que generan desesperación y frustración en los amplios sectores de la sociedad por carecer de los mínimos vitales. Consecuentemente, identificamos como problema objeto de investigación el siguiente: ¿En qué forma la aplicación de las políticas económicas especulativas, provocadas por las hegemonías que detentan el poder económico en la era del capitalismo global, han obligado a la aplicación e imposición de mayor austeridad para los amplios sectores de la sociedad, que de manera cotidiana aumentan los indicadores de pobreza y limitan la observancia, desarrollo, y fortalecimiento de la aplicación y exigibilidad de los derechos económicos y sociales, a través del recorte al presupuesto de la educación pública, gratuita y laica.
Hipótesis de trabajo
A menor observancia de los artículos 1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 25º, 26º, 27º, 28º y 123º, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se propicia un distanciamiento de los fines y valores que caracterizan al Constitucionalismo Social, y por ende, un descuido al derecho a la educación pública gratuita y laica en México. Por lo tanto, habrá una mayor desigualdad económica social, política y aumento de la inseguridad pública, en todo lo ancho y largo la República Mexicana, lo cual generará una situación de alarma social, y que impacta a la seguridad humana en sus mínimos vitales.
Considero al igual que otros, que la política social tiene que visualizarse como construcción de igualdad, de justicia distributiva. Como plantea Bustelo, no se puede seguir planteando un “social” como simulacro: lucha contra la pobreza; metas para erradicarla; trabajo con los pobres; compromiso con los pobres, mientras aumenta la desigualdad y las disparidades. Uno de los resultados más perversos de la implantación de gobiernos neoliberales en nuestros países, es que en las estructuras gubernamentales (sin tomar en cuenta las
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áreas administrativas ni las asociadas con la seguridad o los procesos electorales) se ha producido una escisión tajante: por una parte, los que se ocupan de lo social y de la pobreza; por la otra quienes se ocupan de lo económico; éstos tienen prohibido pensar en objetivos como igualdad, reducción de la pobreza, protección de la población. Su criterio casi único es la efi ciencia y a veces, el crecimiento. Se va desarrollando en esas áreas una insensibilidad social total, sin estimar criterios de bienestar social7.
Aunque actualmente existe un amplio acuerdo sobre la necesidad de poner fin a la pobreza, las discrepancias en el plano internacional sobre la mejor manera de alcanzar tal fin siguen existiendo. En particular, cada vez es mayor la incompatibilidad entre las políticas que persiguen Estados Unidos y las instituciones de Bretton Woods (como son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional [FMI]) y las políticas de la Unión Europea8.
Durante cuarenta años, el Banco Mundial, el FMI y otros organismos de la ONU han estado proponiéndose como objetivo lo que básicamente constituye el mismo conjunto de políticas para...
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