Democracia electrónica (democracia-e): la experiencia de Barcelona

AutorJoan Clos
CargoAlcalde de Barcelona

Introducción

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación permiten concebir y desarrollar nuevas herramientas y estrategias. Estas herramientas serán capaces de extender la participación ciudadana y ayudar a elaborar y aclarar los procesos de toma de decisiones en la administración pública y en los órganos de deliberación. Este fenómeno ha sido denominado democracia-e. La democracia-e, a diferencia de las iniciativas existentes que permiten a los ciudadanos realizar trámites administrativos en línea, va más allá del suministro de servicios en línea y de los avances tecnológicos que esto representa, creando la oportunidad de enlazar la democracia representativa y la participativa.

La democracia-e significa algo más que trasladar las actividades de participación tradicionales a Internet; también inicia una auténtica reflexión sobre el grado en que el público es capaz de tomar parte en el proceso de toma de decisiones. En Barcelona hemos tenido décadas de experiencia de participación, que trascienden los límites nacionales y las filosofías políticas. Los líderes políticos se han comprometido cada vez más con el valor de la participación de los ciudadanos y se han implicado en la búsqueda de herramientas para hacerlo con eficacia. La democracia-e es una de esas herramientas, y por tanto trata de combinar la tecnología en línea con sistemas y plataformas avanzados de software para fomentar la cultura de la participación, las iniciativas ciudadanas y la consulta de la opinión pública.

La democracia-e significa algo más que permitir simplemente que los ciudadanos realicen trámites administrativos en línea; crea un enlace entre la democracia representativa y la participativa

Foros y portales de comunidades

Los foros de discusión y los portales de comunidades que se utilizaron al principio para la comunicación entre los investigadores universitarios, han sido adaptados con éxito por los ciudadanos para toda clase de fines profesionales y privados. La difusión de tales usos ha tenido un gran impacto sobre el modo en que la gente se relaciona entre sí y trabaja en colaboración, y el objetivo original del desarrollo de Internet se ha visto así modificado. Es ahora nuestro papel, como ciudades y como políticos, permitir que esa fuerza beneficie positivamente al campo de la participación ciudadana y que se construyan entornos en los que los ciudadanos puedan expresar su opinión sobre procesos sociales, dirigentes políticos, acciones o movimientos sociales. La idea no es añadir aún otra ventana electrónica para los ciudadanos y de hecho necesitamos darle una alta prioridad para asegurar la capacidad de uso e incorporar contenidos en la fase de desarrollo. Se trata de algo muy importante, dado que la participación ciudadana está muy lejos de ser algo normal. El desarrollo de un sistema que anime al ciudadano a participar es nuestro principal reto.

La idea no es añadir aún otra ventana electrónica para los ciudadanos y de hecho necesitamos darle una alta prioridad para asegurar la capacidad de uso e incorporar contenidos

En lo que respecta a los políticos, la implementación de la democracia-e exigirá un compromiso importante para ofrecer y fomentar la apertura de foros abiertos en línea según las iniciativas de ciudadanos y comunidades. Además, tendrán que estar preparados para escuchar y relacionarse a través de ellos. Es fundamental demostrar que la intención real es reconocer que las aportaciones y las ideas de los propios ciudadanos son necesarias para resolver favorablemente los complejos problemas sociales.

La democracia-e implica el reconocimiento de que las aportaciones y las ideas de los propios ciudadanos son necesarias para resolver favorablemente los complejos problemas sociales

En cualquier caso, debemos acoger y planificar la 'segunda generación' de Internet y no perder las oportunidades que nos brindará para abordar algunos de nuestros retos actuales. No sólo es necesario aprovechar la mejor calidad del servicio que buscará garantizar la calidad de la transferencia de datos, abriendo así un amplio campo de posibilidades para discusiones y foros en línea, multimedia y en tiempo real, sino que necesitamos estar al día en la investigación y desarrollo llevada a cabo sobre las herramientas de extracción de datos en la web y sobre las bibliotecas digitales y pensar en las aplicaciones más adecuadas para nuestras actividades. Ahora lo que se necesita es creatividad, ya que la tecnología va por delante de las ideas sobre cómo utilizarla con eficacia. Los desarrollos en los campos de la colaboración en red, de las bases de datos en línea y de las herramientas estadísticas basadas en la web para el análisis y la extracción de datos, llegarán a ser importantes recursos de análisis de la información y es de esperar que satisfagan nuestras necesidades, pero su uso efectivo depende no solamente de las propias herramientas sino también de cómo las utilizamos en el proceso político. Solamente con la comprensión efectiva de este aspecto, podemos esperar que estas tecnologías sean capaces de ayudar a quienes toman las decisiones en el análisis de la opinión pública, de modo que se pueda obtener gran cantidad de opiniones y conseguir un consenso común.

La especificación de debates virtuales comparados con los de la vida real es también otro de los temas clave actuales de investigación en democracia-e y necesitaremos llevar a cabo investigación y experimentos para observar e identificar claramente los impactos posibles de tales procesos.

Consultas, votaciones y referendos en línea

Las encuestas y las consultas de la opinión pública son los medios tradicionales de vincular a los ciudadanos con los políticos y no es nuevo decir que Internet es capaz de extender sus beneficios. De hecho, a través de Internet, las herramientas de consulta y encuesta en línea proporcionan medios para llegar a un mayor número de ciudadanos, muchos más de los que pueden ser entrevistados en persona, por carta o telefónicamente, lo cual reduce costes. Además, su eficacia reside igualmente en su discreción y en la pequeña inversión de tiempo que requiere.

Las herramientas de consulta y encuesta en línea proporcionan medios para llegar a un mayor número de ciudadanos, muchos más de los que pueden ser entrevistados en persona, por carta o telefónicamente, lo cual reduce costes.

Los ahorros en tiempo y costes, para las votaciones y referendos en línea, son similares, pero el proceso nos fuerza a considerar cuidadosamente las características concretas del proceso de votación en cuestión. Se necesita utilizar una tecnología de transferencia de datos segura para garantizar la privacidad y la seguridad de la información personal.

En este contexto, el proyecto piloto EUROCITI que se completó en Barcelona en agosto de 2002 y la prueba que se llevó a cabo sobre la votación y los referendos en línea seguros revelaron universalmente una opinión optimista sobre su futuro inmediato. Se demostró que la Infraestructura de Clave Pública (Public Key Infrastructure (PKI)) es capaz de dar soporte a las firmas y certificados digitales de modo satisfactorio y permite protocolos de seguridad fuertes. Ahora nuestra prioridad es participar en la definición de un marco y de reglamentaciones comunes y cooperar con todas las autoridades a nivel europeo, nacional, regional y local con el fin de asegurar la interoperabilidad de los productos. Sin este nivel de cooperación, las aplicaciones de votación y referendo en línea no son posibles y la inversión puede no ser tan sostenible y eficiente como debiera. Hay una necesidad urgente, por tanto, de crear un marco legal preciso que pueda ser lo suficientemente flexible para poder seguir la marcha actual de la tecnología.

El proyecto piloto EUROCITI en Barcelona demostró que la Infraestructura de Clave Pública (PKI) es capaz de soportar las firmas y certificados digitales de modo satisfactorio y que permite protocolos de seguridad fuertes

Consulta antes y después de proyectos concretos

Avanzando un paso más en el proceso de participación, la democracia-e aborda también una nueva tendencia política que da poder a los ciudadanos y a las comunidades, permitiéndoles participar directamente en la toma de decisiones y en los proyectos (lo que puede o no formar parte de las estipulaciones de los marcos legales existentes). La utilización de las TIC es aquí importante. Los sistemas de deliberación ofrecen posibilidades ilimitadas para que los ciudadanos discutan- simultáneamente o de otro modo - temas concretos que traten, por ejemplo, de urbanismo o de movilidad. Como un ejemplo de una herramienta básica, una aplicación que permita a los ciudadanos diseñar o modificar un proyecto arquitectónico, conociendo automáticamente los efectos de estos cambios sobre la ciudad, podría reforzar la conciencia ciudadana sobre las posibilidades de las TIC y los temas de gestión pública. En este ejemplo, los ciudadanos no solamente dan su opinión sobre un proyecto o política concretos, sino que también pueden participar con pleno conocimiento de las consecuencias de sus decisiones. La implementación efectiva y el uso común de tales sistemas requieren ajustes en el proceso de toma de decisiones. Cabe esperar que la colaboración estrecha en investigación entre los departamentos gubernamentales, el sector privado y las universidades, lleve al desarrollo de las herramientas adecuadas. A continuación, seguirá siendo importante mantener al día a los ciudadanos sobre la repercusión de las acciones y decisiones comunes para generar confianza y consolidar prácticas. El suministro de información sobre el impacto que la participación ha tenido podría acompañar idealmente al desarrollo de los sistemas/herramientas de deliberación, y cada uno se beneficiaría de igual visibilidad.

La democracia-e aborda una nueva tendencia política que da poder a los ciudadanos y a las comunidades, permitiéndoles participar directamente en la toma de decisiones y en proyectos

Evolución del proceso democrático

La difusión de la democracia-e exige cambiar la organización pública desde el estilo burocrático al colaborador y demanda constantes esfuerzos para orientar la investigación sobre la tecnología de Internet, de modo que el desarrollo tecnológico futuro pueda satisfacer las necesidades de los ciudadanos y de las administraciones públicas.

Las razones y los beneficios de la participación reforzada están claros. La productividad se incrementa cuando se eliminan barreras y cuando se tienen en cuenta las ideas de los ciudadanos. Se reducen los costes debido a la mayor eficacia y aumenta la calidad de los productos y servicios públicos, por la información que suministran los ciudadanos. Todavía queda mucho por hacer, pero es necesario que pasemos del concepto de servicio público suministrado a los ciudadanos al de servicios públicos suministrados en conjunción con los ciudadanos. Poco a poco, la democracia-e puede acercar la meta de que la toma de decisiones se haga tras un proceso de deliberación organizado legalmente, mediante la creación de un enlace entre la democracia representativa formal y la democracia participativa.

Superación de la divisoria digital

Estas aspiraciones de una nueva forma de participación democrática son estupendas pero dependen del nivel y calidad del acceso a Internet de los ciudadanos. Si la democracia es un sistema en el cual cada miembro de una entidad u organización tiene derecho a votar y a participar en las decisiones, la democracia-e debería estar aún más cualificada por su sufijo 'e'. Con respecto a la primera definición, el sufijo que representa a Internet debería ser accesible para todos. Aquí accesibilidad incluye diferentes significados.

Estas aspiraciones de una nueva forma de participación democrática dependen del nivel y calidad del acceso a Internet de los ciudadanos

'Carta de los Derechos y Servicios Públicos Esenciales para los Ciudadanos Europeos en relación con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)'

Primero, el reto consiste en evitar que la divisoria digital excluya a las personas que más se beneficiarían de una mayor implicación en la gestión pública. En la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, que se va a celebrar en diciembre en Ginebra, Telecities, la gran red europea de ciudades comprometidas en liderar la Sociedad de la Información y el Conocimiento, presidida por la ciudad de Barcelona, presentará la 'Carta de Derechos y Servicios Públicos Esenciales para los Ciudadanos Europeos en relación con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)'. Esta iniciativa surge de la observación de que, aunque la divisoria digital persiste, la creciente presencia de servicios básicos en Internet (y la probabilidad de una presencia aún mayor en el futuro) nos obliga a adoptar una postura. La Carta busca establecer los preceptos que deberían definir el marco en el que todos los miembros de la sociedad puedan ser capaces de utilizar Internet y las TIC en general, beneficiándose así de iguales oportunidades en la Sociedad de la Información. Sin embargo, para que una declaración de derechos sea creíble debe traducirse en compromisos claros. Ésta es también la finalidad de la Carta: especificar una serie de servicios concebidos como la base del uso general efectivo de las TIC en nuestras ciudades, y por tanto definirlos como servicios esenciales.

Requisitos previos para las herramientas de la democracia-e

La estrategia para extender los servicios de la democracia-e debería dirigirse a lugares determinados que estén próximos al ciudadano y tengan cierta capacidad para desarrollar recursos y educar a los usuarios de todas las edades. Aquí el interés radica en que tales localidades pueden con facilidad generar y difundir la cultura de la democracia-e, por ejemplo mediante la organización de talleres, actos públicos, sesiones de formación, campañas de concienciación e incluso competiciones sobre el uso de Internet entre una amplia variedad de ciudadanos. El acceso a Internet debería extenderse a lugares accesibles a la audiencia característica de cada localidad. Los espacios públicos como colegios, bibliotecas, centros comunales y por supuesto los ayuntamientos, probablemente ocuparán una posición preeminente como 'generadores' de la cultura de la democracia-e.

La estrategia para extender los servicios de la democracia-e debería dirigirse a lugares determinados que estén próximos al ciudadano y tengan cierta capacidad para desarrollar recursos y educar a los usuarios de todas las edades

En consecuencia, las interfaces para los usuarios deben ser tan numerosas como sea posible para adaptarse a la diversidad de usos y usuarios potenciales, que van desde las comunidades y ciudadanos individuales, hasta las personas discapacitadas, directivos o jóvenes, etc. Se deberían organizar más campañas de difusión para los discapacitados y para los socialmente desfavorecidos y las funciones deberían estar lo más próximas posible a las necesidades reales de todos los actores implicados. Lo mismo puede decirse de la gestión de los contenidos. Se deberían hacer esfuerzos para garantizar que la información sea clara y totalmente comprensible para su audiencia. Para cada tipo de aplicación en línea, el tratamiento de la información y el modo en que se presenta y se accede serán decisivos. En particular, las diferencias entre la jerga administrativa y el lenguaje cotidiano de los ciudadanos y de las comunidades se deberán considerar tan importantes como la presentación, con el fin de facilitar la comunicación.

Varias administraciones públicas, al igual que la de la ciudad de Barcelona, han empezado ya a trabajar en aplicaciones de la democracia-e. Muchas de ellas están trabajando en procesos de reingeniería, que avanzan más despacio debido a la complejidad que supone ponerlos en práctica, pero que prueban la necesidad de adaptar los procedimientos de la administración pública a la integración del proceso de participación. Es de esperar que todas las iniciativas, pioneras o no, llevadas a cabo en este campo, se compartan entre todas las ciudades durante los numerosos encuentros y actos, de modo que se oiga la voz de un nuevo estándar de participación y compromiso públicos. Además, mediante la perseverancia y la cooperación entre todos los trabajos en curso sobre la democracia-e, es de esperar que sea posible diseñar juntos un marco común para validar los procesos de la democracia electrónica.

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Palabras clave

democracia electrónica, democracia participativa, votación en línea, portal de comunidades, EUROCITI

Contacto

Joan Clos, Presidencia de TeleCities

Tel.: +34 93 291 80 16, fax: +34 93 291 80 19, correo electrónico: telecities-president@mail.bcn.es

Sobre el autor

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Joan Clos es alcalde de Barcelona desde 1997. También ocupa puestos internacionales relacionados con la política urbana. Es presidente del Comité Asesor UNACLA (United Nations Advisory Committee of Local Authorities), presidente de Metropolis y de Telecities y miembro del Comité de las Regiones de la Unión Europea. Es vicepresidente del CMRE (Council of Municipalities and Regions of Europe), vicepresidente de la UTO (United Towns Organisation ) y miembro del Comité Ejecutivo de IULA (International Union of Local Authorities).

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