Un decálogo para Europa

AutorEnrique Barón Crespo
Páginas77-88
VII
UN DECÁLOGO PARA EUROPA
Enrique BARÓN CRESPO
Expresidente del Parlamento Europeo
Iniciaré mi reflexión retomando el párrafo inicial de mis memorias
europeas: «En mi vida pública dominan dos grandes pasiones: demo-
cracia con justicia social en España y en Europa. Unas ideas-fuerza que
me siguen motivando hoy en día, en un momento en que la crisis pone
en cuestión lo realizado y una oleada de pesimismo enturbia el futuro».
En mi historia personal, compartida por muchos otros federalistas
europeos, el Movimiento Europeo ocupa un lugar central desde el lejano
contubernio de Múnich de 1962, «una sacudida que ligó la lucha por la
democracia en España a nuestra participación en la construcción euro-
pea». Andadura política que he compartido en un largo caminar con los
conspiradores de Múnich: Fernando Álvarez de Miranda, presidente del
Congreso de los Diputados constituyente y el conspirador galante José
Federico de Carvajal, expresidente del Senado, resumen con honor a este
dinámico grupo, entre otros. Nuestro último encuentro fue para celebrar
el 50 Aniversario del contubernio, donde hablamos más del futuro que
del pasado.
Reflexionar sobre unas elecciones europeas para votar un verdadero
gobierno europeo es oportuno porque sitúa la cuestión existencial del
futuro de la sugestiva apuesta de construir una Europa unida y demo-
crática en el momento de la verdad para los demócratas: las elecciones.
Trataré de responder a esta problemática existencial advirtiendo que
no pretendo presentarles un programa, sino señalar las cuestiones fun-
damentales a las que los partidos políticos europeos deben de proponer
respuestas a los ciudadanos europeos.
LA UNION ERUOPEA.indb 77 18/03/14 11:19

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