La cuestión transmoderna. Una larva se transforma en mariposa
| Autor | Victoria Sendón de León |
| Páginas | 113-132 |
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La cuestión transmoderna. Una larva se transforma
en mariposa
VICTORIA SENDÓN DE LEÓN
Pensar economísticamente, como llevamos haciendo treinta años,
no es algo intrínseco a los seres humanos. Hubo un tiempo en que
organizábamos nuestras vidas de otra forma.
TONY JUDT
Desde que comencé a leer los textos de Rosa M. Rodríguez Magda sobre trans-
modernidad1 me convertí en una ferviente seguidora de una tesis tan lúcida y
coherente, hasta ponerme a escribir este artículo y comenzar a reflexionar de
nuevo sobre el tema. Me seguía pareciendo un pensamiento de lo más original,
pero algo imprevisible había sucedido que, de algún modo, me hacía analizar su
discurso desde otra perspectiva. Todo su desarrollo traducía la aproximación a
un devenir que parecía responder a la tríada de Tesis, Antítesis y Síntesis, que
desembocaba, de acuerdo a una lógica dialéctica implacable, en los inicios de una
etapa histórica nueva: la Tran sm ode rn id ad . Sin embargo, una crisálida que había
rasgado su bolsa después de la Segunda Guerra, volaba libremente de América
a Europa cambiando el curso de los vientos y arrastrando tras de sí una tor-
menta perfecta.
El crash de 2008 irrumpió como un verdadero «acontecimiento» en el sentido
foucaultiano del término, tal como se describe en Arqueología del saber.2 Bajo las
grandes continuidades que el pensamiento ordena podemos detectar la inciden-
cia de interrupciones que originan la discontinuidad, la cual puede ser rastreada
en umbrales, rupturas, cortes, mutaciones o transformaciones imprevistas. Más
tarde, la historia parece borrar, en provecho de estructuras más firmes, la irrup-
ción de aquellos «acontecimientos» no previstos. Es como si necesitáramos refe-
rir el acontecer diacrónico a la actividad sintética del sujeto. Sin embargo esta
crisis, que apareció como débacle económica y que se perfila más como un cam-
bio de Era, constituye realmente un acontecimiento que desborda nuestro pre-
sente y, por tanto, no existe la posibilidad de borrar sus huellas.
El acontecimiento al que me refiero es demasiado inmediato como para en-
contrarle un «sentido» que lo integre en un devenir coherente y discontinuo, por-
que recurrir simplemente a Marx para encuadrarlo en las necesarias crisis perió-
1. Rodríguez Magda, R.M. Tran sm ode r nid ad , Barcelona, Anthropos, 2004.
2. Foucault, M. Arqueología del saber, Madrid. Siglo XXI, 1979/ L’archeologie du savoir. Paris, Gallimard, 1969.
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114 LA CONDICIÓN TRANSMODERNA
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dicas del capitalismo resulta una explicación demasiado simple para dar cuenta
de toda su complejidad.
Sólo la distancia en el tiempo hace posible resolver la verdadera cuestión crítica de
la hermenéutica, la de distinguir los prejuicios verdaderos bajo los cuales compren-
demos, de los prejuicios falsos que producen los malentendidos.3
Por más que Karl Marx se vuelva a leer con devoción, las grandes finanzas y
los gobiernos prestan más credibilidad a economistas neoliberales como Milton
Freadman, o incluso a brockers ignorantes, que a científicos y filósofos estudiosos
de los sistemas complejos, que no responden a la simple aplicación de recetas
económicas basadas en la matemática lineal de la regla de tres. Aquellos, cada vez
que observan una conducta humana en relación al mercado que no son capaces
de explicar, recurren a conceptos como ‘desequilibrio’, lo consideran aleatorio y lo
incluyen en su modelo como algo ‘normal’. Por ejemplo, la tasa natural de desem-
pleo, que tiene de todo menos de natural, como señala Yanis Varoufakis en El
Minotauro global.4 Esta vez, las ‘desviaciones’ no son en absoluto aleatorias. Co-
rresponden a un esquema más profundo, y es que los sistemas complejos no pue-
den ser explicados de modo lineal: ni como aplicación automática de la relación
causa-efecto, ni como progresión aritmética o geométrica cuantitativas. Como no
acaban de comprender qué sea eso de la complejidad, recurren a pseudosolucio-
nes que profundizan aún más la crisis. «Tener fe en el mercado, apretarse el cintu-
rón y rendirse al fetichismo del dinero son la ruina», afirma Varoufakis.5
Sistemas complejos
Para comprender por qué aquel ‘acontecimiento’ ha cambiado la ruta por la que
tendría que discurrir la transmodernidad según la lógica dialéctica, hemos de te-
ner en cuenta las características de los sistemas complejos.
Decía Niels Borh que «lo que conocemos no es el mundo en sí, es el mundo
con nuestros conocimientos», por eso cuando comprobó que la exposición espe-
culativa de su maestro Rutherford sobre el átomo no podía explicarse de acuerdo
a la experiencia, concluyó que el comportamiento del átomo respondía a otras
leyes físicas que no eran las ne wtonianas. De este modo cambió en cierta medida
el paradigma y llegó a ser uno de los padres de la física cuántica, aunque —contra
su voluntad— también de la bomba atómica.
3. Gadamer, H.G. Verdad y método. Salamanca, Sígueme, 1991, p. 369.
4. Varoufakis, Y. El Minotauro global. Madrid, Capitán Swing, 2012 / The global Minotaur: America, the true
origins of the financial criris (2011).
5. Ibíd., p. 71.
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