Sobre el cuasicontrato de cobro de lo indebido

AutorFrancisco Menéndez Gijón
Páginas305-317

Page 305

Bibliografía

Pochonet, L'erreur de droit. -Putcha, Pandekten. -Kuntze, Cursus des Römischen Rechts. -Henle, Vorstellungs und Willenstheorie in der Lehre von der juristichen Willenserklärung. -Mackeldey, Lehrbuch des heutigen Römischen Rechts. -Mühlembruch, Doctrina Pandectarum. -Donellus, Opera Omnia. -Cujacius, Ad diversos Títulos Pandectarum recitationes absolutissim?. -Vinnius, In quatuor libros Inst. Imp. Commentarius academicus et forensis. -Pothier, Oeuvres. -Walsman, Der Verzicht. -Baudry, Précis de Drôit civil. -Chironi, Istituzioni di Diritto civile. -Laurent, Coroso elementare di Diritto civile (versión italiana). -Collin, Théorie de la cause des obligations conventionees. Manresa, Comentarios al Código civil español. -Sánchez Román, Estudios de Derecho civil. -Keller, De la procedure civile et des actions chez les romains (versión francesa). -Barassi, Teoría della ratifica del contratto annullabile. -Cossentini, La reforma de la legislación civil. -Mortara, Manuale della Procedura civile. -Savigny, Traité de Droit romain (versión francesa).

I

En una publicación consagrada a los problemas del Derecho inmobiliario, acaso parezca inoportuno tratar del tema que en el título de este trabajo se anuncia; no lo es, sin embargo, ya que la expresión solutio indebiti tiene un significado que excede a los estrechos márgenes en que, por lo común, se la encierra: el ámbitoPage 306 de la obligatio, sin reparar en que el pago envuelve a veces transmisión del dominio 1.

Con harta razón ha dicho Mackeldey: "Das Wort solutio indebiti wird hier aber in einem sehr ausgedehnten Sinne genommem und begreift unter sich auch del Fall, wo Einer den Andern eine Handlung indebite leistete, oder eine Schuld übernahm wozu er nicht verpflichtet war, oder ein Recht aufgab, oder eine Schuld erliess u. s. w."

Puede, por tanto, comprenderse en el campo de la solutio indebiti la transmisión de un derecho real y aun del dominio sobre inmuebles. Lo ponen de manifiesto los siguientes textos de las Pandectas referentes a aquel instituto.

La ley 6 fr. Pomp., en cuanto por ella se establece la norma general de que pueden ser objeto de pago indebido, a los efectos de la condictio indebiti tanto cantidades como especies:

Quod indebitum per errorem solvitur, ant ipsum (si species est) ant tantuum em (caso de ser una quantitas) repetiur.

Y las siguientes, que concretamente hablan de un pago hecho indebite, y versando sobre entrega de inmuebles o transmisión de derechos reales:

"Si fundi mei usumfructum tibi dedero, falso existimans me eum tibi deberé, et antequam repetam decesserim, condictio ejus ad heredem quoque meum transit." (Dig. hoc. tít. Lex 12, fr. Paul.)

"Indebiti soluti condictio naturalis est. Et ideo etiam quod rei solutæ accessit venit in condictionem: ut partus partus qui per ancilla natus est, vel quod alluvione accessit; imo et fructus, quos is cui solutum est, bona fide precepit, in condictionem venient. Sed si numi alieni dati sint, condictio competet, ut vel possesionem eorum reddatur: quemadmodum si falso existimans me tibi debere alicujus rei tradidissem, condicerem. Sed et si possessionem tuam facissem ita ut tibi per longi temporis prasscriptionem avocari nonPage 307 possit, etiam sic rectetecum per indebitam condictionem agerem." (Dig. hoc. tít. Lex 15 fr. Paul.)

"Cum iter excipere deberem, fundum liberum per errorem tradidi; incerti condicam ut iter mihi concedatur." (Dig. hoc. tít. Lex 22. fr. Pomp.)

De un modo directo no hablan estos textos de transmisiones de dominio realizadas indebite; pero existe en cuanto a ellas una razón idéntica y regirá, consiguientemente, la misma norma. Para el ejercicio de la actio in rem, lato sensu, es indispensable que la reclamación en ella contenida verse directamente sobre una res nostra, bien sea vere nostra o trátese, por el contrario, de cosas magis ad jus nostrum pertinentes, quam nostr?, lo que determina la división en actiones in rem jure civili constitut? y actiones in rem jure prcetorio constitut?.

Así, por tanto, cuando la cosa hubiere salido de nuestro patrimonio a virtud de un acto o contrato que normalmente deba ocasionar su transmisión a otra persona, ni por derecho civil ni por derecho pretorio puede considerarse nuestra a los efectos de ser perseguida mediante una ni rem actio. Si, pues, indebite se hubiere transferido por el dueño la propiedad de una cosa, bien mueble o ya inmueble, el ejercicio de la reivindicatoría se hará imposible y habrá de acudirse al mecanismo procesal de la condictio indebiti.

Viniendo más a la entraña del problema y centrando su estudio en el examen de la traditio, se observa, por el conjunto de los textos, que siempre que a aquélla precede una causa civilis y la cosa fuere propia del tradens, la transmisión del dominio se efectuará, a pesar de un error que incida sobre cualquiera otra circunstancia del acto o de la cosa. La necesidad de esa causa la pone de manifiesto Paulo en los siguientes términos:

"Numquam nuda traditio transfert dominium; sed ita: si venditio aut aliqua causa præcesserit, propter quam traditio sequeretur." (Dig. Lib. XLI, Tít. 1, L. 31.)

Hay un caso en que el error obsta a la eficacia transmisiva de la traditio: cuando, creyéndola ajena, una persona intente transmitir nomine alieno una cosa suya:

"Si procurator meus vel tutor pupilli, rem suam, quasi meam vel pupilli alii tradiderit, non recessit ab eis dominium, quia nemoPage 308 errans rem suam emittit 2." (Dig. Lib. XLI, Tít. I, L. 35. fr. Ulp.)

Este error que el tradens padezca in re sua seu in dominio rei su?, es el único que pone obstáculos a la transmisión porque, con toda evidencia, falta en tal supuesto como ese la voluntad de transmitir, voluntad que es como la esencia y razón del poder emisor que a la traditio se reconoce: "Per traditionem quoque jure naturali res nobis adquiruntur: nihil enim tan conveniens est naturali æquitati, quam voluntatem domini, volentis rem suam in alium transferre, ratam haberi." (Inst. Lib. II, Tít. I, § 40.)

De ello se deduce que habrá de conocer el tradens ser suya la cosa y preceder una causa que sea la justificación de esa voluntad de enajenarla. Sobre la concurrencia de este último requisito se hace preciso formular algunas observaciones. La causa se considera aquí meramente como el...

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