Una aproximación cuasi-experimental al impacto de la actuación pública sobre la capacidad generadora de empleo

AutorDiego Such Pérez y José Antonio Belso Martínez
CargoCatedrático de Economía Aplicada y Política Económica de la Universidad de Alicante
Páginas117 - 138

Una aproximación cuasi-experimental al impacto de la actuación pública sobre la capacidad generadora de empleo y crecimiento de las nuevas empresas

DIEGO SUCH PÉREZ* y

JOSÉ ANTONIO BELSO MARTÍNEZ**

  1. INTRODUCCIÓN

    Desde principios de la década de los noventa hasta nuestros días, el dilema generado por la capacidad limitada de las tradicionales políticas de estabilización para fomentar el crecimiento económico, ha empujado a los responsables en materia de política económica a buscar actuaciones alternativas capaces de mantener las tasas de crecimiento económico y de empleo1. Favorecer el clima de empresarialidad, dada la vinculación entre creación de empresas y estos objetivos macroeconómicos (Reynolds, 1997 Audretsch et al., 2001), se ha convertido en una opción preferente entre los responsables en materia de política económica. De ahí la preocupación constante en instrumentalizar acciones y programas para promover una mayor inclinación hacia la creación de empresas.

    De manera esquemática, dos grandes grupos recogen las distintas medidas para el fomento de las nuevas empresas y empresarios: actuaciones directas, a través de medidas específicas, y actuaciones indirectas, mediante medidas genéricas. Sin ser exhaustivos, entre las primeras cabe citar los programas de asesoramiento, las ayudas a la obtención del capital inicial o los premios. Mientras, entre las segundas, encontramos actuaciones para el fomento de la competencia, desregulación del mercado de trabajo o medidas para el control de la inflación. En esencia, la filosofía de algunas de estas actuaciones sigue la rationale clásica de que el mercado no aporta los suficientes incentivos como para que los agentes opten por la creación de empresas al nivel socialmente deseable, de ahí que sea conveniente la intervención pública.

    A tenor de la amplitud y profundidad del abanico de actuaciones, no puede ser menor el número de organismos responsables del diseño o la implementación de este tipo de medidas. Así, es posible destacar la Administración, las universidades o las asociaciones relacionadas con determinados colectivos empresariales y sociales. Frecuentemente, la implicación de este elevado número de organismos ha generado dificultades en materia de coordinación o duplicidad (Velasco, 1998). Bien es cierto que esta falta de eficiencia en algunos puntos, no ha puesto en tela de juicio la efectividad de las actuaciones (Audretsch y Thurik, 2000; Audretsch et al., 2001; Carree et al., 2001).

    Ante la escasez de trabajos en este sentido para el caso español, el propósito de nuestra investigación radica en contrastar la capacidad de influencia que la actividad pública en este campo posee sobre los resultados de las empresas y, por tanto, sobre su contribución al crecimiento económico y del empleo. Cara a la consecución de este objetivo, hemos estructurado nuestro estudio en cinco grandes apartados. Tras esta breve introducción, presentamos una serie de generalidades sobre la valoración de la actuación pública. Seguidamente, comparamos los modelos experimentales y los no experimentales. En el punto cuarto, establecemos una serie de hipótesis en función de una revisión de la literatura sobre los estudios relacionados con el objeto de nuestra investigación. A continuación exponemos la metodología aplicada en la recogida de información y el modelo empleado para el análisis de los datos. A lo largo del punto sexto, llevamos a cabo una valoración de los resultados. Finalmente, cerramos nuestro trabajo con una valoración de los resultados y las conclusiones más relevantes derivadas de la investigación.

  2. ANÁLISIS DEL IMPACTO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS: EL CASO DE LAS INICIATIVAS REGIONALES Y LOCALES

    Pese a que las modernas teorías de política económica (sobretodo de tipo regional) tratan de estimular el crecimiento económico y la reducción de las disparidades mediante instrumentos elaborados desde el lado de la oferta, la práctica demuestra como frecuentemente se sigue apostando por instrumentos desde la demanda. Esto posiblemente sucede por la creencia de que pueden proporcionar soluciones en un periodo de tiempo inferior (De la Fuente, 1996; Elorza, 1990).

    En el caso concreto de las políticas regionales y locales, en la mayoría de ocasiones, la elección de actuaciones de uno u otro perfil también responde más a la intuición del responsables en materia de política económica que a los resultados ofrecidos por una evaluación científica de programas y actuaciones. Máxime teniendo en cuenta que la evaluación de las políticas regionales, a pesar de ser considerado un input clave en la toma de decisiones, continúa siendo un campo poco desarrollado y sujeto a controversia en la metodología empleada (González, 2001; Coronado, 1997). Sobre este debate, Robinson y Wren (1987) apuntan que, en múltiples ocasiones, los efectos de la política regional son desconocidos y muy pocas las investigaciones que ofrecen respuestas claras a las preguntas sobre la efectividad de la misma.

    Cuatro parecen ser los problemas típicos que generan la escasa nitidez de los resultados alcanzados por los análisis del impacto generado por la actuación pública (Coronado, 1997): la delimitación de los objetivos, no es habitual encontrarlos bien acotados; la separación de los efectos de una actuación de otras influencias endógenas o exógenas; la disponibilidad de datos y las escalas temporales y espaciales a las que se circunscribe el trabajo; y, en último lugar, cabe mencionar la problemática intrínseca a cada una de las técnicas estadísticas o metodológicas aplicadas.

    Donde no hay discrepancia alguna es en que cualquier programa o actuación pública tiene como misión la generación del mayor impacto mediante la asignación del menor volumen de recursos públicos posible. Se trata de alcanzar la mayor adicionalidad, entendida según Georghiou (1994) como el efecto incentivador de la política pública medido en términos cuantitativos y cualitativos. Para el caso de una política para el fomento de nuevas empresas, Birch (1987) establece como objetivo esencial el incremento de la vitalidad empresarial, entendida como la medida del nivel de actividad emprendedora en una región o ámbito espacial. Desde una perspectiva más abierta, Stevenson (1996) trata de ser más concreto estableciendo metas como: «Aumentar el grupo de personas que poseen la motivación, las capacidades, las habilidades, y el deseo de poner en marcha su propio negocio»2.

  3. EL IMPACTO DE LA ACTUACIÓN PÚBLICA. MODELOS EXPERIMENTALES VERSUS NO EXPERIMENTALES

    Entre los métodos usados más frecuentemente para estudiar el comportamiento y la respuesta de las unidades microeconómicas ante los estímulos de la intervención pública aparecen las encuestas3. Bien es cierto que, autores como Coronado (1997) no dudan en considerarlas más una fuente primaria de obtención de datos que una metodología de evaluación y análisis del impacto en sentido estricto.

    Generalmente, los estudios fundamentados sobre encuestas abarcan una amplio abanico de cuestiones. Entre ellas podemos destacar las decisiones de inversión o localización de empresas (Marquard, 1980; Moore et al., 1991; y Artikis,1993). Un autor como Storey (1990), señala el uso de las encuestas como especialmente útil en la determinación del impacto de iniciativas de tipo local y regional donde el objetivo sea la búsqueda del crecimiento económico y, especialmente, el nivel de empleo.

    El método cuasi-experimental es uno de los procesos para determinar la existencia de impacto en la actuación pública fundamentado en encuestas. En líneas generales consiste en, una vez determinadas las variables objetivo y el espacio temporal, realizar la encuesta y confrontar las diferencias en el comportamiento de dichas variables entre grupos de empresas sometidos y no sometidos a actuación. Más concretamente, puede comenzar mediante una encuesta, y culminar con la selección de un grupo de características similares al que ha sido objeto de intervención pública para compararlo con el sometido a tratamiento. De este modo se obtiene una referencia del efecto generado por la actuación.

    3.1 Métodos experimentales versus no experimentales

    Durante años ha existido un intenso debate sobre la idoneidad de los estudios no-experimentales (entre ellos los cuasi-experimentales) frente a estudios de tipo puramente experimental. Algunos de los defensores de estos últimos (Lalonde, 1986; Lalonde y Maynard, 1987; Franker y Mayard, 1987, Friedlander y Robins, 1995; Greenberg y Wiseman, 1992) tratan de apoyarlos cotejando la fiabilidad derivada del empleo de ambos tipos de métodos. Para ello comparan los resultados obtenidos mediante la metodología experimental y no-experimental. Las conclusiones alcanzadas señalan la diversidad de los resultados, la elevada exposición de los métodos no experimentales al sesgo, e incluso su dificultad de comprensión para el responsable en materia de política económica (Burtless, 1995).

    Sin embargo, no todo han sido detractores hacia el campo de la evaluación no experimental o cuasi-experimental. De hecho, investigaciones como las llevadas a cabo por Heckman et al. (1987) o Heckman y Smith (1995) indican como, mediante una apropiada selección de datos y modelización econométrica, resulta factible alcanzar una estimación rigurosa del impacto de la actuación pública. Es más, incluso se permiten realizar serias objeciones a los planteamientos puramente experimentales tanto de tipo metodológico (aparición de ciertos sesgos en el momento de la selección aleatoria) como funcional (incapacidad para contestar ciertas cuestiones claves para los responsables en materia de política económica o concluir si una actuación genera resultados).

    Como podemos observar, ambos métodos poseen fortalezas y debilidades. Desde un posición conciliadora, Burtless (1995) señala la complementariedad de ambos enfoques y apunta que algunas de las deficiencias constatadas por unos y otros son compartidas. A nuestro juicio, en la línea de aportaciones como la realizada por el Human Resources Development Canada (1998), un análisis cuasi-experimental puede ser capaz de proporcionar información nítida sobre el impacto de una actuación pública. Siempre y cuando se realice un adecuado control del sesgo en la elección de los grupos a estudiar.

  4. EL IMPACTO DE LAS POLÍTICAS PARA EL FOMENTO DE NUEVAS EMPRESAS: HIPÓTESIS DE CONTRASTE

    Para el caso español, no muchas investigaciones se han centrado en el análisis de la capacidad generadora de empleo, crecimiento y supervivencia de aquellas nuevas empresas ayudadas con la intervención pública. Pese a todo, sobre la base de ciertas propuestas teóricas y los escasos trabajos disponibles a nivel internacional (Almus, 2001), hemos tratado de establecer algunas hipótesis a contrastar en función de los indicadores que hemos utilizado para evaluar el comportamiento de las nuevas empresas.

    Dos grandes presupuestos sintetizan el interés global de esta investigación (H0a y H0b). A partir de aquí, buscando enriquecer nuestras conclusiones, estas dos hipótesis se han desagregado en tres grupos (seis hipótesis más) cuya misión obedece a aislar la efectividad de los efectos de tres instrumentos como son: las rebajas y exenciones fiscales, las subvenciones y las medidas específicas para el fomento de nuevas empresas. A continuación presentamos las hipótesis globales y los tres grupos desagregados.

    H0a: El grupo de nuevas empresas objeto de la actuación pública obtiene una performance superior frente a las restantes nuevas empresas

    H0b: El grupo de nuevas empresas objeto de la actuación pública alcanza mayor crecimiento medido en términos de empleo que las restantes nuevas empresas

    El primer grupo de hipótesis a contrastar trata de recoger las repercusiones de las medidas de tipo fiscal para el fomento del clima emprendedor. La amplia mayoría de los trabajos realizados sobre el impacto de los impuestos en el desarrollo de las nuevas empresas señalan su carácter negativo (Verheul et al., 2001; Timmons, 1997; Lundström y Stevenson, 2001; entre otros). El mismo Bartik (1991), desde una perspectiva local, establece una elasticidad negativa entre la actividad económica generada por las empresas con respecto de los impuestos.

    H1a: El grupo de nuevas empresas objeto de la actuación pública mediante rebajas y exenciones fiscales obtiene una performance superior frente a las restantes nuevas empresas

    H1b: El grupo de nuevas empresas objeto de la actuación pública mediante rebajas y exenciones fiscales alcanza mayor crecimiento medido en términos de empleo que las restantes nuevas empresas

    El segundo grupo de hipótesis a contrastar se centra en los resultados derivados de la concesión de ayudas financieras y subvenciones a las empresas de nueva creación. Parece razonable pensar, apoyándonos en la Teoría de la producción, que nuevas empresas con acceso a este tipo de actuaciones posean costes operativos comparativamente más bajos. Por tanto, los beneficios que probablemente obtengan tiendan a ser superiores y su probabilidad de supervivencia mayor. Las evidencias empíricas obtenidas por diversos autores y estudios parecen refrendar esta hipótesis (Centosud, 1995; Ministero per gli Interventi, 1993)4. Además, incluso existen trabajos que demuestran un impacto positivo de ambos instrumentos sobre los índices de medición del crecimiento empresarial (Pfeiffer y Reize, 2001; Almus, 2001).

    H2a: El grupo de nuevas empresas objeto de la actuación pública mediante subvenciones obtienen performance superiores frente a las restantes nuevas empresas

    H2b: El grupo de nuevas empresas objeto de la actuación pública mediante subvenciones alcanzan mayor crecimiento medido en términos de empleo que las restantes nuevas empresas

    El tercer grupo de hipótesis a contrastar se centra en aquellas actuaciones públicas con un perfil específico para el fomento de nuevas empresas. Entre estas actuaciones destacan los estímulos para acceder a redes o información relevante y los servicios de apoyo a las empresas (KPMG/ENSR, 2000)5. Estos últimos, se han convertido en una de las herramientas esenciales en el instrumental de las políticas regionales en Europa (Bellini, 2000). Al hilo de su creciente relevancia, la Comisión Europea señala la necesidad de mejorar la calidad de sus actividades concediéndoles un papel clave a la hora de crear empresas más competitivas y, por tanto, con mayor capacidad de supervivencia y generación de empleo (Comisión Europea, 2001).

    La literatura en evaluación de los servicios de apoyo a las empresas es más bien escasa (Bellini, 2002). Los pocos trabajos disponibles (Shapira et.al, 1996; Shapira, 2001; Pietrobelli y Rabellotti, 2003; Gatewood y Chrisman, 1998; Levie y Muzyka, 1996; Monroe et al., 1996), destacan que, salvo pequeñas matizaciones, el efecto generado por los servicios sobre el desarrollo de las empresas es positivo.

    H3a: El grupo de nuevas empresas que emplean los servicios de asistencia alcanzan performance superiores frente a las restantes nuevas empresas

    H3b: El grupo de nuevas empresas que emplean los servicios de asistencia alcanzan mayor crecimiento medido en términos de empleo que las restantes nuevas empresas

  5. PROCESO DE VALORACIÓN DEL IMPACTO

    El método de valoración por el que optamos en este trabajo esta fundamentado en encuestas y es de naturaleza cuasi-experi- mental con asignación no aleatoria a cada uno de los grupos empleados para la valoración del impacto. En términos generales, las razones de nuestra elección se fundamentan en la particularidad del perfil de nuestro estudio y las tradicionales ventajas frente a otros métodos6. Más específicamente, las reflexiones reflejadas anteriormente señalan su idoneidad porque:

    • Los métodos fundamentados en encuestas a las unidades microeconómicas (en este caso empresas) se acomodan a las necesidades generadas por la determinación de iniciativas locales y regionales.

    • Siempre que hayan resultados significativos, permiten presentar conclusiones bastante pragmáticas y comprensibles cara a la toma de decisiones de política económica.

    • Bajo las condiciones planteadas y con una permanente vigilancia respecto al sesgo, puede presentar resultados con una robustez razonable.

    El procedimiento de aplicación del modelo establece una serie de etapas. Una vez se ha producido la recogida de datos, las empresas se encuadran en dos grupos distintos. Por un lado aquellas que se benefician de ayudas o programas públicos. Y, por el otro lado, el grupo de control constituido por las empresas que no gozan de ayuda alguna. Establecidos ambos grupos y, con la finalidad de eliminar cualquier sesgo, se contrasta la inexistencia de diferencias en ciertos factores que pueden influir en las variables utilizadas para verificar el impacto (perfil del empresario, entorno económico, motivadores, estilo de gestión). Demostrada la inexistencia de diferencias en dichos factores, se comprueba la existencia o no de impacto.

    Siempre conviene recalcar que ante una asignación aleatoria a los grupos objeto de estudio, desaparece la necesidad de un análisis previo sobre potenciales atributos que puedan restar nitidez a valoración del impacto generado por la actuación pública. Este impacto se puede analizar únicamente comparando el grupo de control y el grupo objetivo de la actuación (Greenberg y Wise- man, 1992). Sin embargo, teniendo en cuenta que para este estudio optamos por una asignación no aleatoria, es evidente la conveniencia de en un análisis sobre las diferencias entre el grupo de empresas y empresarios que utilizan ayudas y programas públicos en el momento de la creación y durante los tres años de operaciones. Solo así, demostramos la construcción de grupos comparables entre sí y garantizamos la robustez de nuestra investigación (Dickinson et al., 1987).

    5.1. Obtención de los datos

    En función de los propósitos establecidos para este trabajo, decidimos emplear una muestra de empresas de nueva creación localizadas en el ámbito de la Comunidad Valenciana. Esta muestra fue seleccionada a partir de la base de datos Dun&Bradstreet7 segmentada mediante los siguientes criterios:

    Las empresas debían ser emprendedoras. En todo momento fuimos conscientes del elevado número de sociedades creadas por motivos legales o fiscales. Se concienció a los responsables de la recogida de datos en la necesidad de filtrar aquellos negocios cuya puesta en marcha no respondiese estrictamente a motivos emprendedores.

    • Las empresas debían de ser de reciente creación. De ahí que aplicásemos las directrices marcadas por trabajos previos en esta materia (Timmons, 1997; Ripollés et al., 1999) que consideran como periodo de creación los primeros tres años de antigüedad.

    • Las empresas debían ser pequeñas y medianas. Tratamos de evitar un elevado número de microempresas y concentrar nuestros esfuerzos en negocios con tamaños superiores a diez empleados. La razón de esta decisión se fundamentó en la búsqueda de una mayor nitidez en la valoración que determinadas barreras pudieran tener sobre la viabilidad y la evolución del negocio.

    La aplicación de estos criterios redujo considerablemente el número de empresas susceptibles de ser sometidas a encuesta. Un total de 253 empresas fueron contactadas, 72 de ellas participaron en la investigación y respondieron al cuestionario. Esto situó la tasa de respuesta real en 28,45%. La proporción de empresas de cada sector que contestó al cuestionario fue similar a la estructura de la población inicialmente determinada.

    El método empleado para la recopilación de la información fue la encuesta administrada al empresario. La recogida de datos finalizó a lo lago del mes de marzo de 2000. Para aquellos casos donde existía más de un propietario del negocio, únicamente uno de ellos fue sometido a la encuesta. En términos generales, nuestro cuestionario valoraba más de ochenta variables relacionadas con la puesta en marcha y desarrollo inicial de la empresa, y fue diseñado teniendo en cuenta las tradicionales recomendaciones esgrimidas por la literatura en investigación de mercados (Ortega, 1990): brevedad, sencillez, relevancia y precisión8.

    El cuestionario, diseñado en base a otros empleados con anterioridad, fue sometido a un pretest por varios especialistas de la Universidad Miguel Hernández, Universidad de Alicante y el Instituto Tecnológico de la Empresa (Red IMPIVA-Generalitat Valenciana). Posteriormente, se testó en cinco empresas pertenecientes a diferentes sectores para comprobar su idoneidad y posibles divergencias intersectoriales.

    5.2. Análisis factorial en componentes principales

    El excesivo número de variables empleadas en nuestra investigación, nos empujó a tratar de reducir el número de las mismas a través de un análisis factorial en componentes principales. Esto nos permitió trabajar con un conjunto de factores capaces de explicar un elevado porcentaje de la varianza observada y alcanzar mayor claridad en nuestra exposición.

    Las variables encargadas de recoger la información sobre la importancia de las diferentes barreras a las que se enfrenta el empresario en el momento de la creación se redujeron en tres factores (véase Anexo 1)9. El primero de ellos (BLOGEINF) contempla las barreras logísticas y de obtención de información relevante para la gestión o la toma de decisiones. El segundo de los factores (BFACYBUR) recoge básicamente los contenidos de las variables encargadas de medir la dificultad de acceso al factor humano, a la financiación y las trabas burocráticas vinculadas a la creación de la empresa. El tercer factor (BMERCAD) contiene la información referente a la valoración otorgada a los problemas vinculados al mercado.

    El Anexo 2 contempla los factores derivados de los motivos que empujaron al emprendedor a poner en marcha su empresa. El conjunto inicial de variables se redujo a tres factores: Un factor que resume variables «push» con signo negativo y el conocimiento de una tecnología innovadora (NEGYTEC); otro con motivadores como la experiencia acumulada en el negocio y la disponibilidad de recursos financieros (FINYEXP); y, un último factor generado a partir de los motivadores que refleja el apoyo de la administración y la existencia de una oportunidad de negocio (OPYADM).

    En el caso de las aspiraciones del emprendedor (véase Anexo 3), el conjunto inicial de variables se redujo a dos factores: un primer factor que refleja variables relacionadas con la necesidad de reconocimiento e independencia (NINDYREC), y un segundo encargado de condensar aspiraciones como tener un reto continuo y alcanzar mayor bienestar para toda mi familia (NLOGYRIE).

    Los distintos rasgos del estilo de dirección también fueron sometidos al análisis factorial en componentes principales. Los resultados del mismo pueden observarse en el Anexo

  6. Cada uno de los factores obtenidos reflejan una característica particular o enfoque en la gestión de la empresa. Así, podemos encontrar: enfoque comercial (ENFCOM), enfoque con estilo de gestión arriesgado e independiente (ENFINYRI), enfoque diferenciación (ENFDIFER), enfoque de planificación a largo plazo (ENFPLAN), y un enfoque hacia los resultados (ENFRESUL).

    Las variables responsables de medir la trayectoria de la empresa y los rasgos demográficos del empresario se redujeron a dos factores (véase Anexo 5). Por un lado, un factor que refleja edad, inversamente nivel de formación, experiencia profesional y experiencia relacionada con el negocio actual (TRAYPROF). Y, por el otro un factor que contempla el comportamiento relacionado del crecimiento en la cifra de ventas y los resultados (PERFORM).

    5.3. Pretest de las diferencias intergrupales

    A partir de los resultados obtenidos en el análisis factorial, se construyeron dos pruebas para el estudio de la igualdad de medias entre el grupo objeto de la actuación y el denominado grupo de control. En concreto, mediante la distribución T de Studet, contrasta la hipótesis nula que los factores medidos sobre los dos grupos se distribuyen de la misma forma y, por tanto, no hay diferencias en el comportamiento del factor en ambos grupos (H0: m0=m1). De este modo resulta factible descartar distorsiones en los resultados de la valoración del impacto.

    Conviene recordar que, a tenor de la investigación realizada sobre el proceso emprendedor, existen una serie de rasgos propios del empresario o del entorno económico que pueden incidir sobre el desarrollo de la empresa. Entre los rasgos personales del emprendedor podemos mencionar la experiencia empresarial previa, los niveles de formación académica, la necesidad de logro, la propensión al riesgo o la necesidad de independencia. Mien- tras que, en referencia al entorno económico cabe señalar la disponibilidad de, recursos productivos y recursos financieros, la idoneidad de los medios de transporte y acceso a información relevante para la toma de decisiones, la existencia de moderadas barreras legales y trámites administrativos.

    (No incluye TABLA 1. PRUEBA T SOBRE LA IGUALDAD DE MEDIAS EN MUESTRAS INDEPENDIENTES)

    La Tabla 1 resume las potenciales diferencias entre los factores que aglomeran características del empresario previas a la puesta en marcha del negocio y la actuación pública. El estudio de lo resultados pone de manifiesto como ninguno de los factores analizados presenta diferencias estadísticamente relevantes entre el grupo objeto de la intervención pública y el grupo de control. Esto nos permite eliminar una relación de causalidad entre estos factores y las potenciales diferencias en los niveles de resultados obtenidos por los grupos de empresas analizados.

    Existe otro tipo de factores que llegado el momento también pueden sesgar nuestra valoración del impacto de la actuación pública. De hecho la investigación en el campo del empresario y la creación de empresas señala el estilo dirección como uno de los posibles factores que pueden influir en el crecimiento y los resultados de las nuevas empresas. Una adecuada planificación, un enfoque comercial acusado o una estrategia empresarial asentada sobre la diferenciación son factores determinantes de una evolución positiva del negocio.

    (No incluye TABLA 2. PRUEBA T SOBRE LA IGUALDAD DE MEDIAS EN MUESTRAS INDEPENDIENTES)

    Como podemos observar en la Tabla 2, de nuevo no hallamos diferencias estadísticamente significativas en el estilo de dirección seguido por las empresas de cada grupo. Bien es cierto que para el factor relacionado con el enfoque comercial (ENFCOM), la diferencia sería significativa para un p-valor relativamente próximo al estadísticamente significativo (p = 0,120), siendo esto algo a ser tenido en cuenta en el momento de analizar los resultados de la investigación y proponer conclusiones. No obstante, en términos generales, nuestro análisis «a priori» sobre la idoneidad de la selección de grupos realizada induce a conceder una dosis de confianza razonable a los resultados obtenidos en la valoración del impacto.

    5.4. Test de las diferencias intergrupales tras la actuación pública

    Descartada la posibilidad de algún tipo de sesgo en la selección de los grupos, se procedió a estudiar el impacto de la actuación pública. Se emplearon tres indicadores del comportamiento de la empresa: el número medio de empleados, el crecimiento en la cifra de ventas, y la evolución de los resultados. Estos dos últimos indicadores fueron resumidos en un único factor. Aplicamos de nuevo la prueba de diferencia de medias sobre el factor «PERFORM» y el número medio de empleados.

    (No incluye TABLA 3. PRUEBA T SOBRE LA IGUALDAD DE MEDIAS EN MUESTRAS INDEPENDIENTES TABLA 4a. PRUEBA T SOBRE LA IGUALDAD DE MEDIAS EN MUESTRAS INDEPENDIENTES TABLA 4b. PRUEBA T SOBRE LA IGUALDAD DE MEDIAS EN MUESTRAS INDEPENDIENTES)

    La Tabla 3 refleja la solución del contraste de manera agregada (las empresas que fueron objeto de algún tipo de actuación pública frente al grupo de control). Así, en relación con el factor «PERFORM» se observa una relación claramente significativa. La media de las empresas pertenecientes al grupo objeto de la actuación pública supera a la obtenida por las empresas del grupo de control. Frente a este resultado, el indicador número medio de empleados no manifiesta diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos.

    Buscando profundizar más en el impacto de cada instrumento, decidimos desagregar la actuación pública en: ayudas específicas a la creación de empresas (Tabla 4a), subvenciones (Tabla 4b) y exenciones-desgravaciones (Tabla 4c). El primero de los casos no refleja repercusión alguna de las ayudas específicas a la creación sobre los indicadores utilizados. Para los otros dos casos, subvenciones y exenciones-desgravaciones, el impacto queda claro sobre el factor «PER- FORM» y no se evidencia repercusión alguna sobre el número de empleados.

    (No incluye TABLA 4c. PRUEBA T SOBRE LA IGUALDAD DE MEDIAS EN MUESTRAS INDEPENDIENTES)

  7. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

    El test sobre los factores que recogen motivadores, rasgos demográficos y entorno económico nos ha permitido conocer la adecuación del grupo de control y el grupo objeto de actuación. La inexistencia de diferencias relevantes para alguno de los factores analizados nos autoriza a descartar cualquier sesgo en la selección. En esencia, esto implica que las características estudiadas sobre la figura del empresario y el entorno económico son similares en el grupo objetivo y el de control. Por tanto, no influyen en las diferencias aparecidas en el crecimiento y los resultados de las empresas.

    Tampoco se observan discrepancias estadísticamente significativas en lo que a los estilos de gestión se refiere. Las empresas / empresarios objetivo de la actuación pública y las del grupo de gestión son similares en lo que a enfoque comercial, planificación o importancia concedida a los resultados financieros se refiere. De nuevo, esto implica que no hay influencia en los resultados obtenidos sobre el impacto de la actividad pública.

    Si se encuentran diferencias significativas cuando tratamos de observar el impacto de la actividad pública sobre los índices empleados para valorar el desempeño del negocio y su contribución al crecimiento económico y de empleo. Así, las empresas con acceso a algún tipo de programa público para el fomento de nuevas empresas presentan un mejor comportamiento en términos de crecimiento de cifra de ventas y en resultados. Sin embargo, no se alcanza significación estadística que demuestre una relación positiva entre la intervención y el tamaño de la empresa medido en términos de empleo.

    Un análisis desagregado de los instrumentos empleados en los distintos programas, nos permite comprobar la influencia particular de cada uno de ellos. Tanto las subvenciones como las exenciones y desgravaciones fiscales parecen tener repercusiones positivas sobre el crecimiento en el tamaño de las nuevas empresas medido a través de la cifra de ventas y sobre la evolución de los resultados del negocio. No ocurre lo mismo cuando empleamos como indicador la evolución del número medio de empleados. En este caso no existe evidencia estadísticamente significativa de una contribución de la intervención pública a la creación de empresas con mayor número de empleados.

    Consideración independiente reclama el caso de las ayudas específicas a la creación de empresas (programas de asesoramiento, acceso a información clave, etc.). Los resultados no encuentran repercusión alguna de este tipo de actuación sobre los indicadores empleados para medir el desempeño de las nuevas pymes. A modo de síntesis y en función de las hipótesis establecidas podemos afirmar que nuestro análisis agregado nos lleva a aceptar la hipótesis H0a que implica la existencia de un mejor comportamiento en ventas y resultados para las empresas que son objeto de algún programa público. Pero también implica no aceptar H0b,ya que no hay evidencia sobre una mejor evolución de la cifra media de contratados en las empresas sobre las que el sector público realizó algún tipo de actuación.

    En lo que respecta al análisis desagregado, por un lado, hemos de aceptar las hipótesis H1a y H2a referentes a la mejor evolución de las cifras de ventas y resultados en las empresas que obtienen subvenciones, exenciones fiscales y desgravaciones fiscales, y no aceptar la hipótesis H3a relacionada con las ayudas específicas a la creación. Mientras que, por el otro, no se debe aceptar la validez de las hipótesis H1b, H2b y H3b referentes a la mejor evolución en el empleo contratado en empresas con subvenciones, exenciones-desgravaciones y ayudas específicas a la creación.

  8. CONCLUSIONES E IMPLICACIONES PARA LA POLÍTICA ECONÓMICA

    En este trabajo hemos tratado de analizar las diferencias en crecimiento y resultados existentes entre las empresas que han sido objeto de la actuación pública y las que no han sido objeto de tal. La información se ha obtenido a partir de encuestas realizadas a las empresas y, tras el establecimiento del grupo objetivo y el grupo de control, se ha buscado minimizar cualquier tipo de sesgo consecuencia de la asignación de las empresas a los grupos. Los indicadores empleados para medir la evolución de la empresa han sido: las variaciones en la cifra de ventas, las variaciones en la cifra de resultados y el número medio de empleados a lo largo de los tres primeros años de actividad. Estos indicadores expresan la capacidad generadora de crecimiento económico y de empleo en las nuevas empresas analizadas.

    No todas las hipótesis establecidas sobre la existencia de impacto en la actuación pública han obtenido refrendo en nuestra investigación. Así, en términos agregados encontramos como las empresas que no obtienen ayuda pública alguna presentan menores crecimientos en la cifra de ventas y en los resultados. Esto supone un menor potencial de supervivencia y crecimiento a medio plazo, así como una menor contribución al crecimiento económico. Estas diferencias alcanzadas en evolución de la cifra de ventas y resultados, no han sido corroboradas en lo que al número medio de empleados se refiere. La evidencia obtenida no nos permite afirmar que las empresas receptoras de ayudas o integradas en programas públicos presenten un número medio de empleados superior. Por tanto, a simple vista, no aparece una relación directa entre la actuación pública y la capacidad generadora de empleo de las nuevas empresas.

    La aproximación pormenorizada a los distintos instrumentos empleados por el responsable en materia de política económica, nos permite observar ciertas diferencias en la efectividad de cada uno de los instrumentos empleados:

    Las exenciones-desgravaciones fiscales y subvenciones poseen un impacto positivo en el crecimiento de la empresa medido por la cifra de ventas, así como en los resultados del negocio. En este aspecto la efectividad queda aparentemente demostrada. No ocurre lo mismo cuando el indicador del crecimiento de las empresas es el número medio de empleados. Nuestro estudio apunta a una repercusión no estadísticamente significativa de este tipo de medidas. Las actuaciones específicas para la creación de empresas carecen de impacto estadísticamente significativo sobre la cifra de ventas, los resultados empresariales o el número medio de empleados contratados. Esto, nos lleva a poner en cuarentena la nitidez del impacto sobre los indicadores de las medidas agrupadas bajo el nombre de servicios a empresas.

    Creemos conveniente resaltar una serie de limitaciones en los resultados obtenidos por nuestra investigación. En primer lugar, la amplitud y variedad de instituciones y actuaciones puestas en marcha, nos impuso una estructura de tres grandes grupos y la eliminación de ciertas particularidades. En segundo lugar, el ámbito geográfico del estudio es limitado y refleja una estructura sectorial muy particular. En tercer lugar, el tamaño muestral es reducido, aunque los filtros establecidos nos permiten garantizar su eminente perfil emprendedor.

    A modo de síntesis, en términos generales podemos confirmar la existencia de un impacto, en términos de crecimiento y viabilidad, en medidas para el fomento de nuevas empresas como las subvenciones y las exencionesdesgravaciones fiscales. Sin embargo, este impacto no se confirma para la capacidad de generación de empleo. Tampoco se ha confirmado una relación de causalidad entre los servicios a empresas y alguna de las medidas empleadas para la evaluación del impacto.

    A la luz de las limitaciones expuestas y estos resultados, parece necesario apuntar futuras líneas de investigación. Aunque nuestro trabajo supone un punto de partida para la toma de decisiones de política económica, antes de realizar consideraciones sobre la reestructuración de la actuación pública o incluso llegar a una redefinición de la política en su conjunto, parece conveniente profundizar en el tamaño y el ámbito geográfico de la muestra o adentrarse en planteamientos metodológicos alternativos. Únicamente de este modo será factible alcanzar conclusiones consistentes sobre la capacidad generadora de crecimiento económico y de empleo de las actuaciones para el fomento de nuevas empresas.

    BIBLIOGRAFÍA

    ALMUS, M. (2001): Evaluating the impact of public start-up assistance results from an econometric approach, Centre for European Economic Research (ZEW), Mamheim.

    ARTIKIS, G. (1993): «Financial factors in plant location decisions: a case of study in the Greek metal industry», International Journal of Operations and Production Management, 13(8), pp. 58-71.

    AUDRETSCH, D. y THURIK, A. (2001):»What is new about the new economy: sources of growth in the managed and entrepreneurial economies», Industrial and Corporate Change, 10(1), pp. 267-315.

    AUDRETSCH, D.; CARREE, M. y THURIK, A. (2001): Does entrepreneurship reduce unemployment?, Tinbergen Institute Discussion Paper, TI-074/3.

    BARTIK, T. (1991): Who benefits from state and local economic development policies, W.E, Upjohn Institute for Employment Research, Kalamazoo (MI)

    BATTISTIN, E.; GAVOSTO, A. y ETTORE, E. (2001): «Why do subsidized firms survive longer? An evaluation of a program promoting youth entrepreneurship in Italy», En Lechner, M. y Pfeiffer, F. (eds): Econometric Evaluation of Labour Market Policies, Physica, Heildelberg, pp. 153-181.

    BEAUMONT, P. y RINDERLE, A. (1991): A Monte Carlo investigation of optimal and heuristic methods for treatment-effects test, paper presented at the 38th Annual North American Regional Science Association Meetings, New Orleans.

    BELLINI, N. (2002): «Linking policy evaluation and learning: towards a re-appraisal of the role of business support services in the European regional policies», Regional Studies Association International Conference on Evaluation and EU Regional Policy: New Questions and New Challenges, Aix en Provence, junio.

    BELLINI, N. (2000): «Real services: a re-appraisal», European Planning Studies, 8(6), pp. 711- 728.

    BIRCH, D. (1987): Job creation in America, The Free Press, Nueva York.

    BOHM, P. y LIND, H. (1993): «Policy evaluation quality: a cuasi-experimental study of regional employment subsidies in Sweden», Regional Science and Urban Economics, 23, pp. 51-65.

    BURTLESS, G. (1995): «The case for randomized field trials in economic and policy research», Journal of Economic Perspectives, 9(2), pp. 63- 84.

    CARREE, M.; VAN STEL, A.; THURIK, A.; WEN

    NEKERS, A. (2001): «Economic development and business ownership: an analysis using data of 23 OECD countries in the period 1976-1996», Small Business Economics, 19 (3), pp. 271-290.

    COMISIÓN EUROPEA (2001): Creating top-class business support services, Comission Staff Working Paper SEC(2001)-1937.

    CENTOSUD (1995): Politiche di enterprise creation in Italia, Roma, Mimeo.

    CORONADO, D. (1997): «El proceso de evaluación de las políticas económicas regionales: una revisión de métodos y experiencias», Revista de Estudios Regionales, 47, pp. 37-81.

    DE LA FUENTE, A. (1996): «Convergencia y otras historias: economía regional desde una perspectiva neoclásica», Revista de Economía Aplicada, IV, 10, pp. 5-64.

    DICKINSON, K.; JOHNSON, T. y WEST, R. (1987): «An analysis of the sensitivity of quasi- experimental net impact estimates of CETA programs», Evaluation Review, 11, pp. 452-472.

    ELORZA, S. (1990): «Los incentivos económicos regionales. Evolución y perspectivas», Información Comercial Española, agosto- septiembre, pp. 87-102.

    FRANKER, T. y MAYNARD, R. (1987). «The adequacy of comparison groups designs for evaluations of employment-related programs», Journal of Human Resources, 22, pp. 194-227.

    FRIEDLANDER, D. y ROBINS, P. (1995): «Evaluating program evaluations: new evidence on commonly used non-experimental methods», American Economic Review, 85 (4), pp. 923-937.

    GATEWOOD, E. y CHRISMAN, J. (1998): «An entrepreneurial support program: its efficiency and effectiveness in rural versus non-rural areas». Frontiers of Entrepreneurship Research, Babson College, Wellesley (Mass).

    GEORGHIOU, L. (1994): Impact of the frame-work programme on European industry, Comisión Europea, eur. 15907.

    GÓMEZ, E. y CASADO, A. (1998): «La política europea para la pyme: desde el programa de acción al integrado», Economía Industrial, 321, pp. 137-152.

    GONZÁLEZ, M. (2001): «Política de incentivos regionales y comportamiento empresarial», Dirección y Organización, 26, pp. 98-106.

    GREENBERG, D. y WISEMAN, M. (1992): «What did the OBRA demonstrations do?», Manski, C. y Garfinkel, I. (eds): Evaluating welfare and training programs, Harvard University Press, Cambridge.

    HECKMAN, J.; HOTZ, V. y DABOS, M. (1987): «Do we need experimental data to evaluate the impact of manpower training on earnings?», Evaluation Review, 11, pp. 395-427.

    HECKMAN, J. y SMITH, J. (1995): «Assesing the case for social experiments», Journal of Economic Perspectives, 9(2), pp. 85-110.

    HUMAN RESOURCES DEVELOPMENT CANADA (1998): Evaluation and data development. Strategy policy, SP-AH053E-01-98, enero.

    KPGM/ENRS (2000): The European observatory for SME´s. Sixth annual report, EIM business and Policy Research, Zoetermeer.

    LALONDE, R. (1986): «Evaluating the econometric evaluations of training programs with experimental data», American Economic Review, 76(4), pp. 604-620.

    LALONDE, R. y MAYNARD, R. (1987): «How precise are the evaluations of employment and training programs: evidence from a field experiment», Evaluation Review, II, pp. 428-451.

    LEVIE, J. y MUZYKA, D. (1996): «New venture growth in France: Do local government policies make a difference, Frontiers of Entrepreneurs- hip Research, Babson College, Wellesley (Mass).

    LUNDSTRÖM, A. y STEVENSON, L. (2001): Entrepreneurship policy in the future, Swedish Foundation for Small Business Research, Örebro.

    MARQUARD, A. (1980): Measuring the effects and costs of regional incentives, Working Paper, 32, Department of Industry, Londres.

    MINISTERO PER GLI INTERVENTI STRAOR

    DINARI NEL MEZZOGIORNO (1993): «Stato di attuazione della legge 28 febbraio 1986», Mondo Economico (suppl.), 44(5).

    MONROE, S.; PRICE, C. y PRINSTER, C. (1996): «The triad theory essential to entrepreneurial success», Frontiers of Entrepreneurship Research, Babson College, Wellesley (Mass).

    MOORE, B.; TYLER, P. y ELLIOTT, D. (1991): «The influence of regional development incentives and infrastructure on the location of small and medium sized companies in Europe», Urban Studies, 28 (6), pp. 1001-1026.

    ORTEGA, E. (1990): Manual de investigación comercial, Pirámide, Madrid

    PIETROBELLI, C. y RABELLOTTI, R. (2003): «Business development service centres in Italy: an empirical analysis of the three notable regional experiences: Emilia-Romagna, Lombardia y Veneto», Regional Studies Association- International Conference, Pisa.

    PFEIFFER, F. y REIZE, F. (2001): «Business startups by the unemployed. Econometric analysis based on firm data», Labour Economics, 7, pp. 629-663.

    REYNOLDS, P. (1997): «New and small firms in expanding markets». Small Business Economics; 9; pp. 79-84.

    RIPOLLÉS, M.; MENGUZZATO, M. e IBORRA, M. (1999): «Empresas internacionales de reciente creación e intensidad empresarial», Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa, 8 (3), pp. 127-138.

    ROBINSON, F. y WREN, C. (1987): «Evaluating the impact and effectiveness of financial assistance policies in the Newcastle Metropolitan Region», Local Government Studies, 13, pp. 49- 61.

    SHAPIRA, P. (2001): «US manufacturing extension partnerships. Technology policy reinvented?», Research Policy, 30(6), pp. 977-992.

    SHAPIRA, P.; YOUTIE, J. y ROESSNER, D. (1996): «Current practices in the evaluation of US industrial modernization programs», Research Policy, 25(2), pp. 185-214.

    STEVENSON, L. (1996): The implementation of an entrepreneurship development strategy in Canada: The case of the Atlantic Region, OCDE- Territorial Development Service, OCDE publications service, Paris.

    STOREY, D. (1993): Should we abandon the support to start-up business?, Working Paper, Warwick Business School.

    STOREY, D. (1990): «Evaluation of policies and measures to create local employment», Urban Studies, 26(7), pp. 605-618.

    TIMMONS, J. (1997): New venture creation: entrepreneurship for the 21th century, Revised Fourth Edition, Irwin MacGraw-Hill.

    URZAY, J. (2001): «El efecto incentivador de las ayudas públicas a la innovación», Papeles de Economía Española, 89/90, pp. 297-307.

    VELASCO, R. (1998): «La creación de empresas en España: el papel de los programas públicos», Iniciativa Emprendedora y Empresa Familiar; 12, pp.37-41.

    VERHEUL, I.; WENNEKERS, S.; AUDRETSCH, D. y THURIK, R. (2001): An eclectic theory of entrepreneurship, Tinbergen Institute Discussion Paper.

    -----------------------------------------------------------

    * Catedrático de Economía Aplicada y Política Económica de la Universidad de Alicante.

    ** Universidad Miguel Hernández.

    1 En los países miembros de la Unión Europea, desde principios de los ochenta, se estableció como priori- dad una política de pequeñas y medianas empresas debido a su reconocido potencial de creación de empleo y riqueza GÓMEZ Y CASADO (1998).

    2 Véase STEVENSON (1996), página 21.

    3 Véase, entre otros, el trabajo de URZAY (2001).

    4 Bien es cierto que autores como BATTISTIN et al. (2001) o Storey (1993) no secundan totalmente el presupuesto establecido por esta hipótesis.

    5 Los servicios de apoyo son iniciativas públicas para orientar a empresarios y empresas en la gestión y dirección de su negocio (Comisión Europea, 2001).

    6 Para un análisis más concreto de estas ventajas, véase BOHM y LIND (1993) o BEAUMONT y RINDERLE (1991).

    7 Los resultados obtenidos de Dun&Brastreet se cruzaron con otras dos bases de datos ARDAN y DIRNOVA.

    8 La mayoría de las variables contempladas en el cuestionario fueron valoradas mediante una escala Likert de 1 a 5.

    9 El índice de Kaiser Meyer Olkin para todos los análisis realizados supera el necesario 0.5. Los Test de Esfericidad de Barlett obtienen buenos resultados y altamente significativos. Por tanto, es procedente realizar el análisis factorial.

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR