Los cordones sanitarios como instrumentos de Paz y Seguridad internacionales

AutorAna Cristina Gallego Hernández
Páginas163-208
Capítulo sexto
Los cordones sanitarios
como instrumentos
de Paz y Seguridad internacionales
I. ¿QUÉ ES UN CORDON SANITARIO?
Con el objetivo de proporcionar el mayor grado de seguridad ante los
diversos problemas sanitarios a los que, desde el inicio de los tiempos, se
ha ido enfrentando el ser humano, se articula un sistema de recomposi-
ción y represión de las diversas enfermedades basado en el aislamiento y
posterior acordonamiento, para la protección de los límites o fronteras.
Frente a las amenazas sanitarias, naturales o provocadas –desde hace
siglos se ha utilizado armamento biológico primitivo con el objetivo de
causar el mayor daño a los enemigos 541– y el método de enfrentamiento,
en esencia, siempre ha consistido en el aislamiento. En concreto, desde
el siglo XVII, cuando los ingleses 542 fueron fuertemente afligidos por la
peste bubónica, imitando a los protagonistas de la obra Decamerón, sor-
tearon la terrible epidemia a través del retraimiento 543. Así los enfermos
era recluidos o incluso aislados “poniendo agua de por medio, o bien, los
541 “Se sospecha que alguna de las siete plagas de Egipto, descritas en el Antiguo
Testamento, no fue otra cosa que el ántrax, zoonosis que acabó con gran parte del ganado
y diezmó a la población. Los romanos arrojaban cadáveres de una determinada zona. En
el año 1346 d. C., durante el asedio de Kaffa, los tártaros sufrieron un brote de peste en
sus campamentos y decidieron deshacerse de los cadáveres infectados lazándolos me-
diante catapultas en la ciudad sitiada con el objeto de infectar a los defensores genoveses
y conseguir su capitulación. [Asimismo, en el siglo XVIII], el general británico Jeoffrey
Amsherst entregó mantas infectadas con viruela a una tribu de indios norteamericanos
(…)”. PEREIRA HERNÁNDEZ, C., op. cit., pp. 50-51.
542 LEDERMANN, W., “El hombre y sus epidemias a través de la historia”, Revista
chilena de infectología, Vol. 20, 2003, p. 15.
543 Este método era igualmente utilizado en epidemias de peste como la que vivió
Sevilla en 1649, esto es fielmente descrito en numerosas obras históricas y en la actual
serie “La peste” de 2018.
164 ana Cristina GalleGO Hernández
menos afortunados, eran cruelmente encerrados en casas junto a enfer-
mos o cadáveres con el objetivo de reducir el foco infeccioso” 544.
De esta manera, con el retiro se procedía el confinamiento para evi-
tar la vulnerabilidad, es decir, se comenzaba a practicar lo que es común-
mente y, con gran antelación en el tiempo, conocido como cuarentena 545,
aunque en realidad como explica LEDERMANN 546 consistía en los ini-
cios de un “cordón sanitario” adaptado al mar.
Esto nos permite comprobar que el acordonamiento por causas de
salud lleva siglos poniéndose en práctica, aunque la evolución del mismo
ha sido con relación al propio contexto y a las necesidades. Por lo que no
es que haya habido un complejo progreso, sino que, el control de las en-
544 “La inspección, la marcación, la vigilancia y el posterior cierre de las casas infec-
tadas fue una medida de profilaxis que suscitó todo tipo de actitudes y conductas tanto
por parte de los individuos sanos como de los apestados. Existieron muchos problemas
entre los vigilantes apostados en las puertas de las casas señaladas y los moradores, sanos
y enfermos, que quedaban encerrados y, a veces, literalmente secuestrados”. BAU, A. M.,
CANAVESE, G. F., “Sepultureros y enterradores. La manipulación de cuerpos y objetos
en época de peste durante la baja Edad Media y la temprana modernidad europea”, en
Cuadernos de historia de España, vol. 84, Buenos Aires, 2010, p. 105. No obstante, estas
prácticas también se llevaron a cabo en otros países, por ejemplo, “En Milán el arzobis-
po Giovanni Visconti tomó medidas draconianas de acuerdo con el estilo de su familia;
ordenó que las tres primeras casas en las que apareció la peste fueran tapiadas con sus
ocupantes dentro, quedando sanos, enfermos y muertos encerrados en una misma tumba
común. No se sabe si por la prontitud de sus medidas o por fortuna, Milán escapó con
pocas muertes a la plaga”. LÓPEZ JARA, J., “La muerte negra”, en Biblioteca Gonzalo
de Berceo. Disponible en: http://www.vallenajerilla.com/berceo/lopezjara/muertenegra.htm
Consultado el 30 de enero de 2019.
545 “La cuarentena nació en 1374, con el edicto de Reggio, ciudad de Módena, Italia.
En realidad, fue un cordón sanitario, pues el término cuarentena derivó en término ma-
rítimo, aplicándose un período de aislamiento a los buques que llegaban de puertos de
mala fama médica. Este período llevaba implícita la idea del período de incubación. El
primer puerto en que se decretó cuarentena (que fue sólo treintena: luego se ampliaría)
fue Ragusa (hoy Dubrovnik, Bosnia-Herzegovina, sobre el Adriático) en 1377. Seis años
después, Marsella aumentó el plazo a los cuarenta días. En el siglo XV este período de ob-
servación o cuarentena hizo nacer el lazareto, también en Marsella, 1476, lugar comple-
mentario donde los pasajeros debían permanecer en espera que pasase el período de con-
tagio arbitrariamente establecido. Con el tiempo llegaron a establecerse complejos regla-
mentos. Según el puerto de procedencia o los puertos que hubiera tocado en su viaje, el
barco se calificaba de patente “limpia” o “sucia”. Si era “sucia”, los objetos debían quedar
en la cubierta del barco, oreándose “al sereno” (período de sereinage), los pasajeros sanos
cumplir cuarentena en el lazareto y los enfermos ir al hospital. Según la enfermedad, los
plazos variaban entre 8 y 30 días”. LEDERMANN, W., op. cit., p. 15.
546 Ibíd.
El Derecho internacional de la Salud a la luz de la Paz y Seguridad internacionales 165
fermedades por factores ajenos fue provocando en gran medida el desuso
de dicho método 547.
Ante la pretensión puramente semántica de conocer el alcance del
concepto “cordón sanitario”, en primer lugar, parece preciso comenzar
aludiendo a la referencia directa en el DRAE sobre el mismo, explicán-
dolo como “conjunto de elementos, medios, disposiciones, etc., que se
organizan en algún lugar o país para detener la propagación de epide-
mias, plagas, etc.”. No obstante, a lo largo de la historia la noción de
“cordón sanitario” nunca ha dejado ser utilizada y, en ocasiones incluso
con otros alcances, algunos no tan precisos. Así, la expresión cordón sa-
nitario, con fundamento en su sentido general, ha motivado su uso como
políticas o estrategias militares. Por ejemplo, el mariscal FOCH 548 deno-
minaba “cordón sanitario” al aislamiento que Europa occidental tenía
respecto de la Unión Soviética, en los años 20 y 30, a través de Polonia y
Rumanía. Éste constituían en una franja o cinturón de protección o se-
guridad, principalmente, para la defensa y repliegue del Comunismo 549,
por lo que dicho eufemismo se refiere a la línea de cuarentena que evita
el contagio, no de enfermedades, sino, en este caso, de ideologías que
se consideran una amenaza. De esta manera, el cinturón de seguridad es
completamente efectivo cuando se utiliza el espacio intermedio de cerco
y además los Estados no realizan acuerdos entre ellos, impidiendo el con-
tacto y el vínculo.
Asimismo, aunque sin relevancia para el derecho ni las relaciones in-
ternacionales, se habla de cordones sanitarios en el campo de las ciencias
políticas. Si hace dos siglos comenzó a aplicarse para reprimir las políti-
cas de izquierdas, en la actualidad se ha utilizado la expresión “cordones
sanitarios” como estrategia política de reducción de un determinado par-
547 “En el siglo XIX ya había fuertes polémicas sobre la utilidad de la cuarentena.
En 1872, en Italia, 800 barcos permanecieron en cuarentena, con fuertes pérdidas eco-
nómicas, sin que enfermara nadie a bordo. En 1799, Napoleón desembarcó sus tropas
provenientes de Oriente, en Frejus, Francia, haciendo caso omiso de la cuarentena, pues
el tiempo era oro. Inglaterra suspendió la cuarentena y la Academie francaise declaró
que la fiebre amarilla y la peste no eran infecciosas. Pero EE.UU. demostró un éxito total
evitando la importación de la fiebre amarilla, de manera que la cuarentena continuó en
Europa hasta principios del siglo XX”. Ibíd.
548 BRUNET, J. P., LAUNAY, M., De una guerra a otra, 1914-1945, AKAL, 1991, p. 153.
En parecidos término, RENOUVIN, P., Historia de las relaciones internacionales: Siglos
XIX y XX, Akal, Torrejón de Ardoz, 1990, p. 865.
549 Para más información, LACROIX-RIZ, A., “El papel `olvidado´ de la Unión
Soviética” en Asociación Cultural Jaime Lago, disponible en http://www.jaimelago.org/
node/72 Consultado el 30 de enero de 2019.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR