La contribución de Castán Tobeñas a la formación de los Registradores

AutorJosé María Castán Vázquez
CargoNumerario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación
Páginas1389-1396

Page 1389

El profesor CASTÁN TOBEÑAS, mi padre, no fue Registrador de la Propiedad. Tampoco fue, por cierto, Notario. Los cauces de su actividad profesional fueron otros: la cátedra y la magistratura. Sin embargo, es un hecho bien conocido que el Notariado y el Cuerpo de Registradores fueron corporaciones especialmente receptivas a su obra y con las que mantuvo informales pero gratas relaciones. La vinculación entre él y el Notariado ha sido puesta de relieve, entre otros, por Notarios tan ilustres como Núñez Lagos, Taulet, Vallet, Cámara, Rodríguez Adrados y López Jacoiste. Su relación con el Cuerpo de Registradores ha sido acaso menos estudiada, pero no fue superficial ni circunstancial y merece alguna atención; yo quisiera hoy prestársela a través de estas notas, que se limitarán sencillamente a recordar algunos datos de la vida de Castán y algunos pasajes de su obra, reveladores unos y otros de la estimación mutua que ha reinado entre el prestigioso colectivo de los Registradores y un jurista que se esforzó por brindar a éstos material de estudio para su formación profesional, siendo consciente de la importancia de la función registral.

La génesis y la difusión del "derecho civil" de registros

Como profesor universitario que era -y el serlo fue, en realidad, la única aspiración de su vida, alcanzada en la primera juventud-, CastáN creía que corresponde a la Universidad, de modo insustituible, la misión de iniciar la formación profesional de los juristas. "La Universidad -escribió- es la que debe procurar el desarrollo de aquellas cualidades de capacidad de trabajo, sensibilidad moral y carácter, de que tanto nece-Page 1390sita todo jurista, y la que ha de dar a sus alumnos los principios y el método, propios de la formación específicamente universitaria". Ahora bien, "las profesiones jurídicas requieren un aprendizaje que la Universidad no puede proporcionar plenamente y que sería deseable no se abandonase, como por lo general sucede todavía hoy, a las posibilidades y esfuerzos de cada cual, después de comenzada la actividad profesional"1. Esa idea fue acaso una de las que le condujeron, poco después de ganada la cátedra, a iniciar la publicación de obras de preparación de oposiciones jurídicas que pudieran prestar alguna utilidad a los licenciados que escogen ese duro camino y están llamados a integrar cuadros selectos de profesionales.

Un primer libro en esa línea fue el que, todavía joven y en colaboración con los también jóvenes juristas LÓPEZ DE GOICOECHEA y JOAQUÍN Garrigues (el futuro maestro del Derecho mercantil español), publicó en 1922 con el título de Derecho civil común y foral ajustado al Programa del primer ejercicio de Judicatura. Constituía esta obra unas sencillas contestaciones que no fueron reeditadas por sus autores. En cambio, a través de los dos años siguientes, CASTÁN elaboró en Valencia, donde a la sazón desempeñaba su cátedra, una exposición más amplia del Derecho civil, que la Editorial Reus publicó en Madrid con el título de Derecho civil español, común y foral (Obra ajustada al Programa para las Oposiciones a Notarías determinadas). Es de notar que la obra nacía, como la anterior, por el cauce modesto de unas contestaciones; en realidad, su autor, como ha observado recientemente el profesor FERRANDIS VILELLA, no dio nunca a la obra, pese a sus sucesivas ediciones y la creciente extensión de las mismas, el título de tratado.

Aquel libro tuvo buena acogida no sólo entre los opositores a Notarías -sus directos destinatarios-, sino entre alumnos de las Universidades y opositores de otros Cuerpos, entre ellos el de Registradores, de formación tan similar a la del Notariado. Ello debió persuadir al autor de la conveniencia de publicar otro libro, dirigido ya en particular a ese Cuerpo; así nació el Derecho civil (Registros), aparecido en 1926 e integrado por tres volúmenes. En 1932 aparecía su segunda edición, "totalmente revisada y ajustada al Programa de 9 de diciembre de 1925 para las oposiciones a ingreso en el Cuerpo de Aspirantes a Registradores de la Propiedad". Y en 1941 la obra alcanzaba su tercera edición, "refundida y ajustada al Programa de 26 de septiembre de 1940". Un Apéndice a esta edición publicó después CASTÁN...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR