Los contratos de acceso a Internet

AutorÁngel García Vidal
CargoDoctor en Derecho por la Universidad de Bolonia. Área de Derecho Mercantil en la Universidad de Santiago de Compostela
Páginas33-48
  1. El concepto de Internet

    Internet se define como una red mundial de redes de ordenadores, cada una de ellas independiente y autónoma1. Para comprender esta definición es preciso aclarar que una red informática es un conjunto de ordenadores conectados entre sí (ya sea mediante cables telefónicos, fibras ópticas, ondas de radio, vía satélite, etc.). Entre los elementos que constituyen una red cabe distinguir una parte material (los propios computadores, los cables de unión, etc), una parte informática (los programas de los ordenadores, los de gestión de la red...) y una parte humana (los técnicos encargados del funcionamiento de la red y los usuarios de la misma)2.

    Las redes pueden ser locales (Local Area Networks: LAN) o de gran distancia (Wide Area Networks: WAN). Del mismo modo pueden ser cerradas, cuando no están conectadas con otras redes, o abiertas, cuando sí lo están. El punto de unión entre dos redes es un ordenador, conectado físicamente a ambas, que tiene la responsabilidad de hacer pasar los diferentes mensajes de una red a la otra, y que se denomina gateway (o router). De este modo, en las redes abiertas cada uno de los ordenadores individuales de una red puede comunicarse con cualquier otro que forme parte de una de las redes del sistema.

    Pues bien, Internet se configura como la mayor unión existente de redes abiertas. Sus orígenes se encuentran en los Estados Unidos de Norteamérica, en la denominada ?Arpanet?, un proyecto experimental de la Advanced Research Project Agency (ARPA) iniciado en 1969. Arpanet comunicaba ordenadores y redes de ordenadores pertenecientes al ejército, a suministradores del ejército y a laboratorios universitarios dedicados a la investigación en el sector militar. En realidad, lo que se pretendía era crear un sistema descentralizado y autosuficiente que permitiese la continuidad de las comunicaciones aún en el caso de que fuese dañada una parte de la red en caso de guerra. No obstante, sucesivamente se fue permitiendo el acceso a la red a investigadores estadounidenses y posteriormente a universidades, sociedades mercantiles y personas físicas de todo el mundo, pasando a llamarse ?Darpa Internet?.

    Al mismo tiempo que se producía esta expansión, se desarrollaron redes análogas que comunicaban a universidades, centros de investigación, organizaciones económicas e individuos de todo el mundo. Al final, estas redes acabaron conectándose entre sí, dando origen a Internet, que en la actualidad es la red más importante del mundo, pues abarca más de 160 países e incluye miles de redes académicas, gubernamentales, comerciales, privadas, etc3.

    Para el funcionamiento de Internet es preciso que concurran dos requisitos. De un lado, que los ordenadores puedan ser claramente diferenciados y localizados. De otro, que esos computadores, con independencia de la concreta red a la que pertenezcan, reconozcan y utilicen un mismo lenguaje que asegure la comunicación entre ellos, lo cual se consigue mediante los denominados protocolos de Internet.

    El primero de los requisitos se cumple en el momento en que a cada anfitrión se le adjudica una ?dirección Internet?4, que por su carácter único y exclusivo lo distingue de cualquier otro ordenador. Estas direcciones se representan como una sucesión de dígitos divididos en cuatro partes separadas por puntos5. Un ejemplo teórico sería el de un ordenador cuyo número IP fuese: 132.44.78.215. Estas direcciones son adjudicadas por la IANA (Internet Assigned Numbers Authority), un organismo creado por el Federal Network Council -dependiente del Gobierno de los EE.UU de Norteamérica- y por Internet Society (ISOC), una organización no lucrativa que pretenden el desarrollo de Internet. No obstante, en Europa la IANA ha delegado sus competencias en el RIPE NCC (Reseaux IP Europeens Network Coordination Centre)6.

    Por lo que respecta a los protocolos, de todos los existentes, dos constituyen la base común del funcionamiento de Internet: el de control de transmisión y el protocolo Internet, más conocidos por las siglas TCP/IP7. La misión del primero de ellos es la de dividir la información que se quiere enviar a otro ordenador en unidades menores, debidamente numeradas, y a las que se añaden algunos datos destinados a facilitar la transmisión y posterior decodificación por el receptor. Realizada esta labor, el protocolo Internet se encarga de marcar cada paquete de información con el número IP del destinatario de los datos.

    El establecimiento de la comunicación requiere que tanto el emisor como el receptor cuenten con el correspondiente software de TCP/IP. Software que está presente ya en la configuración de base de los más difundidos sistemas operativos de los ordenadores como Unix, Windows o Macintosh.

    Internet ofrece a sus usuarios diferentes modos de comunicación e intercambio de información, muchos de las cuales son utilizadas para el desarrollo del comercio electrónico, como es el caso de la World Wide Web (WWW) o telaraña mundial; del correo electrónico, o del Internet Relay Chat (IRC).

  2. El acceso a Internet

    Toda persona que desee conectarse a Internet (incluidos evidentemente los empresarios que quieran ofrecer sus productos o servicios en la red y los consumidores que deseen contratarlos allí) tiene dos posibilidades diferentes. En primer lugar, puede conectar su ordenador directamente a una de las redes incluidas en Internet. Esta opción implica costes e infraestructuras de notable entidad que sólo pueden afrontar las grandes empresas con un tráfico en la red muy intenso8. De ahí que generalmente se acuda a la segunda de las opciones, consistente en usar un módem para conectar el ordenador personal a otro ordenador más grande que ya forme parte de una red de Internet9. En estos casos es preciso un acuerdo con el proveedor de acceso (Internet Access Provider), es decir, con el titular del ordenador ya incluido en una red. En España existen cientos de proveedores de acceso, que van desde los que poseen redes completas unidas a Internet como Teleline o Retevisión, hasta los que poseen sólo uno o varios ordenadores10.

    Los proveedores deberán obtener la asignación de varias direcciones IP, que distribuirán entre sus clientes. Generalmente esta distribución se produce de modo dinámico, es decir, se da un número IP solamente para el período de tiempo que dure cada conexión en concreto, pudiendo ser otorgado a otro usuario una vez que ésta ha cesado. De este modo, el proveedor consigue atender a un número de clientes mayor al de direcciones IP de que dispone, dado que difícilmente se conectarán todos los clientes a la vez. Esto no quita, no obstante, que los clientes con mayor volumen de tráfico en Internet cuenten con un número IP estático.

    Por otra parte, a efectos de que el ordenador del proveedor reconozca al del cliente, el proveedor proporciona un login o palabra identificadora y una contraseña o password. No obstante, no suele ser preciso que el cliente teclee el login y la password cada vez que inicia una sesión de Internet, encargándose de hacerlo su propio ordenador.

    El acceso a Internet conlleva consigo que el cliente podrá utilizar las diferentes aplicaciones de ésta: ?navegar? por la WWW, mandar y recibir mensajes de correo electrónico, etc. No obstante, junto al acceso se pueden ofrecer también otra...

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