'El Consumo y el Consumidor en el S. XXI´
| Autor | Instituto Nacional del Consumo |
Este informe forma parte de la investigación, que llevaba por nombre 'El Consumo y el Consumidor en el S. XXI', iniciada en el año 2000 por el Instituto Nacional del Consumo (I.N.C.).
La primera parte del informe estaba basada en la explotación de datos estadísticos (1.200 encuestas) y entrevistas en profundidad con expertos muy cualificados, e investigaba sobre cómo podría ser el comportamiento del consumidor en el nuevo siglo que ahora comenzamos, en muy diversas facetas de su actividad como consumidor de bienes y servicios, y como ciudadano que defiende sus derechos en un mercado crecientemente impersonal y globalizado. Se identificaban hábitos, productos, actitudes, etc. y se hacía una prognosis del futuro basada esencialmente en manifestaciones de los propios consumidores, recogidas a través de una extensa encuesta.
Las conclusiones de aquel informe, (www.consumo-in.es/estudios) debían ser tomadas con la debida cautela, porque hay que asumir que si bien de las actitudes presentes se pueden inferir los comportamientos futuros, a la hora de predecir cambios derivados de la introducción de las tecnologías de la información, el consumidor medio, carente de información precisa, se mostraba como un mal pronosticador. A modo de ejemplo, los cambios derivados de la introducción de la televisión digital, los aspectos relacionados con la convergencia, difícilmente pueden ser anticipados por personas que desconocen las prestaciones que permiten los nuevos sistemas.
La espectacular aparición de Internet como medio de masas nos ha sumergido en lo que muchos han dado en llamar una nueva era. Dado su potencial de cambio sobre todos los aspectos de nuestra existencia, incluyendo nuestro comportamiento como consumidores, parecía oportuno enfocar esta segunda fase de la investigación sobre cómo los nuevos paradigmas de comportamiento tantas veces comentados van a afectar a los consumidores españoles. Y para ello qué mejor manera que dirigirnos a interlocutores bien informados de los adelantos tecnológicos y los modelos de negocio en boga, para que, vistos desde el prisma de la nuestra realidad social, hicieran sus pronósticos sobre casi 100 cuestiones acerca de los que existen muchas opiniones y, según hemos podido contrastar, poco consenso.
El cuestionario constaba de 7 secciones: penetración de Internet, compras por Internet, TV digital en España, convergencia digital, utilización de medios de pago, defensa del consumidor y su comportamiento. Cada cuestión iba precedida de una introducción que buscaba contextualizar la pregunta facilitando la comprensión de la misma. Se dejaban hasta 5 alternativas de respuesta, en el rango entre 'máximo acuerdo' y 'total desacuerdo' o similar, y rangos numéricos concretos cuando los pronósticos eran de tipo cuantitativo.
El procedimiento metodológico utilizado ha sido el de un sistema Delphi, que se reiteró en cuatro ocasiones entre los participantes, que ellos mismos en la primera y segunda oleada realimentaron con nuevas alternativas y cuestiones.
De los resultados finales hemos extractado las conclusiones del informe que ahora presentamos. Las hemos intentado presentar de forma aséptica, enriqueciéndolas con datos contextuales o fuentes secundarias. Cualquier matización por nuestra parte debiera considerarse pretenciosa, por la propia calidad de los autores de la información, aunque es tal el volumen de información que se genera a diario sobre el tema, que es posible que esos datos contextuales que presentamos estén en contradicción con la opinión mayoritaria de los expertos.
CONCLUSIONES GENERALES DEL ESTUDIO DELPHI ELABORADO POR EL I.N.C.
La revolución que se ha vivido en los dos últimos años alrededor de Internet y las Tecnologías de la Información ha producido una proliferación de estudios, análisis y proyecciones sobre el futuro de Internet y el comercio electrónico en la economía en general, y en la española en particular. Casi todos esos documentos coinciden en lo esencial, aunque existen perspectivas diferentes sobre el potencial real de Internet y de las Tecnologías de la Información para cambiar sustancialmente nuestra forma de consumir, que es casi como decir nuestro modo de vida. En esta investigación por el método Delphi hemos puesto el foco precisamente en ese aspecto, el impacto sobre el consumo y el consumidor. Por eso, el panel de expertos seleccionados, a diferencia de otras investigaciones similares, no incluye exclusivamente a especialistas de los sectores informáticos y de telecomunicaciones, sino que ha incluido a representantes de la administración, de asociaciones de defensa del consumidor, de empresas de todos los sectores y, por supuesto, de empresas de la llamada 'Nueva Economía'.
Hemos querido terminar el estudio compartiendo una serie de conclusiones con matizaciones documentales sobre las cuestiones planteadas en la investigación. Se resumen esencialmente en que Internet y las nuevas tecnologías tienen un potencial y unas prestaciones formidables, que nos ofrecen paraísos inimaginables de comodidad, accesibilidad, ocio, información, etc..
Sin embargo, muchas de las alternativas y soluciones que plantean las Tecnologías de la Información son en cierto modo artificiales. No existe una demanda real alrededor de ellas. El consumidor, el ciudadano medio, es muy conservador, muy reacio a invertir en comodidades que no necesita, desconfiando ante sistemas que eliminan la relación personal, y lento en la adopción de tecnologías innovadoras.
Por tanto los cambios que traerá la 'Nueva Economía' se materializarán a mucho más largo plazo que lo previsto, tendrán efecto irregular según sectores y actividades, y afectarán a determinados colectivos exclusivamente. Llegarán, pero más tarde y tras un proceso de digestión más pausado.
PENETRACIÓN DE INTERNET
España lleva un retraso significativo respecto a los países del norte de Europa. Hay varias causas que explican esta situación, algunas remediables a corto y medio plazo (precio de conexión - tarifa plana, infraestructuras insuficientes, bajo parque de PCs) y otras que quizás no se solucionen nunca, relacionadas con el carácter, y con una menor seducción por la tecnología a favor de alternativas de ocio o compra más humanistas y sociales.
Las diferencias de España respecto a los países de nuestro entorno se hacen todavía más notorias si...
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