La consolidación de la voz en Memorias de poco tiempo, de J.M. Caballero Bonald

AutorJuan Carlos Abril
Páginas207-233
241
La consolidación de la voz en
Memorias de poco
tiempo
, de J.M. Caballero Bonald
JUAN CARLOS ABRIL
Resumen. En Memor ias de poco tiempo la voz de J.M. Caballero Bonald se modula y
adquiere una firmeza inusual, por su tono y búsquedas lingüísticas, en el contexto
de su primera época, madurando las propuestas que había ensayado en Las adivina-
ciones, pero indagando en esas características que le distinguirán: la torsión de la
palabra hacia la metapoesía y su poética materialista contrastan con la metafísica y
el trascendentalismo de la época, de los que se aleja cada vez más. Todo ello hizo que
Memorias de poco tiempo fuera uno de los mejores libros de poemas de la primera
mitad de los años cincuenta, y que de igual modo su autor se convirtiera en una
referencia ineludible en la poesía de entonces.
Palabras clave: Memorias de poco tiempo. Años 50 . Mater ialis mo. Meta poesía. I dea-
lismo. Metafísica.
The consolidation of the voice in Memorias de poco tiempo,
from J.M. Caballero Bonald
Abstract. In Memorias de poco tiempo the voice of J.M. Caballero Bonald is shaped
and aquires an unusual firmness, for its tone and linguistic researches, in the context
of his first epoch, maturing the propositions he had rehearsed in Las adivinaciones,
but investigating in those features that will distignuish him: the twisting of the word
towards the metapoetry and his materialistic poetry contrast with the metaphysic and
the transcendentalism of the epoch, from which he moves more away each time. All of
it made Memorias de poco tie mpo one of the best poetry book of the first half of the
50s, and his author was to become an unavoidable reference of those days poetry.
Key Words: Memorias de poco tiempo. The 50s. Materialism. Metapoetry. Idealism.
Metaphysics.
* * *
Memorias de poco tiempo (1954) viene a culminar lo que hemos denominado
«ciclo de Las adivinaciones». María Payeras Grau ya estableció hacia 1997 estas
clasificaciones internas dentro de la poesía de nues tro autor, aunque sin cal ificar-
las como «ciclos».
Memorias de poco tiempo prolonga el tono y la dicción de mi primer libro, aunque tal
vez se adapte con mayor complejidad a las previas inducciones de la experiencia.
RA_241_CondicionTransmoderna.pmd 10/02/2015, 13:37207
208 PÁGINAS PARA EL DEBATE
241
Cuando lo escribí yo ya vivía en Madrid, pero se conoce que el cambio de residencia
no afectó demasiado a mis buenos o malos hábitos expresivos. Prácticamente anda-
ba queriendo sacar las mismas conclusiones poéticas de muy similares sondeos en
la intimidad, sólo que el inventario léxico parecía obedecer a una pretensión selecti-
va algo más minuciosa. La memoria, los claroscuros de la memoria constituyen de
hecho el cañamazo temático del libro, de donde irradian toda una serie de modula-
ciones sensoriales y algún que otro prolijo acorde metafísico, desliz del que nunca
me arrepentiré bastante [Caballero Bonald 1983a: 21-22].
Lo que para el autor es algún que otro «acorde metafísico», a nosotros nos
parece una de las piedras angulares en ese doblez metapoética que busca, indaga
en la propia palabra, separándose de una metafísica plana que no llevaba a nin-
gún sitio. Ésa es la riqueza de este primer ciclo, si damos por sentado que existen
afinidades entre Las adivinaciones y Memorias de poco tiempo, teniendo en cuen-
ta también algunas diferencias internas:
Es más, creemos que puede advertirse un cambio evidente en la estructura del poe-
ma, que va haciéndose más corto, igual que el verso, menos exuberante, más escueto
y depurado, como si a nuestro autor, además de la introducción de temas nuevos y
de un fondo psicológico y emocional distinto, empezara a interesarle sobre todo
destacar el elemento conceptual, y persiguiera, ya de modo consciente, una mayor
pureza de formas y una expresión más sobria de los contenidos; sería un paso cierto
a Las horas muertas (1959) de no mediar Anteo [Flores 1999: 53].
No por casualidad hay críticos muy autorizados que estudian las dos obras
primeras poéticas bonaldianas en conjunto. Algo parece destacable en ambas obras,
y es su poso neorromántico. No es el lugar aquí para desarrollar la idoneidad o
«autenticidad» (cf. Adorno 2005) del prefijo neo-, que daría para mucho. Lo ob-
servó Arroita-Jáuregui (1953: 12): «Una poesía que se llamó Bécquer, que se está
llamando Luis Cernuda, que está empezando a llamarse José Manuel Caballero
Bonald» (véase Gracia 2006: 226), y más tarde lo corrobora Martínez Ruiz, refi-
riéndose a las dos obras, «cuya consistencia intelectual las hace salvar cualquier
mat iz prosaico. Hay e n C aballero Bonald, sin duda por cierta influencia neorro-
mántica, elementos mágicos y un clima voluntariamente oscurecido, en el que
brillan solas y netas sus emociones» (1971: 48). Y Antonio Hernández: «No se
trata de un poeta romántico, pero sí de un poeta que aprovecha constantes o ele-
mentos románticos en sus poemas» (1978: 109), entre otros. Poesía de corte ro-
mántico con claves subjetivistas, con yo vacío y abisal. Se considera que hay zonas
oscurecidas adrede en este libro, y el propio autor lo reconoce: «Hay mucho afán
por hacer nebuloso lo que si estuviera claro no me habría gustado que se hubiera
sabido» (Payeras Grau 1987a: 242).
RA_241_CondicionTransmoderna.pmd 10/02/2015, 13:37208

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR