Consideraciones en torno a las acciones a realizar en el ámbito de la empresa sobre la política de patentes

AutorPeter Dosterschill
Cargo del AutorDr. rer. pol., European Patent Attorney, D-8011 Anzing

Peter Dosterschill (*)

Tan sólo de un modo esporádico aparecen noticias en la prensa relacionadas con temas de patentes y su significado. Por eso deben ser objeto de especial consideración las siguientes noticias aparecidas en la prensa norteamericana:

La revista Time informa, en su edición de 10 de junio de 1991, que la firma Kodak debía pagar a la firma Polaroid la cifra más alta de todos los tiempos (900 millones de dólares) en concepto de indemnización, por la violación de siete derechos de patente americana referidos a cámaras instantáneas.

La firma Johnson & Johnson fue, a su vez, condenada al pago de una indemnización de 116 millones de dólares.

Un Tribunal reconoció a un inventor el derecho a obtener una indemnización de 10 millones de dólares frente a una determinada empresa que había lesionado su patente relativa a un dispositivo de limpia-parabrisas.

Estos son ejemplos -según el punto de vista del afectado- afortunados o lamentables; casos aislados, que muestran de un modo muy claro la importancia económica que pueden alcanzar las invenciones patentadas, cuando son explotadas por terceros no autorizados.

La dirección de una empresa no necesita de casos espectaculares para preguntarse acerca de la función que desempeñan las patentes propias y ajenas. La mera experiencia en situaciones más modestas surgidas en el seno de la propia empresa cumpliría esa función.

Las Condiciones Marco para España relativas a la obtención y la explotación de patentes, que se obtuvieron con la entrada en vigor de la Ley 11/1986 y del Convenio Europeo de Patentes (CPE), podrían ser un motivo para que las empresas españolas reflexionaran acerca de la posición que las patentes deberían ocupar en su empresa. A ello debe sumarse la nueva situación de relaciones competitivas que han aparecido desde la incorporación de España a la CEE, y que el Mercado Unico, existente a partir del 1 de enero de 1993, se encargará de desarrollar.

La cuestión de determinar la función que las patentes pueden desarrollar en el seno de la empresa puede analizarse, tanto desde el punto de vista del Derecho de patentes, como desde el punto de vista de la política de patentes.

En España, al igual que en otros Ordenamientos, las patentes poseen el efecto legal de permitir a su titular prohibir a terceros la explotación directa o indirecta de la invención sin su consentimiento (1). Una excepción, que en ocasiones puede ser importante para las empresas, viene representada por el derecho a continuar explotando la invención quien de buena fe lo venía haciendo con anterioridad a la fecha de prioridad, tema sobre el que volveremos más adelante (2).

El efecto legal de las patentes es, no obstante, tan sólo relevante en relación a las patentes, en las que se basa la política perseguida por la empresa. Esta función la poseen las patentes sólo cuando aseguran o fortalecen la posición de la empresa frente a sus competidores. Las patentes que no sean capaces de cumplir esa función supondrán tan sólo un coste para tu titular.

Esta función sustentadora de la política empresarial la desarrollan las patentes, incluso, antes de su explotación por la empresa. La empresa titular de la patente puede ofrecer productos protegidos por la patente sin la competencia de terceros. Si los competidores quisieran ofrecer productos similares, no protegidos por la patente, se verían obligados a buscar alternativas para la fabricación de tales productos. Ello evidencia que tales patentes cumplen igualmente su función, dado que la posición de los competidores será más débil que la del titular de la patente. El competidor, no sólo no podrá explotar la patente durante el período de tiempo en que el titular posee el derecho exclusivo, sino que además deberá pagar los costes de la búsqueda de soluciones alternativas, especialmente cuando éstos son mayores que los costes para la obtención de la patente.

Las patentes cumplen su papel de soporte de la política de la empresa cuando son utilizadas por medio de licencias. La dirección de una empresa tendrá bien presente a la hora de conceder una licencia de patente, no sólo la política de marketing y de I + D a largo plazo, sino también la posición de la propia empresa en relación a los competidores. La concesión de licencias posibilita a los empresarios aprovecharse, de un modo rápido y completo de una ventaja competitiva previamente buscada. Además, tal como ha demostrado una investigación efectuada en la RFA, la posterior apertura de mercado representa una razón esencial para la toma de decisión referida a la concesión de la licencia (3). Con la concesión de la licencia se pueden abrir especialmente nuevos mercados en el extranjero. Esto es útil sobre todo en los casos en que el licenciante no es un competidor directo de la empresa titular.

Otra forma de utilizar las patentes se produce cuando una empresa viola patentes de un tercero, y éste autoriza la explotación de su patente por medio de licencia.

Las patentes pueden también sustentar la política de la empresa, puesto que incluso es posible utilizarlas como un argumento adicional de venta. Según la investigación a la que aludíamos, el 40 por 100 de las empresas de construcción de maquinaria, así como el 25 por 100 de las empresas de electrónica, piensan que las patentes son un argumento a tener en cuenta a la hora de colocar sus productos. Precisamente es en las medianas empresas donde la obtención de patentes se considera como una importante prueba para la demostración de la alta calidad de sus productos (4).

Por ello puede hablarse, en general, de una política exitosa de patentes, cuando las actividades en conexión con invenciones y patentes conducen a que la existencia de patentes apuntale la posición de la empresa frente a los competidores.

Como política de patentes activa, deben señalarse todas las actividades dirigidas al fortalecimiento de la posición de la empresa en el mercado, que tengan por objeto la construcción y cuidado de la propiedad industrial de la empresa, así como las actividades que se dirijan a explotar dicha propiedad. Además una política activa de patentes se incrementa a través de la denominada política reactiva de patentes, que alude al conjunto de actividades contra patentes de terceros. Estas medidas son, por ejemplo, oposiciones y acciones de nulidad (5).

En un sentido amplio, la política de patentes comprende también las actividades referidas a otros derechos de propiedad industrial como semiconductores (6), obtenciones vegetales (7), derechos de autor (8) o programas de ordenador. El derecho de marcas, no obstante, no se incluiría en la política de patentes de la empresa.

En las páginas siguientes examinaremos algunas tareas escogidas por su relevancia práctica, que sirven especialmente a la formación y cuidado de la propia propiedad industrial. La realización de estas tareas supone una premisa para la explotación de la propiedad industrial.

Nos centraremos en tareas conexas a informaciones en materia de patentes, a actividades de solicitud y a la asistencia de inventores.

  1. INFORMACIONES SOBRE PATENTES

    1. Posibilidades de utilización de informaciones sobre patentes en la empresa

      Los datos sobre patentes sirven para reconocer rápidamente la dirección tecnológica de una empresa. Además son indicadores de sus programas de I + D. El valor informativo de las patentes en relación a la formulación de programas I + D y su posterior ejecución en tecnología, productos y mercados, es irrenunciable.

      Esta es la afirmación de una reputada empresa del sector químico aparecida en un folleto informativo de la OEP (9), donde además se alude a las funciones esenciales de las informaciones sobre patentes de interés para las empresas.

      El concepto de informaciones sobre patentes alude a las contenidas en la literatura sobre patentes. La literatura sobre patentes alude a los escritos publicados por las oficinas de patentes que reproducen el contenido de solicitudes de patentes examinadas o no examinadas.

      Las informaciones sobre patentes poseen un extraordinario significado para las empresas:

      - Del 10 al 15 por 100 de las informaciones técnicas, contenidas en la literatura sobre patentes, se publican en otro tipo de obras (por ejemplo, en revistas especializadas) (10). Por ello se recomienda la lectura de tal literatura de patentes a todos aquellos que planean y ejecutan el desarrollo tecnológico de una empresa.

      La literatura de patentes se halla clasificada según un esquema de aplicación internacional: la clasificación internacional de patentes. Así se facilita la búsqueda en función de la situación técnica analizada.

      - Las solicitudes de patente se publican, normalmente, dieciocho meses después de la primera solicitud(11), con lo que las soluciones técnicas descritas aparecen publicadas, en muchos casos, antes de la puesta en práctica de la invención.

      La producción de relojes de pulsera electrónicos se insinuó cuando en 1970 se publicaron diversas solicitudes de patentes que describían relojes dotados del liquid cristal display. A partir de 1976 se produjeron industrialmente estos relojes, en perjuicio de los tradicionales relojes de pulsera mecánicos (12).

      Las informaciones sobre patentes cumplen una función de indicación previa que (13), como lo demuestra el ejemplo anterior, hubiera sido de gran interés para los fabricantes de relojes de pulsera tradicionales.

      La literatura de patentes puede valorarse bajo puntos de vista técnicos, económicos y jurídicos.

      Las informaciones técnicas contenidas en la literatura de patentes, que de ordinario se extraen de publicaciones de solicitudes de patentes, muestran el estado de la técnica. Una valoración puntual de esta información evita iniciar o proseguir trabajos de desarrollo cuyo resultado estaría ya comprendido en ese estado de la técnica. Así, los trabajos de desarrollo pueden partir del estado de la técnica descrito. La Oficina Británica de patentes ha estimado en unos 20.000 millones de libras los daños que se...

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