Consejeros de Castilla de Felipe III

AutorRicardo Gómez Rivero
Páginas97-138

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Es suficientemente conocido cómo desde el mismo día del fallecimiento de Felipe II, su hijo instaura el régimen de valimiento o favoritismo personificado en Francisco Gómez de Sandoval, marqués de Denia y que pronto obtendría una gracia ducal 1. El valido duque de Lerma colocará a gentes de su entorno en la presidencia del Consejo de Castilla, en las consejerías o magistraturas del mismo y también en las de la Cámara 2. Desde 1588 el Consejo de la Cámara se encargaba de proponer al rey -mediante la consulta- a los candidatos para las plazas vacantes de las Chancillerías (Granada y Valladolid), Audiencias (Sevilla, Canarias, y Galicia), Consejo de Navarra y Consejos de Castilla, Hacienda y Órdenes 3. Cuando Felipe III accede al trono mantiene al frente del Consejo de Castilla a Rodrigo Vázquez de Arce, nombrado para el puesto por su padre en 1592. No obstante, será cesado en mayo de 1599. Lerma arrancará del rey el nombramiento de sus cuatro sucesores, todos ellos "hechuras" suyos: Juan de Zúñiga y Avellaneda, conde de Miranda y consuegro del valido; el inquisidor general Juan Bautista de Acebedo; Pedro Manso de Zúñiga, presidente de la Chancillería de Valladolid, y Juan de Acuña y Vela, que ocupaba la jefatura del Consejo de Indias 4. Durante Page 98 los ocho meses que permaneció Vázquez en la presidencia del Consejo de Castilla -que conllevaba también la del Consejo de la Cámara- no es designado ningún consejero de Castilla.

El 22 de mayo de 1599 toma posesión del empleo de presidente el conde de Miranda. Son entonces miembros de la Cámara, dos magistrados que habían accedido a ella en los últimos años del reinado de Felipe II: Guardiola y Acuña 5. El 10 de agosto de aquel año se despacha el título de camarista a Alonso de Ágreda 6. Bajo la presidencia del conde de Miranda la Cámara formularía siete consultas destinadas a proveer plazas del Consejo Real. La primera en 17 de julio, cuando Miranda, Guardiola y Acuña rubrican una consulta proponiendo para dos plazas numerarias vacantes y otra supernumeraria. Los tres estaban de acuerdo en colocar en primer lugar a Francisco de Contreras, consejero de Órdenes, y a continuación a Juan Ocón, consejero de Indias. En la consulta del viernes, que es cuando el presidente del Consejo de Castilla despacha a solas con el rey los asuntos trascendentes del reino así como la resolución de las consultas, de los once propuestos fueron nombrados Contreras y Ocón 7. Nuevamente, el 15 de diciembre de aquel año, la Cámara vuelve a proponer para una vacante por fallecimiento de Morillas y otra supernumeraria, a causa de "la falta de salud con que se alla el liçenciado Don Luis de Mercado". A la votación asisten, además del presidente, los tres camaristas apuntados. El rey elegirá a Pedro de Tapia, que figura en segundo lugar de la votación y es fiscal del Consejo de Castilla, y a Álvaro de Benavides, consejero de Órdenes y colocado en quinto lugar. Este último es un protegido del duque de Lerma, quien sin lugar a dudas ha influido en la decisión real. Sobre la intervención de Lerma en los nombramientos, el anónimo autor de Vida del rey de España y de los privados expresa que "algunas vezes Page 99 el Duque (de Lerma) se entremete en los negocios de la Presidencia con poca dignidad del Conde (de Miranda), el qual lo sufre lo mejor que puede y algunas veces se a murmurado que a estado muy desabrido dello" 8.

Poco tiempo después, el Consejo de la Cámara consulta al rey que habiendo nombrado éste al propio tiempo a Tapia y a Benavides "y haver de concurrir ambos en un día a tomar la posesión dellas, se trató sobre a qual de los dos se daría la antigüedad, y habiéndose platicado en ello, ha paresçido que se deve dar al dicho licenciado Don Álvaro de Benavides"; Felipe III se conformó con esta propuesta 9.

En septiembre de 1602 ingresan en la Cámara Alonso Núñez de Bohórquez, miembro del Consejo desde hacía más de dos décadas 10, y Benavides, favorecido de Lerma 11. Desde este momento conforman la Cámara, además de esos dos, el presidente Miranda y Ágreda. El 3 del mes siguiente se elabora una consulta proponiendo para tres plazas del Consejo. En ella figuran 15 candidatos. La Cámara relatará además de sus estudios y carrera judicial, la capacidad profesional, costumbres y talante personal. Los propuestos son el fiscal del Consejo de Castilla Ramírez de Arellano, "gran letrado, muy leído y buen sujeto"; el consejero de Órdenes Egas Venegas, "buen letrado y de buenas partes"; el consejero de Indias Aponte, "muy buen letrado y es tenido por un ministro muy recto cristiano y de buenas partes"; el alcalde de Casa y Corte Mena de Barrionuevo, que "concurren en él letras y otras buenas partes"; el consejero de Indias Molina de Medrano, "buen letrado"; el consejero de Órdenes Juan de Alderete, "buen letrado, bien entendido y de buenas partes"; el alcalde de Casa y Corte Olmedilla, "buen letrado y de buenas partes"; el alcalde de Casa y Corte Gudiel, "buen letrado y de muy buenas partes"; el consejero de Órdenes García de Medrano, "buen letrado y de buenas partes"; el oidor de la Contaduría Mayor de Hacienda Axpe, "muy buen letrado y persona de mucha virtud y cristiandad, está algo impedido de la gota"; el también oidor de la misma Contaduría de la Cruz, "buen letrado"; el consejero de Indias Salcedo, "buen letrado, buen sujeto y de muy buenas partes"; el oidor de la Chancillería que reside en Medina Díaz de Mendoza, "es persona de la calidad que se sabe y de buenas partes"; el oidor de la Chancillería de Granada Ochoa de Luyando, "muy buen letrado, de muy buen entendimiento y muy buenas partes"; finalmente, el consejero de Indias Benavente de Benavides, "es tenido por muy recto y entero juez" 12.

Felipe III al resolver la consulta no nombrará a ninguno y ordenará que en lo sucesivo únicamente le propongan tres candidatos para cada plaza y en caso de Page 100 producirse empate sea el presidente quien decida ejercitando el voto de calidad 13. A finales de octubre la Cámara plantea una consulta por cada una de las cuatro plazas vacantes en el Consejo Real, dos por promoción de sus titulares, otra por licencia y la última por fallecimiento. En tres de las consultas los camaristas no se manifiestan conformes en la selección de tres candidatos y propondrán -contraviniendo con ello lo dispuesto hacía poco por el rey- a más de seis 14. Entre los finalmente nombrados se encuentran dos ex colegiales de Santa Cruz de Valladolid, colegio del que entonces no había representación en el Consejo de Castilla 15.

Durante la presidencia del consuegro de Lerma también se designan cinco consejeros omitiendo el trámite previo de la consulta del Consejo de la Cámara. Ramírez de Arellano, Bonal, Carrillo, Diego de Alderete y Ramírez de Prado acceden al Consejo de Castilla mediante el nombramiento directo del rey, a propuesta del valido. Los cinco son amigos y del entono de Lerma. Alonso Ramírez de Prado, desde el 13 de octubre de 1599, que cesó como fiscal del Consejo de Hacienda, percibió sueldo como miembro del Consejo de Castilla 16, no asistiendo a las sesiones de éste por estar ocupado en aquél, del que es uno de sus consejeros verpertinos, y en diversas Juntas, como la de Hacienda de Portugal, de Fábricas, etc. 17. Su conducta irregular le supondrá ser procesado, con la anuencia del valido, y la tramitación del procedimiento correrá a cargo del consejero Carrillo. Los jueces encargados de sentenciar lo actuado por Carrillo serán, Page 101 además de éste, el confesor Javierre, Fernando Alarcón, Francisco de Contreras, Gil Ramírez de Arellano, Molina de Medrano y Villagutierre Chumacero 18, todos ellos amigos en ese momento del valido 19.

El 14 de abril de 1608 el Inquisidor General Juan Bautista de Acebedo, también hechura del valido, sustituye al conde de Miranda en la presidencia del Consejo de Castilla 20. Apenas se mantendrá Acebedo tres meses en el cargo, ya que fallecería el 8 de julio. En el tiempo que se mantuvo al frente del Consejo no se proveería ninguna plaza del mismo. Pedro Manso de Zúñiga, "muy favorecido" de Lerma y que ocupa la presidencia de la Chancillería de Valladolid, sucede a Acebedo, tomando posesión de su nuevo empleo el 30 de agosto 21.

En el período que media desde el fallecimiento del Inquisidor General hasta el nombramiento de Manso se produce un cambio importante en el Consejo Real. Lerma, sabiendo que aquél se encuentra acéfalo, propiciará el acceso a una consejería de su protegido Molina de Medrano, sin necesidad de recabar la opinión de la Cámara. El billete comunicando el nombramiento decía:

"Su Magd. por la satisfazión que tiene del lizenciado don Molina de Medrano le nonbra para la plaza del Consejo Real que a vacado por Juan Alderete y me a mandado dezirlo a Vm. para que lo diga en el Consejo y en la Cámara y ordene que se le despache su título para que comienze a servir. Y su magd. es servido que la plaza de Molina de Medrano assí del Consejo de Indias como de la Cámara que se consuma y que no se provea y manda que todo se ordene assí. Dios ge. a Vm. En Valladolid, 2 de Agosto de 1608. El duqe" 22 (rubricado).

El 30 de agosto de 1608 tomaba posesión de la presidencia del Consejo de Castilla Pedro Manso de Zúñiga 23, protegido de Rodrigo Calderón 24. Este nombramiento, en opinión de Cabrera de Córdoba, causó "admiración a todos por haber subido en menos de dos años de alcalde de Corte, a presidente de Castilla" 25. En octubre se le concederá el patriarcado de las Indias, con 20.000 ducados de renta 26. En el primer semestre de 1609, con la complacencia de Pedro Manso, son nombrados tres consejeros omitiendo el previo trámite de la consulta del Consejo de la Cámara. Para uno de ellos basta con la simple comunicación verbal de...

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