Conclusiones

AutorJuan Antonio Vives Vallés
Páginas32-34
JUAN ANTONIO VIVES VALLÉS
32
forma algo tímida y con reservas– el establecimiento de un régimen general
para todas las nuevas «variedades vegetales»61.
5. CONCLUSIONES
A modo de colofón o conclusiones del presente apartado, comentamos lo
siguiente:
Coincidimos con la doctrina del ámbito de las Ciencias Biotecnológicas
y Agronómicas en la crítica a la legislación comunitaria en materia de OMG.
Una legislación que errando ya en el enfoque –al centrarse en las técnicas de
modifi cación genética en vez de en la modifi cación genética en sí misma62 y su s
posibles efectos sobre la «salud» y el «medio ambiente»– intenta luego y a lo
largo del articulado, justifi car su posicionamiento con argumentos acientífi cos,
irracionales y falaces. La aversión o posición contraria del legislador comu-
nitario hacia los OMG creados a partir de modernas técnicas de modifi cación
genética, queda manifi esta en la normativa comunitaria, que utiliza un lenguaje
claramente discriminatorio con las mismas. Esta postura, además de caer en
el agravio comparativo y en la incoherencia, genera una peligrosa sensación
de falsa seguridad, pues posibilita que «cultivos mejorados» no considerados
MG con arreglo a la normativa, potencialmente tan peligrosos como los con-
siderados MG por la misma, escapen al riguroso régimen de control por ésta
establecido63; una cuestión que hoy, con los últimos avances en las técnicas
biotecnológicas (como las modernas técnicas de edición genética CRISPR),
adquiere una especial signifi cación. Una postura que en defi nitiva, hunde a
61The committee also considered an alternative regulatory policy that would let all new plant
varieties, regardless of the methods by which they are made, go to market without a premarket
regulatory review and approval and allow regulators to respond if food-safety or environmental
issues appear later. (Such products as drugs and pesticides would still, of course, be subject to
applicable laws.) That would make plant breeders and food manufacturers primarily responsible for
the safety of their products, as is the case for conventionally bred plants and foods. One could argue
that the food-safety record of GE crops and foods over the last 20 years suggests that they are just
as safe as conventionally bred crops and should not be subject to expensive government regulation
on food-safety grounds. As noted in Chapter 6, the costs of the regulatory system can operate as
a barrier to entry, particularly to public researchers, small seed companies, and specialty-crop
developers that either lack nancial resources or do not see the ability to recoup those costs in the
marketplace. As a result, critics argue that biotechnology regulation has had the e ect of keeping
valuable and bene cial new crops and plants o the market and perversely bene ting large seed
developers by restricting competition.
That policy option, however, has drawbacks. Although most novel crop varieties are likely to be
as safe as those already on the market, some may raise legitimate concerns. […].Vid. N
A  S, E,  M. (2016). Genetically Engineered Crops:
Experiences and Prospects. Washington, D.C.: National Academies Press, pp. 340-341.
62 Vid. supra, nota 19.
63 Vid. supra, nota 38.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR