Conclusiones

AutorJosé Antonio Pérez Juan
Páginas159-162

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Durante el primer tercio del siglo xix el ministerio de la gobernación estará sometido a continuos cambios y modificaciones tanto en su denominación como en sus atribuciones. La amplitud de sus funciones le llevará a ser el germen de casi todos los ministerios posteriores. De él nacerán con el tiempo otros como el de comercio, instrucción y obras públicas o, más tarde, fomento.

El 28 de enero de 1847 se crea el ministerio de comercio, instrucción y obras públicas con la segregación de parte de las competencias de gobernación y marina. Varias son las razones que justificaron su instalación. De un lado, la creciente especialización del aparato burocrático exigía una racionalización en el reparto de las atribuciones. La amplitud, complejidad y heterogeneidad de las funciones asignadas a gobernación hacían imposible una gestión eficaz desde y por un único departamento. De otro, la prosperidad y bienestar de la nación requerían impulsar la actividad económica y el fomento general del reino, objetivo que sólo podría alcanzarse con un nuevo gabinete.

La puesta en funcionamiento del ministerio de comercio, instrucción y obras no supuso un aumento de los gastos públicos. Lo cierto es que, inicialmente, su actividad se financió con los presupuestos asignados a los de gobernación y marina. Para su reparto y distribución se constituyó una comisión mixta encargada de elaborar y confeccionar mensualmente el crédito imprescindible para atender a las obligaciones preferentes de la recién creada secretaría de estado y del despacho.

Desde su instalación en 1847 hasta su desaparición en octubre de 1851 ocuparon la cartera de comercio, instrucción y obras públicas un total de diez ministros diferentes. Este continuo trajín ralentizó de manera considerable su actividad, circunstancia que justifica que sea la época de bravo murillo la de mayor estabilidad y, en consecuencia, la etapa dorada del nuevo ministerio.

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para agilizar la tramitación de los expedientes y optimizar los recursos del nuevo departamento éste quedó dividido en tres direcciones generales: instrucción pública, obras públicas, agricultura y comercio. La medida se basaba en un principio de eficacia administrativa con el que se pretendía evitar el colapso de la administración central aliviando al titular de la cartera de todos aquellos expedientes que por su escasa relevancia o bajo interés no merecían de su atención personal. Cada dirección general estaba compuesta de un...

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