Sobre el concepto de historia
| Autor | Ángel Nogueira Dobarro |
| Páginas | 205-210 |
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Manuel Reyes Mate ha publicado una extraordinaria obra acerca del pensamiento de Walter Benjamin que titula Media noche en la historia. Comentarios a las «Tesis» de W.B. sobre el concepto de historia.* Señala en ella, en una verdadera síntesis, los trazos más fundamentales y originales que Benjamin ha elaborado como crítica de la cultura y, muy especialmente, de la modernidad. Destaca, este texto, las ideas más peculiares y las experiencias que convierten en muy singular la obra de Benjamin.
Nos vamos a detener, inicialmente, en la introducción general en que Reyes Mate nos ofrece una magnífica visión del conjunto de su pensamiento. Y a continuación en el análisis de las Tesis XVI y VIII. Creo que aquí podemos encontrar las líneas más importantes, para entrar en contacto con el verdadero pensar poético de Walter Benjamin.
* Manuel Reyes Mate, Medianoche en la historia. Comentarios a las «Tesis» de Walter Benjamin sobre el concepto de historia, Editorial Trotta, Madrid, 2006. Cfr. Walter Benjamin, Obras, libro I, vol. II, Abada Editores, Madrid, 2008.
Una de las categorías de su elaboración, que queda muy resaltada en el desarrollo de su análisis, es el sentido y la experiencia del concepto de memoria. Indicamos los matices que de esta categoría se contienen en el índice de su estudio: la dimensión política de la memoria o por qué la idea profana de felicidad remite a la de redención; la memoria como posibilidad de salvación o leer el pasado como si fuera un texto nunca escrito; la diferencia entre historia y memoria o cómo conocer en momentos de peligro; quien sufre es el sujeto de la historia o por qué el futuro nace de la memoria de los abuelos ofendidos y no del ideal de los nietos satisfechos; el objetivo de la memoria es cambiar el presente o por qué realidad no es lo mismo que facticidad; y por último, el historiador reconstruye el pasado, la memoria construye su sentido o por qué la universalidad consiste en salvar lo singular. De este modo, la memo-ria dice relación a la política, al proceso de salvación o liberación, a su relación con la historia, a su capacidad para cambiar el presente y, por otra parte, construye el sentido del discurso. Pero, por encima de todo, lo que predomina es quién es el sujeto de la historia. Y tanto Manuel Reyes como Walter Benjamin lo dicen con toda contundencia y claridad: quien sufre injustamente y, a quien el devenir del tiempo y de la cultura lo convierte en víctima, es verdaderamente sujeto y actor de la historia.
Manuel Reyes resume en esta introducción su lectura personal, muy original, de su cuidadoso estudio de la obra de Walter Benjamin, llevada a cabo durante largo tiempo. De esta forma, formula desde el inicio una definición muy clara y expresiva de su pensamiento. Dice:
Las Tesis sobre el concepto de historia son la respuesta política de un filósofo cuando en Europa no había ningún lugar para la esperanza. Las anima ese gesto de resistencia que su autor [...] hacía llegar al amigo Theodor Wiesengrund Adorno, en 1938, cuando éste le insta a abandonar Europa y sumarse a la cadena de exiliados judíos que habían dejado atrás el Viejo Continente huyendo del fascismo: Todavía, le dijo, hay posiciones que defender en Europa. Quería fijar sus ojos en la Gorgona, esa figura mítica sin rostro que mataba a quien osara mirarla de frente, para arrancar a la historia el secreto del mal que se cernía sobre la humanidad. Unos años antes había descrito su posición como la de un náufrago que trepa hasta lo alto del mástil de un barco que se va a pique para, desde ahí, lanzar el SOS más potente. Era la posición de un testigo que escogía estar ahí y
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no la de alguien que casualmente pasaba por aquel lugar. [...]
Precisamente porque selló con su muerte el papel que se había dado de avisador del fuego es por lo que los textos fragmentarios de Benjamin se han revestido de una autoridad singular.
De este modo, tiene sentido lo que afirma Rosenzweig quien decía: «No hay mayor verdad que la que se defiende con la propia vida».
Benjamin formula en sus Tesis sobre la historia que éstas no hablan únicamente del presente, del fascismo, sino que también «desvelan una lógica histórica que sigue en activo».
El secreto de esta Tesis es «su actualidad acontemporánea». De esta manera, «las Tesis sobre el concepto de historia resultan provocadoras porque argumentan con un descaro que no se lleva». Y señalan, con sumo acierto, que ahora al igual que ayer «es verdad que para los oprimidos el estado de excepción es una situación permanente». Ninguna mejora de la calidad humana de la historia, su progreso, han podido desbaratar el contenido afirmativo de la Tesis VIII la cual reza así:
La tradición de los oprimidos nos enseña que el estado de excepción en el que vivimos es la regla. Debemos llegar a un concepto de historia que se corresponda con esta situación. Nuestra tarea histórica consistirá entonces en suscitar la venida del verdadero estado de excepción, mejorando así nuestra posición en la lucha contra el fascismo. El que sus adversarios se enfrenten a él en nombre del progreso, tomado éste por ley histórica, no es precisamente la menor de las fortunas del fascismo. No tiene nada de filosófico asombrarse de que las cosas que estamos viviendo sean todavía posibles en pleno siglo XX . Es un asombro que no nace de un conocimiento, conocimiento que de serlo tendría que ser éste: la idea de historia que provoca ese asombro no se sostiene.
Lo importante en este caso es entender la lógica de la cultura oficial y de su historia y que cada ciudadano pueda descubrir el estado que le marca su contexto totalitario: vivir constantemente en la ilegalidad. Todas esas posibilidades cualitativas «se hacen sobre las espaldas de una parte de la humanidad». Se percibe con toda claridad «la...
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