El concepto de la ética en la obra de Gabriel García Márquez

AutorBozzi, Anderson, Sara Marcela - Pinzón, Sinuco, Andrés
Páginas188-197

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1. Hipótesis iniciales

1.1 La ética en la obra de Gabriel García Márquez está fundamentada en la precisión de detalles, compromiso con el lector, y la apuesta por el cambio social a través del ejercicio investigativo y contextualizado del oficio.

1.2 La entrevista sigue siendo el método periodístico del cual se alimentan todos los géneros periodísticos, y por ello debe ser rigurosa y ética.

2. Metodología

Esta comunicación es el resultado de una entrevista a Gabriel García Márquez en profundidad, realizada en Ciudad de México, 23 de abril de 1986, para celebrar el centenario del diario EL ESPECTADOR. Algunos otros encuentros tuvieron lugar en Cartagena de Indias, cuando Gabo ya era bienvenido en Colombia.

La metodología radica entonces en el desglose interpretativo de esta entrevista y sus múltiples tópicos para entender mejor al periodista, novelista y premio Nobel de Literaturade 1982.

3. Resultados

El Nobel colombiano Gabriel García Márquez había proclamado alguna vez en una de sus columnas dominicales en "EL ESPECTADOR", periódico colombiano, que detestaba las entrevistas, tal como se practican hoy en el mundo.

"En realidad, el género de la entrevista abandonó hace mucho tiempo los predios rigurosos del periodismo para internarse con patente de corso en los manglares de la ficción -escribía el maestro, y luego proseguía- "lo malo es que la mayoría de los entrevistadores lo ignoran, y muchos entrevistados candidos todavía no lo saben. Unos y otros, por otra parte, no han aprendido aún que las entrevistas son como el amor: se necesitan por lo menos dos personas para hacerlas, y sólo salen bien si esas dos personas se quieren".

"He omitido la conciencia la entrevista como género, porque siempre la he tenido aparte, como esos floreros de las abuelas que cuestan una fortuna y son el lujo de la casa, pero nunca se sabe dónde ponerlos. Sin embargo, es imposible no reconocer que la entrevista -no como género sino como método- es el hada madrina de la cual se

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nutren todos. Pero no me parece un género en sí misma, como no me parece tampoco que lo sea el guión en relación con el cine".

Por otra parte, el maestro consideraba que hacer las entrevistas con una grabadora es poco afortunado, ya que el periodista oye lo que dice el personaje, pero no capta los latidos del corazón, ni la mirada, ni el manejo de las manos, ni la compostura de su entrevistado.

Para Gabo, "hay entrevistadores de diversas clases, pero todos tienen dos cosas en común: piensan que aquella será la entrevista de su vida, y están asustados. Lo que no saben -y es muy útil que lo sepan- es que todos los entrevistados con sentido de la responsabilidad, están más asustados que ellos. Como en el amor, por supuesto. (...) no se crea, sin embargo, que estas desdichas me alegran. Al contrario: al cabo de tantos años de frustraciones, uno sigue esperando en el fondo de su alma que llegue por fin el entrevistador de su vida. Siempre como en el amor."(ver "EL ESPECTADOR", 15 dejulio de 1981).

3. 1 Entrevistas de guerra

Algunas entrevistas deberían ser consideradas como instrumentos de guerra. En este territorio resplandece Oriana Fallaci quien fue capaz de desnudar a Henry Kissinger, dejando su alma al descubierto y mostrando sus arbitrariedades y su peculiar manera de entender el poder.

Algunas personas critican a la Fallaci y la acusan de arreglar sus propias preguntas y de componer el orden de sus interrogaciones a sus personajes, alterando así el sentido. Pero "no creo que ese método sea menos sospechoso que el empleado en la actualidad por las revistas norteamericanas "Time" y "Newsweek", que graban una conversación de varias horas y luego no utilizan sino el material de una página, sin preguntarse si las omisiones no alteran de algún modo el sentido del texto original".

En Cartagena, esa lección ha dado frutos desde 1985 en el suplemento dominical de "El Universal", donde fueron las ediciones monográficas las que merecieron el aplauso de la crítica y los lectores. En más de 700 ediciones realizadas en Cartagena, podría subrayar las ediciones dedicadas a Borges, Gabo, Rojas Herazo, Alvaro Mutis, Alberto Sierra, Alejandro Duran, José Barros, Clímaco Sarmiento, Julio Cortázar y músicos locales como Catalino Parra con su tambor (llamador) y Leandro Díaz, el cantautor vallenato.

Si anteriormente se consideraba al periodismo cultural como una pequeña sección de los periódicos destinada a destacar la actividad artística especializada, a reseñar conciertos, casi que exclusivamente, los que vienen del exterior, hoy en día se piensa al periodismo cultural como un campo integral de acción social, ya sea que se aborde desde el plano político, económico, social, judicial, o cultural. La información, tiene que convertirse en diálogo para que por fin podamos escucharnos. El periodismo, en general, debe ser el punto de encuentro donde se escuchen entre sí, las voces silenciadas que conforman el conglomerado social, étnico y lingüístico de una comunidad en crisis como la nuestra.

Veamos lo que nos decía el maestro en uno de sus últimos textos, denominados, "Sofismas de distracción": "cuanto más he escrito, menos he logrado distinguir los

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géneros del periodismo. He...

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