Comunicando, siempre comunicando

AutorLaura Pujol Terradellas
CargoDirectora Close Communication
Páginas44-49

Page 45

A nadie le cabe la menor duda de que vivimos en la Sociedad de la Información. Aunque es un concepto que se empezó a utilizar en Japón en los años sesenta y se considera a Yoneki Masuda, sociólogo y profesor japonés (19015-1995), como su principal divulgador, sigue siendo de máxima actualidad.

Hoy en día, la información nos invade y nos “ataca” a cualquier hora: no tener aparatos electrónicos como un móvil (aunque no sea un smartphone), una tablet y un pc o un Mac, te sitúa en un limbo social, algo que no nos podemos permitir. Ni a nivel profesional ni a nivel social. Así, estamos permanentemente conectados: a las noticias, a la música, a nuestros contactos personales y profesionales; las aplicaciones hacen que resulte más sencillo abrir nuevas ventanas de información y, precisamente, esa facilidad para conseguir datos y noticias nos engancha más y más. Para decirlo de forma cercana es “la pescadilla que se muerde la cola”. Sin embargo, ¿sabemos qué supone realmente vivir en ella? Y, especialmente ¿cómo nos influye?

Según Sebastián Serrano, catedrático de lingüística general de la Universidad de Barcelona, novelista y autor de múltiples ensayos sobre comunicación, considera que “a más información… más grado de libertad, más dimensiones de vida, más complejidad, pero también más alternativas, más variables a controlar, más mundos posibles y más incertidumbre, mucha más incertidumbre” (1).

Es decir, la inmediatez y gran cantidad de conocimiento que atesoramos no nos hace la vida más sencilla y tomar decisiones se convierte, quizás, en una empresa cada vez más compleja. En ocasiones, incluso puede generar ansiedad y una creciente incertidumbre más que procurarnos seguridad personal, eficacia profesional y tranquilidad de espíritu. Casi podríamos decir que transitamos por los laberintos de una comunicación que nos abruma, nos excede y puede llegar a ahogarnos.

1. Empecemos por definirla

¿Qué es la comunicación? Etimológicamente, deriva del latín communicare, es decir, compartir o poner en común. Existen múltiples definiciones, desde la primera entrada de la RAE: “acción y resultado de comunicar o comunicarse”, hasta una definición mucho más compleja y rica en matices: “el sistema de comportamiento integrado que calibra, regulariza, mantiene y, por ello, hace posible las relaciones entre las personas. En consecuencia, podemos ver en la comunicación el mecanismo de la organización social, de la misma manera que la transmisión de la información en el mecanismo del comportamiento comunicativo” (2), en palabras de Albert Scheflen, investigador de la comunicación de la Escuela de Palo Alto (USA). Por lo tanto, será fácil entender que es un concepto complejo y lleno de contenido.

El proceso de comunicación incluye elementos imprescindibles como: el emisor, el receptor, el mensaje, el código, el canal y el contexto.

- El emisor es quien transmite la información. Puede ser una sola persona, un organismo o institución, un medio de comunicación o cualquier otro elemento incluso físico que emita una señal perceptible por nuestros sentidos.

- El receptor es quien recibe la información. Igual que el emisor, puede ser individual o colectivo. Es el que interpreta y...

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