Comunicación CE sobre servicios financieros

AutorJavier Ribas
Cargo del AutorAbogado
Páginas#8001

Introducción

La presente Comunicación expone los resultados de las consultas realizadas en relación con el Libro Verde de la Comisión de mayo de 1996 titulado "Servicios financieros: cómo satisfacer las expectativas de los consumidores", y presenta la respuesta de la Comisión a tales consultas. Las aportaciones recibidas con motivo de las consultas sobre el Libro Verde, que concluyeron a finales de octubre de 1996, han sido sumamente satisfactorias, tanto por su número como por su calidad. Los resultados del estudio sobre el impacto y la efectividad del mercado único se conocieron después de la presentación del Libro Verde. Dos de los estudios emprendidos por consultores independientes evaluaban el impacto del mercado único sobre la banca y los seguros. Dado que los resultados del estudio guardan relación con las consultas en torno al Libre Verde, se ha considerado oportuno incluirlos en anexo. En determinados casos, se han tomado ya medidas para resolver algunos de los problemas detectados (por ejemplo, en relación con los pagos transfronterizos). En otros casos, sin embargo, la Comisión opina que son necesarias medidas complementarias para conferir una total efectividad al mercado único y satisfacer las expectativas de los consumidores.

Resumen del Libro Verde

El Libro Verde se publicó el 22 de mayo de 1996. Su principal objetivo consistía en estimular a todos los interesados a opinar sobre la adecuación del grado de protección del consumidor establecido por la actual legislación en materia de servicios financieros y sobre la posible conveniencia de adoptar otras medidas.

El Libro Verde se dividía en tres partes. En la primera, la Comisión ponía de manifiesto la atención prestada a los intereses del consumidor dentro de la legislación comunitaria. En la segunda parte, se señalaban una serie de problemas que habían sido ya detectados. La tercera parte estudiaba brevemente las futuras tendencias de la comercialización de servicios financieros, incluida la venta a distancia.

El Libro Verde exponía, en particular, una serie de problemas que se planteaban a los consumidores y que, según se indicaba en el mismo, debían examinarse detenidamente para hallar una solución adecuada. Entre ellos figuraban la negativa a prestar servicios financieros a no residentes, la deficiente calidad de los servicios, la falta de información y las actividades de los intermediarios no regulados. El Libro Verde señalaba que los contratos de servicios financieros negociados a distancia merecían especial atención e invitaba, asimismo, a opinar sobre si la introducción de nuevas tecnologías y técnicas de comercialización en el sector de los servicios financieros requería normas adicionales para la protección del consumidor.

Resumen de los comentarios recibidos y principales problemas

El Libro Verde alcanzó su objetivo, al impulsar un amplio debate en el que participaban los sectores bancario, de seguros y de valores, las agrupaciones de consumidores y usuarios y las autoridades nacionales. En total, la Comisión ha recibido más de 140 contribuciones (que representan más de 1.500 páginas). La Comisión organizó, además, una audiencia que congregó a más de 200 representantes de los sectores interesados.

Como podía esperarse, las respuestas a la consulta muestran una divergencia de opiniones entre los principales interesados en cuanto a las implicaciones para los consumidores y las actuaciones oportunas de cara al futuro. El sector de servicios financieros hace, en general, hincapié en la necesidad de garantizar el pleno funcionamiento del mercado único, lo cual supone que se apliquen debidamente las directivas vigentes y se garantice una competencia leal. Se destaca, asimismo, la importancia de fomentar el desarrollo de productos y servicios innovadores y de nuevos canales de distribución (electrónicos), que modificarán las relaciones convencionales entre clientes y prestadores de servicios. La innovación redunda en beneficio tanto del sector como de los consumidores. La unión económica y monetaria y la sociedad de la información figuran entre los principales retos a los que el sector debe hacer frente. A la hora de considerar la posibilidad de proponer nuevas medidas (legislativas), conviene actuar con cautela. Si resulta necesario tomar medidas para consolidar los derechos de los consumidores, debería darse preferencia a las iniciativas voluntarias.

Las agrupaciones de consumidores y usuarios reconocen, en general, que la estabilidad y la credibilidad del sistema financiero y monetario de la UE que se han logrado merced a la legislación sobre servicios financieros son positivas, tanto para los consumidores como para los prestadores de servicios. No obstante, formulan serias críticas en relación con las disposiciones destinadas específicamente a proteger al consumidor contenidas en la normativa vigente y deploran también la falta de un planteamiento categórico de cara a la protección del consumidor dentro del mercado único de servicios financieros. Se aduce que, del lado de la demanda, el mercado se caracteriza por su disparidad (aislamiento y escasa movilización de los consumidores, por un lado, frente a operadores de proyección mundial, por otro) y que los consumidores carecen, con frecuencia, de los conocimientos técnicos necesarios ante productos cada día más complejos. Además, no son de aplicación las disposiciones legales vigentes en otros sectores (por ejemplo, cuando se trata de contratos a distancia). Los consumidores deben, pues, desempeñar un papel de mayor trascendencia.

La postura de las autoridades nacionales se encuentra en un punto intermedio entre estos dos enfoques: en ocasiones, se privilegian las exigencias del sector (que aboga por soluciones más flexibles y el pleno funcionamiento del mercado único) y en otras las peticiones de los consumidores (de medidas complementarias para proteger sus intereses, por ejemplo en los contratos a distancia).

El Parlamento Europeo aprobó su informe sobre el Libro Verde el 19 de febrero de 1997. El Parlamento aboga por un planteamiento equilibrado, destacando la importancia de la libre competencia y apoyando, al mismo tiempo, la postura de las agrupaciones de consumidores con respecto a la legislación actual. El Parlamento es partidario de un planteamiento bidireccional: un reglamento marco que regule los aspectos comunes a todos o la mayor parte de los servicios financieros (tales como la transparencia de la información y del mercado, la protección de los derechos legales, la competencia e integridad de los intermediarios y el derecho de acceso a los servicios), y directivas específicas, entre otras cosas, sobre los contratos de servicios financieros negociados a distancia.

El Comité Económico y Social (CES) emitió su dictamen el 30 de octubre de 1996. En él, el Comité solicita la adopción de un Libro Blanco sobre la política de protección del consumidor en el sector de los servicios financieros, subrayando las principales necesidades del consumidor (tales como el derecho a la información y la protección jurídica y las posibilidades de recurso), así como las medidas que deben adoptarse. En particular, el CES se declara a favor de la adopción de directivas sobre los contratos a distancia de servicios financieros, el crédito hipotecario, los contratos de seguros y los pagos electrónicos.

Planteamiento global de la Comisión

La Comisión ha analizado minuciosamente las aportaciones recibidas a la luz de los resultados del estudio de impacto de 1996. La contribución del mercado único de servicios financieros ha sido, en general, positiva, ya que ha propiciado la competencia y ampliado la oferta disponible para el consumidor. La estricta supervisión, por parte de las autoridades de los Estados miembros, de las actividades realizadas por los prestadores de servicios financieros de la UE ha reforzado la solidez financiera del sector. La estabilidad y la credibilidad del sector de servicios financieros son primordiales para lograr la confianza del consumidor, que pone en manos del mismo su dinero. Ahora bien, está claro que ello no basta para que el consumidor pueda aprovechar plenamente las ventajas del mercado único y para que se resuelvan los problemas aún pendientes.

El primer paso -que no se limita a los servicios financieros- consiste en asegurarse de que la legislación vigente se incorpore a los ordenamientos jurídicos nacionales y se aplique. El mercado único se basa en la confianza. Este objetivo sólo puede lograrse mediante una adecuada aplicación de las normas comunes. Como ha confirmado el Plan de Acción para el Mercado Único, existe aún retraso en la incorporación de la legislación esencial sobre seguros y servicios de inversión. La aplicación de la legislación y las normas del Tratado seguirá siendo una absoluta prioridad para la Comisión. En segundo lugar, la prestación de servicios financieros transfronterizos se ve aún dificultada por demasiados obstáculos. Las diferencias de estructura fiscal y régimen impositivo, en particular en los sectores del seguro y del crédito hipotecario, entre unos países y otros pueden obstaculizar el funcionamiento del...

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