El compromiso familiar

AutorVíctor Esquirol Jiménez
CargoNotario de El Masnou
Páginas11-12

Page 11

Propone el filósofo francés Luc FERRY en su último libro Familia y Amor (Taurus, 2008, pp. 86 y ss.) que el cliché de la crisis de la familia en Occidente es falso, y añade: «Si se hace una comparación histórica, se puede incluso sostener que los lazos familiares, quizá debido a las altas tasas de mortalidad de la Edad Media, son más fuertes, más densos, más profundos y más intensos hoy en día en Occidente, especialmente en Europa, de lo que lo han sido en toda la historia del matrimonio. Los padres aman a sus hijos más que nunca y les atenaza la angustia de que no puedan ‘realizarse’ en el futuro; y, curiosamente, en la mayoría de los casos, los niños les devuelven ese amor».

Coincido modestamente con el autor en esta apreciación y en que su causa radica en la vinculación afectiva entre los miembros de la familia, a diferencia de la función principalmente económica que ésta tenía en nuestras antiguas sociedades agrícolas, en las que los matrimonios eran concertados (contratados, podríamos decir, dada la frecuencia de las capitulaciones matrimoniales) por los padres de los novios, y la procreación no estaba exenta de designios económicos (fundamentalmente, la ayuda y la continuidad en la explotación familiar agraria). Hoy en día, en cambio, estas relaciones tienen su fundamento y justificación en la vinculación afectiva; en la relación matrimonial, el auge actual de las separaciones y divorcios más que contradecir, en realidad confirma esta percepción, pues la rotura de los lazos afectivos suele conllevar la ruptura del matrimonio, ya que el afecto se considera fundamental; en la relación paterno-filial, también iría en esa dirección la ampliación legal de los supuestos en que se puede acceder a la paternidad (p.e., la posibilidad de adopción por parejas homosexuales) y la no necesaria correlación entre paternidad biológica y paternidad legal, pues la sociedad (al menos gran parte de ella) asume que una relación paterno-filial basada en el amor (que en principio hay que presuponerlo) será mucho más beneficiosa para el hijo que la que se base en cualquier otra consideración.

He aquí, sin embargo, que nuestro Derecho civil no está reaccionando debidamente a este profundo cambio sociológico de la familia (salvo, quizás, en materia de celebración y disolución del matrimonio y de adopción). Y al hablar de «nuestro Derecho» me refiero no sólo al catalán, sino también al del resto de España y de Europa en general. En concreto, me...

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