Comprender la Globalización (recensión)

AutorLuis Fernández Briceño
Páginas165-169

Recensiones «COMPRENDER LA GLOBALIZACIÓN» GUILLERMO DE LA DEHESA * Alianza Editorial Madrid. 2000. 245 páginas El autor hace un análisis técnico, objetivo y desapasionado sobre la globalización co- mercial y financiera, tratando de observar cuáles son sus efectos económicos sobre los gobiernos, los Estados y las empresas; sobre los mercados laborales y sobre los mercados financieros; sobre el crecimiento económico global, la distribución de la renta y la conver- gencia real entre los países. También preten- de una divulgación sencilla de los estudios que se han realizado sobre los diferentes as- pectos de este asunto, para que sea entendido por el lector no familiarizado con los temas económicos. De la Dehesa avanza que «la globaliza- ción va a ser positiva para el crecimiento y la convergencia mundial, aunque sus cos- tes y beneficios no van a estar distribuidos equitativamente. La globalización mejora, en conjunción con la nueva ola de desarrollo de las tecnologías, la eficiencia de la economía en general y, por tanto, la productividad y el crecimiento mundial. Pero también tiende a fragmentar los procesos de producción, los mercados laborales, las entidades políticas e, incluso, las sociedades. Conlleva, al mismo tiempo, aspectos positivos y beneficiosos, in- novadores y dinámicos para la economía mundial y también aspectos negativos y per- turbadores». La globalización está liderada por los mercados y las empresas más que por los gobiernos, lo que es un desarrollo positivo. Este proceso lleva consigo algunas contradic- ciones que es necesario reducir o limitar. Al preguntarse ¿qué es la globalización?. La define como un «proceso dinámico de cre- ciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecno- logía y capitales. De la Dehesa sigue la termi- nología de «globalización» empleada por Theodore Levitt (1983) que ya citaba la glo- balización de los mercados. Para este autor se estaba pasando de una concepción de la pro- ducción basada en el ciclo del producto, a otra global de los mercados. También Michael Porter (1990) utilizó el término «globaliza- ción» para diferenciar una empresa multina- cional de otra global. Un paso más lo dio Kenichi Ohmae (1990) al considerar que la empresa global es aquella que ha abandona- do su identidad nacional y que opera como una entidad sin patria en una escala mun- dial. Con estos autores podemos resumir que «la globalización tiene como agentes funda- mentales a las grandes empresas multinacio- nales, tanto financieras como no financieras, que se implantan en la mayor parte de los países, aumentando los flujos comerciales y de capitales entre unos y otros haciendo que los mercados estén cada vez más integrados y globalizados. Estas empresas son capaces de desarrollar la globalización porque una serie de descubrimientos tecnológicos y decisiones políticas les están permitiendo hacerlo». Los factores que determinan el proceso de globa- 165 * Licenciado en Derecho, técnico comercial y eco- nomista del Estado. Ha sido Secretario de Estado de Eco- nomía, miembro del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Comunidad Económica Europea y se- cretario general de Comercio y director de Internacional del Banco de España. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 lización son la tecnología y la liberalización de los intercambios de bienes, servicios y ca- pitales. Para analizar el impacto de la globaliza- ción sobre el crecimiento económico (comer- cial y financiero) expone los modelos teóricos y los estudios empíricos que se han realizado. La OCDE (1998), el Banco Mundial (1987), el FMI (1998) y la OMC (1999) han efectuado varios de ellos. Por tanto, en primer lugar se refiere a los efectos del comercio internacio- nal (globalización comercial) y, posteriormen- te, a los flujos internacionales de capital (globalización financiera). En cuanto a la globalización comercial y el crecimiento se revisan los modelos neoclási- cos (Solow, 1956 y Swan, 1956) y los de creci- miento endógeno (Romer, 1986; Lucas, 1988; Rebelo, 1991; y Grossman y Helpmon, 1991) para concluir que la liberalización del comer- cio internacional puede estimular la innova- ción y el crecimiento de los países ayudando a que se difunda la tecnología y el conocimien- to, los procesos de aprendizaje y la inversión en I+D. Por lo que respecta a las relaciones entre las finanzas y el crecimiento económico, y entre la liberalización y la apertura finan- ciera internacional y el crecimiento, el autor sigue a Wendy Oobson y Pierre Jacquet (1998). La literatura sobre esta relación se remonta a Joseph Schumpeter (1911), que asignaba un papel central al crédito como autor de la innova- ción y promoción de negocios, y sigue con Stern (1989) y Gurley Shaw (1955) entre otros. En cuanto a la globalización, convergencia real y distribución de la renta, De la Dehesa analiza la historia económica desde la revolu- ción industrial para centrarse en la denomina- da primera «ola de globalización (1870-1914) y pasar a la segunda «ola de globalización» que empieza en 1950. La primera revolución industrial es la que permitió que se desencadenase el primer pro- ceso de globalización, que estuvo basado en la reducción de los costes de transporte, al tiem- po que aumentaba su rapidez, reduciendo las distancias entre unos países y otros. La pri- mera globalización aceleró la tendencia hacia la divergencia de renta por habitante entre unos países y otros, que ya había comenzado con la revolución industrial y que se canalizó a través de la expansión del comercio y de la inversión internacional. En el denominado segundo proceso de glo- balización las diferencias de renta entre los países más ricos y los más pobres se han en- sanchado de nuevo. En 1960 las diferencias de renta por habitante entre la media de los países de la OCDE y la de los más pobres era ya de 30 a 1 y en 1997 era de 74 a 1, según un informe del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (1999). Ante la pregunta de ¿cómo puede la globa- lización mejorar o empeorar esta situación?, el autor expone las dos versiones contrapues- tas de la teoría económica sobre los efectos de la globalización: una más optimista y otra más escéptica. En cuanto a la primera se apuntan los modelos neoclásicos del comercio internacional, movilidad del capital y la tec- nología de Hecksher- Ohlin, 1933, así como los del crecimiento de Solow y Swan, 1956, por los que la movilidad de los bienes, servi- cios y capitales y el proceso de crecimiento pueden conducir a una mayor convergencia de la renta per cápita. No hay que perder la esperanza. « La glo- balización, como conjunto de mayor comercio internacional y de mayor libertad de movi- mientos de capital y tecnología, puede ayudar a la convergencia siempre que el primero con- siga una mayor difusión de la tecnología y dise- minación de las ideas (Dallar, Walf y Baumol, 1998) y Rossenberg (1980) y que los capitales terminen moviéndose en la dirección adecua- da (Lucas, 1999), para que, como señala Baldwin y Martín (1999), el actual proceso de globalización impulse definitivamente la in- dustrialización del Sur, la tercialización del Norte y, finalmente, la convergencia de renta per cápita entre ambos. 166 RECENSIONES REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 La integración creciente de los mercados, derivada de la globalización, ha traído la de- sintegración del proceso productivo. Las em- presas encuentran beneficioso deslocalizar volúmenes crecientes del proceso productivo en otro lugar. La deslocalización está basada en actividades intensivas de mano de obra. ¿Cómo hacer frente al impacto de la globali- zación sobre la desindustrialización, la caída del empleo y la desigualdad salarial de los países desarrollados?. La respuesta es clara. «A medio y largo plazo la única medida efi- ciente es la del aumento de la cualificación de los trabajadores de bajos salarios y de los de- sempleados mediante un programa de gastos masivos en educación y formación, especial- mente en las nuevas tecnologías de la infor- mación y en los servicios basados en el crecimiento». Como conclusión se puede decir, que la globalización, ampliando los mercados para las empresas, por un lado, y aumentando la competencia, por otro, crea unas enormes oportunidades para el desarrollo de las em- presas y de los países donde están ubicadas y unos enormes retos de ajuste y transforma- ción de las mismas para hacer frente a un mercado mucho más competitivo. La interna- cionalización y multinacionalización de las empresas ayudará a los países donde están originalmente ubicadas y a los países a los que se desplazan aportando inversión, cono- cimiento y tecnología. Una cuestión importante es la referencia de la globalización respecto a los Estados y a los gobiernos. La globalización de la econo- mía y de los mercados está teniendo un im- pacto notable en la actual concepción del Estado, en sus funciones y en sus políticas, en su crecimiento y en su número, que va a exigir una profunda reestructuración y redefinición del mismo. Ante esta revolución globalizadora en los mercados internacionales a los Estados no les queda más remedio que redefinir sus funciones, su papel y su tamaño. La globali- zación ha impuesto serios límites a las ambi- ciones y el poder de los Estados y gobiernos. Sin embargo, esto no significa que el Estado o gobierno no siga teniendo un papel importan- te que jugar. Puede que tenga menos funcio- nes, pero van a seguir siendo fundamentales para conseguir que el país salga más o menos beneficiado o perjudicado por el fenómeno creciente de la globalización económica. Una importante contradicción del proceso de globalización en relación a los gobiernos y a la política económica es la siguiente: aun- que todo el mundo es claramente consciente de las ventajas y beneficios del proceso de glo- balización en términos de mayor crecimiento global y mayores rentas en su conjunto, sin embargo también se reconoce que tiene una serie de costes, en términos de exclusión, de algunos países en desarrollo que se pueden quedar descolgados y de desempleo o salarios más bajos para determinados grupos de po- blación de los países desarrollados, especial- mente de aquellos que ya se encuentren en una situación de inferioridad por su baja for- mación y cualificación. De la Dehesa analiza los efectos de la glo- balización en los tipos de cambio. El eterno debate sobre si los tipos de cambio deben ser fijos o flexibles se ha recrudecido en los últi- mos años por las crisis de los tipos de cambio en los países emergentes. La globalización fi- nanciera no ha permitido que sobrevivan las «medias tintas»: ni los tipos de cambio fijos, que no son en realidad tan fijos, ni los flotan- tes que son «sucios». Como consecuencia de ello, está empujando a los países hacia las op- ciones extremas: o tipos totalmente fijos o to- talmente flexibles. El autor razona que, de no darse una marcha atrás en la globalización fi- nanciera, el mundo funcionará en el futuro con muy pocas monedas. El autor expone que el proceso de crecien- te globalización está trayendo dos tipos de tendencias culturales: la influencia de los medios de comunicación norteamericanos es cada vez mayor en todos los países del mundo y el desarrollo de la red Internet está siendo un arma dominada por el idioma inglés y de- 167 RECENSIONES REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 sarrollada por Estados Unidos. Esta globali- zación mediática está facilitada por dos ele- mentos fundamentales: el tecnológico y los gobiernos que están privatizando y desregu- lando la actividad de los medios de comunica- ción. De hecho, como señala Umberto Eco (2000), «Internet es un equivalente virtual del universo. Todo él está contenido en la red». Sin embargo, las fuerzas de globaliza- ción no son eminentemente culturales sino económicas. El mercado mundial no es un concepto cultural sino económico. La globali- zación ayuda a la expansión y penetración de nuevas ideas, de tecnología, de conocimiento y, por tanto, tiene también efectos culturales positivos. El problema más serio que puede plantear la globalización es que algunas cul- turas o valores se adapten mejor que otros a dicho proceso y se originen situaciones de de- sigualdad entre unos países o culturas y otros. La globalización y la revolución de las tecnologías están favoreciendo a los países con mayor cohesión social y más abiertos al mundo exterior y al llamado multiculturalis- mo y también a aquellos países con mayor tradición de espíritu emprendedor. Para concluir el autor desarrolla la situa- ción de España ante la globalización, la aper- tura de la economía, la convergencia real de renta per cápita y los retos de la globaliza- ción. De la Dehesa se pregunta por los efectos del proceso, por la convergencia con los países de nuestro entorno, por la competitividad y por el futuro. La apertura de la economía es- pañola ha permitido explotar beneficiosa- mente el proceso de globalización. La apertura comercial y financiera han permiti- do ganar cuota de mercado en el resto del mundo y aumentar los flujos de exportación. También conseguir mayores flujos de inver- sión extranjera y multinacional. De cara al futuro se plantean una serie de retos. El primero de ellos es que hay que ser más eficientes y más competitivos frente al resto del mercado; se consigue abriendo más la eco- nomía española a la competencia internacio- nal e introduciendo reformas estructurales y desregulaciones en los sectores menos abier- tos a la competencia exterior. Hay que seguir con las reformas del mercado de trabajo (des- centralizar la negociación colectiva, facilitar la movilidad geográfica y funcional de los tra- bajadores, fomentar los contratos indefinidos a tiempo parcial, incorporación de la mujer al mercado de trabajo, etc.). El segundo reto es el de la nueva economía, es decir, el desarrollo de toda la economía de los servicios basada en el conocimiento y la innova- ción, será la gran especialización de los países de la OCDE frente al resto del mundo en el si- glo XXI. Para conseguir un desarrollo de la nueva economía y/o una adaptación rápida a ella hace falta un nivel de capital humano elevado y una enorme inversion en I+D. A menos que se realicen inversiones masivas por las empresas y el Estado en educación y formación y en I+D va a ser difícil que Espa- ña mejore su posición relativa actual. El tercer reto es la sostenibilidad de un sistema de protección social o Estado de bie- nestar. Los factores que van a afectar a la sostenibilidad financiera son los cambios pre- vistos en la composición demográfica. La caí- da de la población en edad de trabajar, la caída de la población activa y empleada, el aumento de la población de más de 65 años, creará un problema de financiación de las pensiones y de la sanidad. Retrasar la edad de jubilación, aumentar la inmigración, in- centivar los planes de pensiones privados son medidas que se pueden plantear en los próxi- mos años. Para el autor, «España ha afrontado el proceso de globalización con cierto éxito hasta ahora. Su apertura comercial ha sido muy positiva para la economía ya que ha aumentado su competencia y la ha hecho más eficiente. Además ha conseguido mejo- rar su cuota de mercado en las exportacio- nes mundiales. Su apertura a los mercados financieros de capital ha sido muy positi- va». La convergencia real en términos de renta per cápita ha sido menor que la de 168 RECENSIONES REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31 otros países debido a las elevadas tasas de desempleo y a la volatilidad del crecimiento económico». LUIS FERNÁNDEZ BRICEÑO 169 RECENSIONES * REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 31

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