Clavero, Bartolomé: Autonomía regional y reforma agraria. Fundación Universitaria de Jerez. Un tomo de 167 págs. Jerez de la Frontera, 1984

AutorFrancisco Corral Dueñas
Páginas1673-1676

    Clavero, Bartolomé: Autonomía regional y reforma agraria. Fundación Universitaria de Jerez. Un tomo de 167 págs. Jerez de la Frontera, 1984.

No sería aventurado imaginar que, probablemente, las discusiones entre Caín y Abel inicialmente estuvieran motivadas por el reparto de los espacios que ambos querían ocupar para la ganadería y la agricultura Page 1673 respectivas. Por ello, podríamos decir que el problema de la distribución de la tierra y su llevanza es tan viejo como la misma humanidad; son ya muchos los siglos que los hombres andamos discutiendo sobre el dichoso tema, sin que hasta ahora hayamos encontrado la mejor entre las varias soluciones apuntadas. Entre las dos tesis extremas, de la propiedad individual intangible, y la opuesta concepción comunitaria, hay todo un cúmulo de posturas intermedias y distintas, según sea el prisma o prejuicio con que se estudien estas palpitantes cuestiones.

Ya es equívoca la propia expresión reforma agraria-, pues para unos es un simple reparto de tierras en favor de quienes las trabajan, mientras que otros opinan que esa visión simplista ha quedado desfasada por la aparición de otros problemas más complejos. No se trata tan sólo de trocear grandes fincas y repartirlas, hasta el punto de que se ha dicho que eso es repartir pobreza. También es reformar la recomposición de explotaciones integradas por minifundios, dotarlas de capital y técnica, realizar obras de infraestructura y llevar a cabo transformaciones que mejoren la producción; hay que promocionar socialmente a los agricultores y dar nuevos enfoques a la empresa agraria. La reforma agraria no es elemental, es complicadísima, para que pueda conseguir un auténtico desarrollo que eleve el nivel de vida de los campesinos.

Entre los diversos enfoques posibles de estos intentos de cuadrar el círculo- que es la cuestión agraria, nos llama ahora la atención este libro cuyo autor intenta relacionar el concepto viejísimo de las reformas rurales con el más reciente de las autonomías, defendiendo la tesis de que no se puede conseguir un reformismo aceptable sin que se lleve a cabo, precisamente, por unos organismos regionales dotados de las más amplias competencias normativas y ejecutivas.

La idea no es del todo nueva y ya la hemos visto en otros sitios. Concretamente ya se expuso por el llamado Grupo ERA, en un libro titulado Las agriculturas andaluzas, editado hace pocos años por el Ministerio de Agricultura y que comentamos oportunamente en esta Revista.

Lo que hace falta saber, primero, es si realmente existe esa supuesta correlación de causa a efecto entre ambos factores, regionalismo y reforma agraria, y, además, si está claro que el Estado no ha podido intentar ni conseguir unas aceptables reformas de ámbito nacional, incluso admitiendo las precisas peculiaridades que cada región...

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