Clasificación del conocimiento

AutorLorena Varela
Páginas269-323
269
Capítulo Segundo
Clasif‌icación del conocimiento
1. CONSIDERACIONES GENERALES
1. Variopintas maneras existen para clasicar el conocimiento. Ello de-
pende del enfoque que se le quiera dar, y no sólo teniendo en cuenta la disci-
plina que se tome como punto de partida, sino también, según la función que
se pretenda hacer cumplir a dicha clasicación. El modelo que aquí se propo-
ne se construye sobre la base de la relación entre las clases de conocimiento
con los elementos esenciales del tipo objetivo (principalmente, en relación
con el comportamiento típicamente relevante). De este modo, mi propuesta
se inscribe en un modelo distintivo de la responsabilidad subjetiva. El mode-
lo es distintivo porque diferencia entre las posibles grados de conocimiento
hasta llegar al error y desconocimiento.
2. ¿LÓGICA BINARIA O PARADOJA
SORITES? VERSUS FUZZY LOGIC
1. El estudio de las modalidades subjetivas típicas del dolo y la impru-
dencia puede ser abordado tanto desde la lógica binaria aristotélica, como
desde la paradoja sorites838. Desde la lógica binaria el dolo y la imprudencia
838 Sobre la lógica binaria aristotélica que se reduce a una sola ley: A/no A, eso o aquello; y
la paradoja sorites, en comparación con la lógica borrosa, K, Pensamiento borroso,
1995, pp. 19 y ss., 98 y ss., 273, 275.
DOLO Y ERROR. UNA PROPUESTA PARA UNA IMPUTACIÓN AUTÉNTICAMENTE SUBJETIVA LORENA VARELA270
se explicarían como dos variables binarias o bivalentes: A/no A. También lla-
madas variables discretas: verdadero/falso, sí/no, 0/1. La lógica binaria asume
que entre los extremos no cabe una tercera forma intermedia (principio del
tercero excluido o principio de dualidad), a la vez que admite dos clases de re-
laciones binarias. Las relaciones binarias equivalentes, que se simbolizan con
un signo de equivalencia ()839, signicarían en la dogmática de la imputa-
ción subjetiva que el dolo y la imprudencia se comportan como un aliud-aliud
(modalidades de clase); y las relaciones binarias de orden, que se simbolizan
con un signo de mayor o igual (≥) o de menor o igual (≤), signicarían que el
dolo y la imprudencia se comportan como un plus-minus, pero binariamente
(modalidades de grado). Por su lado, la paradoja sorites (o del montón) ense-
ña que entre los extremos hay una línea continua que los une (entre un grano
de arena y mil granos de arena), pero que no admite tan fácilmente distinguir
sus partes (siete granos de arena, cien granos de arena) cualitativamente hacia
un extremo o hacia el otro (¿con cuántos granos de arena tenemos un montón
de arena?), aunque sí admite desde un punto de vista cuantitativo (siete gra-
nos de arena se encuentran más cercanos a un grano de arena, que cien granos
de arena). La paradoja en retórica es un recurso que se emplea para revelar
la contradicción del argumento, y sorites se dene en losofía como el argu-
mento racional compuesto por una serie de proposiciones encadenadas (si-
entonces bivalentes), en donde la anterior es la premisa de la posterior, esto es,
el predicado de la antecedente pasa a ser sujeto de la siguiente, hasta que en la
conclusión se reúne el sujeto de la primera preposición con el predicado de la
última: si A es B, B es C, C es D, D es E, E es F … A es F. Por ello, la parado-
ja sorites revela una cadena de proposiciones que implican contradicción840.
2. La lógica binaria tiene de ventaja que permite la concreción de los
extremos como dos compartimentos estancos, pero tiene como desventaja
que deja de reconocer la connatural zona gris o intermedia que existe entre
839 También con una virgulilla (~) para indicar «aproximado a».
840 Sobre la paradoja sorites del grano de Z, véase K, Pensamiento borroso, 1995, pp.
97, 98, 99 y ss., 275. Ejemplicando con otras paradojas: el pelo de la cabeza de un hombre y
la pregunta por su calvicie. Arrancando un pelo, ¿es calvo? Y dos y tres, ¿cuántos? (R).
Tocad un dedo del pie a vuestra madre, ¿es incesto? Y la pantorrilla, ¿es incesto? ¿Hasta
dónde? (Anónimo). ¿Vuestro cerebro vive? Sí. Matad una célula cerebral, ¿vive aún? Seguid
matando células. Llegará un momento que no podréis preguntar más (K).
capÍtulo segundo. clasificación del conocimiento 271
los extremos. En contrapartida, la lógica del pensamiento sorites tiene como
ventaja que reconoce esa línea continua entre los extremos, pero tiene como
desventaja que diculta la concreción o delimitación entre las guras de la
zona intermedia, entre los elementos continuos (de allí que también se la
denomina falacia del continuum)841. En cualquier caso, tanto el pensamiento
binario como el paradójico presentan ventajas y desventajas en su aplicación
en las modalidades de la imputación subjetiva.
3. El modo de resolver lo irresoluble de estos planteamientos puede
encontrarse en los aportes ofrecidos desde la lógica difusa o polivante, que
renuncia a la binariedad de los enunciados como verdaderos o falsos y deen-
den valores comparativos y graduables de verdad842. Con ello, el pensamiento
difuso sólo podría aplicarse a la paradoja sorites y no, en cambio, a la lógi-
ca binaria. En efecto, la lógica difusa permite respecto de la falacia soritana
colocar límites e identicar los compartimentos continuos que se dan entre
los extremos843, pero no puede ofrecer grados allí donde la lógica binaria es-
tablece el tertium non datur. En la dogmática de las modalidades subjetivas
la lógica difusa concebiría el dolo y la imprudencia como un plus-minus, pero
polivante, no polarizado en dos valores discretos844. Así, se daría, por ejemplo:
841 Continuidad es denida en el DRAE como «la unión natural que tienen entre sí las
partes del continuo». Y el continuo es denido como «todo compuesto de partes uni-
das entre sí». De tal manera que la continuidad es la característica de un «continuo
natural» (en principio, «no articial») que es lo que sucede con los estados mentales.
842 Sobre el principio borroso: a la borrosidad se le llama multivalencia, que quiere decir
que hay tres o más opciones, quizá un espectro innito. Cfr. K, Pensamiento bo-
rroso, 1995, pp. 29 y ss., passim.
843 «La lógica borrosa elimina la ‘paradoja’ de la paradoja sorites». Cfr. K, Pensamien-
to borroso, 1995, p. 100 (sobre la paradoja sorites de Z, véase p. 99). Sobre la pa-
radoja sorites en el dolo, M F, «La cuadratura del dolo», en Homenaje
al Dr. Rodríguez Mourullo, 2005, pp. 691 y ss.
844 También a favor del plus-minus, o de una graduación conceptual-lógica P, «§
15», en NK, 2013 (4ª ed.), nm. 5, pp. 649-650 [esta autora es partidaria de un plus-
minus binario. Entre el dolo y la imprudencia existe una relación lógica de implica-
ción. Así en StrafR, AT, 2011 (2ª ed.), § 7, p. 89]; P  , Das Unrecht des Bürgers,
2012, pp. 344, con nota al pie 528, 373 (con bibliografía). También F S,
El dolo eventual, 2002, p. 16; J, Dp, Pg, 1997 (2ª ed.), p. 382. Parece que admite
un plus-minus polivante, P B, El dolo eventual, 2011, pp. 653-656 y ss. (a
nivel semántico es plus-minus, a nivel sintáctico es aliud-aliud). A mi entender, la ma-

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