Participación ciudadana en el gobierno local inglés: ¿lleva Londres la delantera?

AutorColin Copus
Cargo del AutorInstituto de Estudios de Gobierno Local. Universidad de Birmingham
Páginas141-164

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Introducción

La tarea de concebir un sistema de gobierno para Londres ha tenido que equilibrar dos objetivos conflictivos. En primer lugar, proporcionar a la capital de un sistema de gobierno que reconoce, y puede dirigir, el único poder político, económico, social y espacial que la ciudad tiene en Inglaterra y Gran Bretaña en su totalidad. En segundo lugar, limitar y restringir al poder político de Londres y sus acuerdos gubernamentales, para asegurar que nada pueda socavar el poder del gobierno nacional, localizado como está en Londres. A esta dinámica se ha añadido la necesidad de reconocer que Londres es extremadamente difícil de encuadrar dentro de las fronteras geográficas dibujadas para la conveniencia política y administrativa, ya que el poder económico y político de la ciudad desbordará cualquier frontera trazada (Travers, 2004). Además, sigue existiendo la controvertida cuestión de equilibrar las necesidades de gobierno de Londres en su totalidad y gobernar las comunidades dentro de ella. El poder y las responsabilidades del gobierno de Londres tiene que ser compartido con unidades más pequeñas de autoridad política agrupadas de tal manera que representen algunas comunidades e intereses comunes- en este caso, los Distritos Municipales Londinenses (Barlow, 1991).

Los acuerdos gubernamentales actuales para Londres fueron introducidos por la Ley de Autoridad del Gran Londres de 1999, que establecía la elección directa del Alcalde para Londres y la Asamblea de 25 miembros electos que juntos constituyen La Autoridad del Gran Londres. Esta nueva institución representativa - alcalde y asamblea - reintrodujo un gobierno para toda la ciudad de Londres tras la abolición de su predecesor en la Corporación del Gran Londres en 1986 por el entonces Gobierno Conservador bajo el gobierno de Margaret Thatcher. Sin embargo, como veremos más tarde, los 14 años de ausencia de un gobierno elegido democráticamente para toda la ciudad no constituyeron el primer período en la historia de Londres en el que la ciudad ha estado sin gobierno democrático. La ausencia de un gobierno para todo Londres de 1986 hasta el año 2000 vio también aumentar la fuerza política y la legitimidad de los distritos municipales, ya que eran los únicos organismos elegidosPage 142 democráticamente comprometidos con el gobierno de Londres, posición que no deseaban ver minada por la reintroducción del gobierno de toda la ciudad.

La estructura actual del gobierno de todo Londres debe muy poco a las anteriores estructuras y procesos políticos por los que Londres ha sido gobernado; se trata de un conjunto de acuerdos gubernamentales únicos en el gobierno local inglés. A pesar de este conjunto de acuerdos gubernamentales, el gobierno de Londres permanece dominado por la política de partidos y las consideraciones de partidoaunque de forma diferente y con una dinámica diferente al resto del país- y, como consecuencia, la participación ciudadana debe ocupar su lugar por debajo de la consideración e intereses de partido. Mientras que Londres tenga sus propios problemas y una poderosa dinámica política, económica y social, que es única en sí misma, queda por ver si los mecanismos y procesos de participación pública de Londres son igualmente únicos cuando se comparan al resto del gobierno local inglés.

La siguiente sección de este documento expone una breve historia acerca del desarrollo del gobierno de Londres, actualizando esos cambios con la introducción en 1999 de la Autoridad del Gran Londres. Dicha sección explora la compleja red de acuerdos que constituyen el gobierno de Londres y considera si este sistema proporciona oportunidades más eficaces para la participación ciudadana en comparación con el resto de Inglaterra.

La tercera sección establece la amplia estructura del gobierno local de Inglaterra, fuera de Londres. Lo hace para colocar al gobierno de Londres en su propio contexto único pero también para subrayar que las consideraciones políticas que rigen la forma en que los políticos locales tratan la participación ciudadana son parecidas, ya estén localizadas en Londres o en cualquier otro lugar de Inglaterra. Esta sección explora las actitudes de los concejales ingleses respecto a diversos aspectos de la participación ciudadana en el gobierno local, incluyendo a los concejales de los distritos municipales de Londres. Lo hace para mostrar que la forma en que los políticos locales perciben aspectos de la democracia y la representación es un factor poderoso en la efectividad del compromiso público y la disposición de los ciudadanos a participar en los asuntos locales de carácter político.

La última sección establece las similitudes y distinciones entre el gobierno de Londres y sus procesos de participación ciudadana, con el resto de gobiernos locales ingleses. Contempla si los acuerdos actuales de Londres representan una nueva forma más imaginativa de que los ciudadanos se comprometan con los procesos políticos, o si cualquier participación pública en una democracia representativa tendrá que afrontar problemas políticos.

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El Gobierno de Londres: Democracia representativa en el gobierno de la ciudad

En inglés hay una canción antigua que dice:

[Maybe it's because I'm a Londoner, that I love London so. Maybe it's because I'm a Londoner that I think of her wherever I go. I get a funny feeling inside of me just walking up and down. Maybe it's because I'm a Londoner that I love London Town.]

Quizá sea porque soy londinense, que amo tanto a Londres. Quizá sea porque soy londinense que pienso en ella donde quiera que voy. Sólo pasear por sus calles ya me encanta. Quizá sea porque soy londinense que amo la pequeña ciudad de Londres.

Observe el uso de la palabra "Town"5 en oposición a "City" - algo que, por supuesto, tiene que ver con la necesidad de crear una rima en inglés, pero cuántos habitantes de ciudades de todo el mundo se tomarían en serio una canción que degradara a su querido hogar- la capital de la nación - a un simple puesto distante y provincial. Sin embargo, estas palabras no se refieren en realidad a ningún sentido de la comunidad que es Londres y, desde luego, tampoco a cómo la ciudad es gobernada. Son más bien reflejo de un apego individualista y altamente romántico al hogar de uno y, en gran medida, se trata de lo que el individuo puede pensar que es Londres, o lo que significa para él o ella (véase Willmott y Young, 1960). Londres ha tenido siempre el problema de definir qué era, qué significaba, dónde estaban y qué eran sus comunidades y, en mayor medida, para la élite política cómo debería ser gobernada. La búsqueda de una institución gubernamental para una gran zona metropolitana como Londres no es tanto una búsqueda de la forma de representar los intereses de distintas comunidades existentes, sino más bien una forma de englobar nociones de una comunidad determinada dentro de un conjunto de fronteras geográficas y un acuerdo gubernamental predominante (Warren, 1966).

Hacia 1855, la población de Londres era tres veces la de Nueva York y Berlín pero no existía ninguna estructura democrática de gobierno para Londres, además de la que había para la milla cuadrada de la Ciudad de Londres y su corporación (Pimlott y Rao 2002). Aparte de los Diputados, la representación política de Londres la cubrían algunas juntas o asambleas parroquiales, que englobaban comunidades geográficas pertenecientes a Londres; algunas eran juntas abiertas, a las que todos los contribuyentes masculinos estaban autorizados a asistir; otras eran juntas selectas en las que algunos de los 'principales habitantes' de la zona se designaban como componentes de la junta (con frecuencia a través de Leyes del Parlamento) y éstos ocupaban vacantes designando a quienes quisieran (Véase Owen, 1982).

La Junta Metropolitana de Trabajo, fundada en 1855, no era un estrato del gobierno metropolitano de Londres elegido democráticamente; se trataba de unPage 144 organismo nombrado indirectamente por la Corporación de la Ciudad de Londres y las juntas londinenses. Sin embargo, sí tenía un cometido en todo Londres de comprometerse en los trabajos de construcción y mejora de la capital. Pero tenía que trabajar, al mismo tiempo, junto a instituciones políticas más locales: las juntas de Londres. Cuando el gobierno democrático llegó al fin a Londres en 1889, lo hizo con la llegada del London County Council (LCC), el Consejo del Condado de Londres (CCL), organismo que gobernó todo Londres durante 10 años libre de estorbos de organismos londinenses de un nivel inferior elegidos democráticamente (Davis, 1988). De hecho, el CCL se opuso intensamente a la formación, por parte del gobierno Conservador de 1899, de 28 distritos municipales elegidos otrote todas las zonas de Londres para facilitar un gobierno local democrático a las zonas que constituían la metrópolis (Pimlott y Rao, 2002).

El CCL fue desde su comienzo un organismo político sumamente partidario y tras el que los partidos políticos nacionales se enmascaraban adoptando el nombre de Progresistas en el caso del Partido Liberal y Moderados en el caso de los Conservadores; éstos más tarde se dieron a conocer, a efectos del CCL, como la Sociedad Municipal Londinense (Young, 1975). De hecho, las elecciones al CCL trataban en la misma medida sobre cuestiones políticas nacionales y política y gobierno nacional de partidos, como sobre el gobierno de Londres (Young y Garside, 1982, Saint, 1989). Los Liberales, tras la máscara del Partido Progresista, ganaron seis elecciones sucesivas al CCL desde 1989, pero fueron finalmente sustituidos por los Conservadores en 1907; no fue hasta 27 años más tarde aproximadamente cuando el Partido Laborista logró...

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