Choay, Francoise: El urbanismo. Utopías y realidades. Editorial Lumen, Barcelona, 1976
| Autor | José María Chico Ortiz |
| Páginas | 1484-1486 |
CHOAY, FRANCOISE: El urbanismo. Utopías y realidades. Editorial Lumen, Barcelona, 1976.
De la contraportada de la publicación que hoy traigo a recensión creo que puede deducirse la esencia del trabajo: a lo largo de una antología en que se reúnen textos de treinta y cinco autores-de Fourier a Wright, de Marx a Jane Jacobs, de Ruskin a Xenakis-la autora nos brinda un magnífico compendio de cuanto a lo largo de ciento cincuenta años se ha dicho sobre urbanismo, tanto por parte de los especialistas como por parte de los filósofos, sociólogos, políticos, estudiosos del arte, novelistas y escritores de ciencia ficción.
Pero el libro no es una antología-aunque eso ya pudiera justificar su publicación y su reseña en estas páginas-, sino que es algo más: es una crítica a las ideas que proporcionan sus bases al urbanismo, y por ello en el trabajo previo a la antología no se expone la historia del urbanismo o de las ideas relativas a la ordenación urbana, sino un intento de interpretación de ellas.
Para mí esta publicación-incluida en la colección que lleva por título el sugestivo y poético de «palabra en el tiempo»-es un aleccionador trabajo que la mayor parte de los urbanistas deberían conocer. Un buen «tornero»-según les he oído decir-cuesta mucho lograrlo. Se requieren muchos años de aprendizaje, mucho pulso, mucha intuición, mucha precisión..., y eso no se improvisa. Algo parecido debe pasar con los «mecánicos» que revisan nuestros coches de turismo. Lo que sucede es que el mundo va tan aprisa, que tanto al tornero como al mecánico hay que lanzarlos antes que se maduren..., y así la pieza torneada hay que volverla a repetir y el coche recién salido del taller hay que empujarlo a mano para que lo vuel-Page 1485van a revisar. Leyendo este libro claramente se descubre que al urbanista le sucede algo muy parecido que al tornero y al mecánico: necesita mucho tiempo, mucho conocimiento, mucha experiencia y mucho aprendizaje. Casi estoy por asegurar que ni una cuarta parte de los que ostentan la condición de urbanistas han leído tres o cuatro obras de las que cita la autora de este libro. Y ante esta realidad-fácilmente demostrable si quisieran someterse a un coloquio-piensa el recensionista en la poca o nula legitimación que la mayor parte de ellos tienen, no ya para una crítica de una norma, sino para formar parte de una comisión legislativa o defender una construcción jurídica adecuada y válida. Y no hay que olvidar que los urbanistas se...
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