El centro nacional de inteligencia ante el reto de la seguridad económica

AutorD. Félix Sanz Roldán
CargoSecretario de Estado. Director C. N. I.
Páginas11-18

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Hoy nadie duda de que la seguridad económica es parte indiscutible de la seguridad nacional. Es cierto que, en los años de la Guerra Fría, un concepto de seguridad excesivamente ligado a cuestiones militares y políticas dejó un poco

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de lado la importancia del componente económico que, aunque finalmente se reveló decisivo, se consideró secundario dentro de la lucha de bloques.

La «revolución en los asuntos de Inteligencia» se tuvo que enfrentar así, tras el final de la Guerra Fría y con la llegada de la era de la globalización, a un nuevo escenario en el que los aspectos económicos volvían a centrar la atención de una forma directa. Al igual que sucedió con la diplomacia y la política, en general.

Se acuñó por aquel entonces, finales de los años 80 y primeros de los 90, el concepto de «guerra económica», al amparo del auge de la economía japonesa y de las previsiones de que superase a la estadounidense en no muchos años (estimaciones que, huelga decir, no se hicieron realidad). Por primera vez en varias décadas, los norteamericanos empezaron a sentirse amenazados, no por las armas nucleares soviéticas, sino por la pujanza económica de países aliados, al mismo tiempo competidores en los mercados mundiales, cuyo dinamismo, bajo una óptica del comercio internacional como juego de suma cero, amenazaba directamente a los intereses estadounidenses.

Libros como el de Laura Tyson (Institute for International Economics, 1992), que pasaría a desempeñar cargos de responsabilidad en la Administración Clinton (en la actualidad se encuentra también entre los asesores económicos del presidente Obama), pueden considerarse un punto de inflexión o, si se quiere, una llamada de atención, que materializarían este cambio de paradigma.

El diagnóstico era claro: EE.UU. estaba amenazado por la pujanza japonesa, estaba perdiendo el tren de la competitividad y corría el riesgo de perder la independencia económica que, obviamente, garantiza todas las demás.

La solución, no era menos evidente: Pasaba por una mayor implicación del Estado en la defensa de los intereses económicos nacionales. No se podía dejar toda la iniciativa al mercado sino que el gobierno debía poner en marcha políticas de protección y apoyo que, sobre todo, garantizasen el desarrollo de los sectores con más proyección de futuro y tecnológicamente más avanzados.

En el fondo, no era más que copiar el modelo que tan buen resultado parecía estar dando al «adversario»; es decir, una mayor conjunción de intereses público-privados en defensa de la economía nacional. Japón era, y en menor medida sigue siendo, el mejor ejemplo en cuanto a maximizar el apoyo estatal a la industria.

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En consecuencia, se trataba de igualar las condiciones en que habría de darse una batalla que, por aquel entonces, se consideraban desequilibradas en favor de los países que habían conseguido establecer claras sinergias entre los sectores público y privado.

Los Servicios de Inteligencia, lógicamente, no podían permanecer ajenos a esta nueva realidad y de una manera consciente situaron las cuestiones económicas como una de sus prioridades, y a las que pudiesen aplicar recursos, consecuencia del vacío que había dejado la desaparición de la amenaza soviética.

La Inteligencia Económica (IE) aparece en escena para, no sólo quedarse definitivamente, sino para ir ganando protagonismo, con permiso, eso sí, de amenazas bien establecidas, como la del terrorismo global, de otras que todavía, en la actualidad, no lo están tan bien, pero que en un mundo tan complejo, interconectado y sometido a un ritmo de cambio tan rápido, conviene no perder de vista.

No en vano, las principales causas de preocupación de los españoles, como reflejan puntualmente las encuestas del CIS, se relacionan directamente con la marcha de la economía, y sólo puntualmente, reaccionando ante noticias o crisis coyunturales, se «cuelan» otros asuntos como la actividad terrorista o la...

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