Carta abierta a Victoria

AutorJust Franco Arias
Páginas35-40

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Ver Nota1

Estimada Victoria:

Joan2me ha dicho que se estaba preparando un libro homenaje con motivo de tu jubilación, por si quería hacer alguna aportación. Le he dicho, que por supuesto, contara conmigo. Si no me lo hubiera dicho, me hubiera enfadado. Yo también me considero un discípulo tuyo, aparte de amigo.

Cuando, hace ya muchos años (a finales de los ochenta del siglo pasado, ¡cómo pasan los años¡), me incorporé como profesor titular a la Universidad de Barcelona, compartimos físicamente un despacho. Pero, para mí, fue mucho más. Tuve la oportunidad de conocer a una persona excepcional, no sólo por sus conocimientos de la materia y experiencia, sino, también, por su forma de ser. Siempre, dispuesta a escuchar y a dar un buen consejo. La verdad es que me ayudaste mucho a superar las dificultades de quien empieza en las lides universitarias.

Después, cuando volvía a la Autónoma, continuamos con nuestra amistad, aunque desgraciadamente, sin poder verte y hablar contigo, todo lo que hubiera querido. Culpa mía, como pasa, también, con la familia, la vorágine diaria, especialmente, de los que compaginamos la universidad y el ejercicio profesional, te absorbe y te pierdes lo mejor de la vida.

En fin, que desde luego quiero participar en todos los actos de homenaje que te hagan, porque considero que son más que merecidos.

La propuesta era trabajar sobre principios o garantías, que te son temas propios. El trabajo debía ser breve (supongo, que entre otras razones, así lo exigen las

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restricciones económicas, que alcanzan también a las editoriales). Eso sí, había que intentar que fuera de contenido y novedoso.

Al ponerme a prepararlo, sin embargo, me pareció oportuno optar por algo más informal y ligero, propio de estas fechas estivales. Contigo me atrevo. Eres tan buena persona que seguro que me lo perdonas. Además, como hay mejores especialistas, tú misma lo eres, prefiero optar por el comentario «de café» o directamente, el planteamiento de dudas, a quien más sabe. Desde luego, te libero de toda respuesta a mis preguntas, pero si lo deseas, estaría encantado (me lo remites en carta cerrada, si he metido mucho la pata).

Los principios del derecho procesal, ¡qué materia tan bonita y elevada!, y cuantas expectativas despiertan. En la práctica, sin embargo, te quedas con la sensación de que es algo inaprensible, si no está legalmente recogido, y entonces, ya lleva camino de petrificarse, al convertirse en norma (por ejemplo, los que se desprenden del art. 216 LEC).

La jurisprudencia también cumple su papel, en su determinación. Pero, si con las normas escritas, ya son frecuente interpretaciones diversas y cambiantes con los tiempos, no digamos respecto a los principios.

¿Y la doctrina? En general, actualmente, está más por la labor de otros temas más prácticos y concretos (comentarios a una sentencia o a una norma de reciente creación, ante la vorágine de reformas procesales, que se nos ha venido encima, en los últimos años). Es justificable. Hay que lograr unos índices razonables de audiencia, que justifiquen la publicación3.

Por otra parte, con los principios, siempre tienes la duda de si son la esencia del proceso o más bien el resumen de una concepción procesal determinada, incluso, vinculada a una determinada visión política, social, económica o filosófica4.

Pero, voy a parar aquí, para no ponerme trascendente. Así, pues, paso página. Si hay alguna gran novedad de última hora, sobre los principios del proceso, te ruego me pongas al día.

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Los principios, también, han sufrido el embate de algo más novedoso, que ha venido, hasta cierto punto, a sustituirlos, como uno de los referentes más elevando, de la esencia del proceso. Son las garantías procesales.

Desde la entrada en vigor de la constitución de 1978, que incorpora el art. 24, y con él, los derechos y garantías fundamentales del proceso, ha sido un no parar.

Los estudios desde diversas ópticas, como la procesal o la constitucional, han sido muchos. El art 24 CE, de dos apartados y pocas líneas, ha llenado...

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