El campesino y la tierra en los países pobres, de Erich Jacoby.

AutorFrancisco Corral Dueñas
Páginas1459-1465

    JACOBY, ERICH: El campesino y la tierra en los países pobres. Siglo XXI, editores, S. A. México, Madrid, Buenos Aires, 1975. Traducción de Narciso Zamanillo. 1.a ed. española. Un tomo de 392 págs.

Una vez más, la FAO, como Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas, ahora en colaboración con la UNESCO, la OIT, el Banco Mundial y otras organizaciones internacionales, pone sobre el tapete estas candentes cuestiones con su convocatoria en el mes de julio de 1979, en Roma, de una Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural.

Page 1460Su objeto es proporcionar la oportunidad y servir de foro a los diversos países para intercambiar información sobre sus respectivas políticas y programas de reforma agraria y desarrollo rural, analizando las distintas estrategias y recomendar programas de acción encaminados a una ejecución eficaz y ágil de estas actividades. El tema central de estudio de la Conferencia no deja lugar a dudas sobre lo que se considera más urgente por la FAO: el problema de la pobreza rural en los países en desarrollo, el cual sólo puede ser afrontado eficazmente a través de programas de reforma agraria y desarrollo rural.

La FAO, a cuyo presupuesto de trabajo contribuyen casi todos los países del mundo, con la excepción de Rusia, China y algunos otros, maneja el mayor número de programas de asistencia técnica de las Naciones Unidas. Desde un principio se concentró casi exclusivamente en el desarrollo de recursos agrícolas, y a pesar de repetidas afirmaciones de que considera el bienestar rural como principal requisito para el desarrollo agrícola, los programas enfocados hacia mejoras institucionales, como reforma agraria, crédito agrícola, cooperativas y educación, todavía son relativamente bajos. Pero esto es debido principalmente a los propios gobiernos receptores, los cuales están fascinados por los grandiosos proyectos de objetivos múltiples y, en cambio, se muestran renuentes a solicitar asistencia técnica en los campos de la reforma agraria y las mejoras socioeconómicas, y no suelen estar dispuestos a seguir las sugerencias en estos campos por medio de acciones adecuadas.

Si Yves Lacoste, en su libro Geografía del subdesarrollo, que en otra ocasión hemos comentado, estudia la pobreza, en general, de los países integrantes del llamado Tercer Mundo, aquí Erich H. Jacoby, técnico de la FAO, se ciñe al examen de esa pobreza en el ámbito concreto del sector agrario en los países subdesarrollados, enfocando las diversas 'cuestiones que originan la demanda y la disponibilidad de tierras en relación con la presión demográfica, la estructura de poder en el campo y los intentos de las fuerzas sociales para romper lo que llama bloqueo político al desarrollo agropecuario, estimando que los procedimientos tradicionales de la reforma agraria y la distribución de la tierra como una de sus clásicas etapas iniciales no son muy efectivas si no van acompañadas por otras transformaciones de toda índole y de ámbito muy complejo. Lo que se necesita, dice el autor, es despertar a los campesinos, aceptar los movimientos trabajadores rurales, aumentar el contacto entre las aisladas comunidades rurales y los centros administrativos y urbanos y, finalmente, una educación general y una administración honesta; éstos son los elementos esenciales en la construcción de un país.

Divide el libro en dos grandes partes, para centrar la cuestión y para esbozar los distintos programas de reforma agraria, y así lo seguiremos para su resumen y comentario.

Primera parte: Las dimensiones del problema.-Partiendo de la afirmación, quizá demasiado rotunda, de que «quien posee la tierra ejerce el poder», cree el autor que la lucha entre clases, tribus o naciones por la tierra y, dentro de esos grupos, la lucha entre poseedores y desposeídos de la tierra, formó la vida de los pueblos y determinó el modelo de sociedad. A través de milenios, opina, la historia ha expresado las ganancias de los conquistadores y las pérdidas de los derrotados, en términos de propiedad o arriendo de la tierra; los conquistadores se hicieron terratenientes y los Page 1461 derrotados, arrendatarios y siervos. La tesis, como se ve, es demasiado simplista, pues incluso en tiempos del Imperio Romano ya hubo una interacción de los comerciantes a cuyas manos pasaron buen número de tierras, según reconoce el propio autor.

La urgente demanda actual de reforma agraria es una de las características significativas de una época marcada por el contraste siempre en aumento entre el atraso agrícola y el bajo nivel de subsistencia de los campesinos en...

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