Calasso, Francesco: Storíciiá del Diritto

AutorMariano Alonso Pérez
Páginas1427-1432

Calasso, Francesco: Storíciiá del Diritto, Giuffré, Milano, 1966, 386 págs.

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Cuando Q. Gibson afirma que ser historiador quiere decir sencillamente que uno se interesa por lo que ocurrió en el pasado (La lógica de la Í7ivestigaciÓ7i social, Madrid. 1964, pág. 247), enuncia una verdad que, sin embargo, no es toda la verdad. El pasado no muere fulminado por el inexorable adviento del presente sino que va depositando en éste experiencias, sedimentos, vivencias culturales, conquistas que evitan ese fatigoso «empezar de nuevo» de que habla Wieacker (.Historia del D.erech.0 privado de la Edad Moderna, pág. 539). De ahí que la Historia, ciencia del pasado, lo es tanto del presente, del «presente eterno», como nos recuerda la definición unamuniana. Calasso historiador, ni un solo momento pierde de vista, en sus investigaciones histórico-jurídicas, esa conexión pasado-presente. En constante movimiento pendular se esfuerza por adecuar el Derecho a las nuevas necesidades, pero aprovechando, depurando el bagaje que le ofrece el pasado jurídico. Su obra representa una lucha sin cuartel contra el historicismo estéril, como en un plano general habían hecho los grandes maestros de su país en el arte de la Historia (I. B. Vico, B. Croce), para brindarnos las enseñanzas vivas de la tradición jurídica. Su vocación por la historiografía jurídica parece responder plenamente, como si fuera su lema, a aquella inquietud sentida por Pomponio: «Necessarium nobis videtur ipsius iuris originem atque processum demonstrare» (D. 1, 1, 2).

Surge el libro que comentamos en febrero de 1965, pocos días después de morir Calasso, fruto de un deseo sentido vivamente por un grupo de discípulos que de ese modo honraban la memoria del maestro común. En él se recogen una serie de escritos pertenecientes a la última etapa de su vida como Profesor ordinario de historia del Derecho italiano en la Universidad de Roma. Todos ellos posteriores a la aparición de su gran obra Introduzione al Diritto comune (año 1951), dedicada a sus alumnos de la Universidad de Florencia y. quizá, la obra más querida de Calasso. Aparecen publicados en la Colección «Civiltá del Diritto», otra gran empresa dirigida por el sabio maestro.

Apunta Fiorelli en la Promessa que nos hallamos, ciertamente, ante un volumen que no pretende exponer doctrinas coherentes, aportacionesPage 1428 científicas tangibles y concretas. Pero tampoco esta obra nos da pauta para hablar de un Calasso menor, si lo comparamos con el Calasso de sus libros magistrales Untroduzione al Diritto commune, Medioevo del Diritto, I glosatori e la teoría della sovranitá, il negozio giuridico, etc.). Quizá en ésta, mejor que en ninguna de sus obras «mayores», se percibe junto a la persona de un gran historiador, su valia como hombre y maestro. A esa «inconsútil túnica-humana y científica-, usando una expresión tan querida por él, quiere ser un homenaje el libro que comentamos. Son cinco partes, que tratan de exponer, a través de numerosos epígrafes, en unos casos sus puntos de vista sobre problemas de historiografía jurídica; en otros, y ya en plena madurez científica, su visión metodológica de la historia del Derecho. Escritos varios-discursos, conmemoraciones, relaciones a Congresos, artículos de revista, de homenaje, etc., en su mayor parte publicados en el lugar que se indica al comenzar la exposición. De todos modos el volumen Storicitá del Diritto tiene el mérito de presentar esta variedad de temas en forma coherente y sistemática. Por otra parte, nos brinda publicado algún artículo que en el momento de morir Calasso aún estaba inédito. No faltan sus recuerdos y el reflejo de vivencias personales sobre grandes maestros, tanto de la época del Derecho común así su estudio sobre Bartolo como de aquellos que dejaron su impronta en los años juveniles de su formación universitaria (Brandileone. Scialoja, S. Leichti). Su afán de escudriñar el pasado para hallar las raíces del presente le enfrenta con categorías jurídicas siempre nuevas y siempre viejas, como la autonomía privada y la equidad Una nota verdaderamente sugestiva en Calasso es que su densidad científica, sus construcciones de gran historiador por salvar las esencias perennes de lo justo, se expone con gran belleza literaria. Basta para advertir el sentido estético de su lenguaje leer el punto referente a Método e poesía.

En la primera parta (págs. 1-90) evoca el recuerdo y el mensaje de algunos maestros que dejaron su huella en el saber histórico del autor. Tiene prioridad la figura venerable de su maetro, F. Brandileone. Tenia Calasso veinticuatro años y era ya asistente voluntario. La legislación académica italiana prohibe terminantemente que el Profesor ordinario sea sustituido por su asistente. Brandileone, enfermo de gravedad, no duda en quebrantar la prescripción legal en beneficio de la enseñanza. Al término de las vacaciones de Navidad del año 1928 encomienda a su discípulo predilecto la continuación de la docencia en su cátedra El viejo maestro muere en abril de 1929, y Calasso ha sentido por unos dias la amargura y el...

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