Cádiz, doscientos años después

AutorBenjamín González Alonso
Páginas9-10

Page 9

A caballo entre el aniversario de la apertura de las cortes y el de la aprobación del texto constitucional de 1812, el anUario abraza el período gaditano en su conjunto y ofrece en este tomo a los lectores un puñado de trabajos encaminados a estimular la refleXIón y, en su caso, a propiciar el replanteamiento de la significación y el alcance del quehacer de nuestras primeras cortes liberales.

Parece fuera de duda que lo acontecido en cádiz marcó un hito señero y que la actuación de las cortes supuso la irrupción del liberalismo a este lado de los Pirineos y, por ende, el arranque de un proceso revolucionario. así lo entendieron unánimemente los contemporáneos -empezando por el propio fernando Vii- sin esperar los pronunciamientos al respecto de los historiadores. La reunión de unas cortes de nuevo cuño, la elaboración de una obra legislativa ingente, la aprobación del texto constitucional de 1812, son hechos de innegable trascendencia, sobradamente merecedores de recuerdo y de estudio, cuya consideración compete antes que a nadie a los historiadores del Derecho.

Dignos de consideración, digo; de estudio y también de conmemoración, naturalmente. ¿acaso cabe estudiar el pasado sin por eso mismo conmemorarlo de alguna manera? a lo que conmemorar no equivale, sin embargo, o no necesariamente, es a celebrar; tampoco a denostar. Quienes saben de estas cosas afirman que en nuestra lengua española conmemorar es «hacer memoria», y conmemoración, antes que nada, «memoria o recuerdo». si de algo se hace memoria, se recuerda, es porque se considera digno de esa memoria y de tal recuerdo, es decir, memorable. Y como las cortes y la Constitución de cádiz fueron memorables, al advenir su bicentenario las conmemoramos. ni nos compete «celebrarlas», «exaltarlas», «magnificarlas», ni nos corresponde «denigrarlas» bien por su supuesto radicalismo revolucionario bien -porque también en esto los extremos se tocan y lo mismo cabe sufrir las agresiones del patrioterismo castizo que atraer los dardos de la más exquisita hipercrítica posmoderna- por su eventual seXIsmo, esclavismo o váyase a saber que otro «ismo» actuante en nuestros días (ya que no hace doscientos años). formas una y otra, aquélla y ésta -ambas con tilde- de grosera manipulación que, con...

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