La burbuja de Internet

AutorAna Belén Alonso Conde
Cargo del AutorDoctora en Ciencias Empresariales

3.2 La burbuja de Internet

Desde la aparición de Internet en el año 1983, el número de computadores conectados a la red crecía año a año de forma exponencial. Sin embargo, el potencial real de Internet para generar beneficios económicos, no fue tenido en consideración hasta 1995, cuando la empresa Netscape, una pequeña compañía de software para Internet que desarrolló uno de los navegadores web más populares de la historia, recibió una sustancial oferta pública por sus acciones, cuyo precio alcanzó unos valores notablemente altos comparados con su volumen de negocios.

A partir de este momento, empezaron a surgir centenas de compañías con el apellido punto-com que de forma rápida, y sin tan siquiera haber demostrado la viabilidad del proyecto, conseguían obtener sustanciales cantidades de dinero con la venta inicial de sus acciones. Fueron los inversores, y su confianza ciega en el éxito de cualquier negocio relacionado con Internet, los que dieron soporte a esta masiva aparición de empresas punto-com con miles de millones de dólares de inversión en capital riesgo.

Este fenómeno, bautizado con el nombre de "la burbuja de Internet", Almar y Mondelo (2001), fue provocado por varias causas:

· En primer lugar hay que destacar la fuerte corriente especulativa que arrastró a miles de inversores, grandes y pequeños, a invertir grandes cantidades de dinero en estas empresas. Se puede distinguir una primera etapa, en la que analistas e inversores expertos en este nuevo mercado creyeron en las enormes expectativas de las empresas de Internet y, a pesar de que ninguna de ellas generaba beneficios, decidieron invertir. A la vista de los enormes beneficios obtenidos por estos primeros inversores, aparece un nuevo tipo de inversor con un perfil más especulador, que ya no es tan experto en el nuevo mercado y cuyo objetivo es obtener grandes rentabilidades en poco tiempo. Éstos a su vez arrastran a un cada vez mayor número de inversores, incluso particulares, sin conocimientos del sector y sin seguimiento de la evolución de los mercados bursátiles. Esto hace...

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