Bibliografía

AutorJ. Castán
Páginas64-68

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La verdad sobre el 811 (Contrastación de opiniones; jurisprudencias Civil e hipotecaria)

La verdad sobre el 811 (Contrastación de opiniones; jurisprudencias Civil e hipotecaria), por Manuel de la Cueva y Donoso, Fiscal de Territoriail, jubilado. Prólogo de Ángel Ossorio. Sevilla, J. Mejías, impresor. Un vol. de 349 páginas, 10 pesetas.

El gran jurisconsulto Geny no vaciló en atribuir a la Tradición, y aun a la Autoridad (agrupando bajo este nombre la doctrina y la jurisprudencia modernas), el valor de una tercera fuente formal del Derecho, a la par de la ley y de la costumbre. Verdaderamente, la autoridad, más bien que la razón, es la base sobre la que se asientan la Moral, la Política y el Derecho. Sin un elemento de continuidad, el Derecho no cumpliría su fin práctico. Pero, a la vez, sin un sentido crítico que aspire a revisar las qpiniones consagradas y a aportar los posibles perfeccionamientos a las soluciones admitidas, la ciencia jurídica degeneraría en rutina.

Las exigencias de este equilibrio, tan necesario como difícil de obtener, hacen deseable que al lado de los glosistas de tipo conservador, fieles a los dictados de la commums opinio, surjan de vez en cuando los intérpretes de tipo revolucionario, los iconodastas jurídicos, al modo del ilustre autor de esta obra, que arremete sin miramientos contra los doctores y comentaristas de todo género que se han ocupado hasta hoy del artículo 811, y que, a su juicio, acumulando errores y opiniones contradictorias, lo han puesto hecho una lástima y han convertido el precepto claro de los redactores del Código en una norma deficiente, oscura, indeterminada, imprecisa e inservible para resolver las múltiples cuestiones que por ella tienen que decidirse.

Ingenua y casi pueril nos parece la postura del Sr. De la Cue-Page 65va, que cree haber desvanecido el error y descubierto la verdad limpia, diáfana y clara. Mas esta ilusión resulta perdonable, y hasta digna de loa, por contraste con la inseguridad ideológica de los tiempos en que vivimos, más propicios al relativismo y a la duda que no a aquellas convicciones arraigadas, que tan útiles podrían ser, sin embargo, dentro de las ciencias de finalidad normativa, cual el Derecho.

Numerosos son los errores y equivocaciones que imputa a la doctrina científica el que fue tan digno funcionario del Ministerio fiscal. A propósito de algunos de ellos invoca en su favor la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Tal sucede en la cuestión, tan...

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