Bases para una construcción alternativa: la teoría del rol

AutorJuan Ignacio Piña Rochefort
Cargo del AutorProfesor de Derecho Penal. Universidad de los Andes, Chile

I. INTRODUCCIÓN: LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA Y EL SISTEMA DE LA ESTRUCTURA

§62. Sin duda la polisemia a la que hemos hecho mención respecto del término estructura ha dificultado enormemente distinguirla adecuadamente de la noción de sistema. En efecto, con más o menos matices, todas las definiciones que suelen darse de estructura podrían servir para definir también a un sistema. Por lo demás, muchas de dichas definiciones incorporan la palabra «sistema» para referirse a «estructura»365. De hecho resulta tan difícil acotar ambos términos que sin duda optar por una u otra definición no resuelve gran cosa.

Resulta forzoso entonces hacer algunas opciones teóricas. Sin duda la cantidad de realidades de las que se puede predicar el ser «sistemas» y el tener «estructura», y no sólo en el entendimiento extracientífico, es infinita. La propia utilidad de definir estructura o sistema en términos abstractos resulta dudosa366. Sin embargo tal vez resulte posible articular ya algunas de las afirmaciones que hemos hecho en los capítulos anteriores. En primer lugar, hemos dicho que las estructuras que nos interesan sólo son relevantes en tanto sean estructuras de un sistema. Una estructura por su parte, es también un sistema.

Todo sistema requiere de una estructura para poder ser tal. Es impensable un sistema que no se encuentre estructurado de modo que los elementos que lo integran tengan en su interior una ubicación operativa. La base de todo sistema descansa en que los elementos que lo integran se relacionen unos con otros sin obstar entre ellos a que cada elemento realice la función que le corresponde dentro del sistema o, a lo menos, que las dificultades que entre ellos surjan no sean tan disfuncionales como para anular la operatividad general del sistema. En otros términos, todo sistema ha de tener una estructura que ordene las relaciones entre sus elementos.

Por su parte, como hemos dicho, la estructura también es un sistema. Pero aunque todo sistema requiere de una estructura, no todo sistema es una estructura. Una estructura no puede tener elementos diferentes al sistema que está estructurando367. En cualquier caso, no todos los elementos que integran el sistema formarán parte de la estructura: sólo algunos de los elementos del sistema serán elementos estructurales.

Desde el punto de vista que aquí sostendremos, la estructura —en singular— coincide con lo que habitualmente se llama el nivel de emergencia del sistema. Esto es, aquel grado máximo de descomposición que tolera el sistema antes de dejar de ser sistema, o dejar de ser ese sistema. Todo sistema presenta un umbral máximo de descomposición, más allá del cual el sistema desaparece. Los límites de esta descomposición entrañarán un cambio cualitativo (como entre un organismo y una célula). En otros términos, se pueden escindir del sistema algunos elementos sin que el sistema deje por ello de ser operativo, y ello se puede seguir haciendo hasta que se llega a un punto en el que los elementos que restan son a tal grado interdependientes, que la escisión de cualquiera de ellos destruye al sistema. Así, la emergencia de un sistema implica la máxima posesión de cualidades y atributos que no se sustentan en las partes aisladas y que, por otro lado, los elementos o partes de un sistema actualizan al máximo cualidades y propiedades que sólo son posibles en el contexto de un sistema dado368. Ése es el nivel de emergencia y coincide con la estructura369.

Lo anterior no implica que la estructura sea una realidad inmutable. Por el contrario, puede sufrir alteraciones tanto a nivel de los elementos que la integran como a nivel de las relaciones que vinculan esos elementos. La pregunta es ¿cómo es posible una variación estructural si nos encontramos en el nivel de emergencia? Si hemos dicho que la estructura coincide con aquel punto en que el sistema como tal ya no resiste descomposición, ¿cómo es posible que puedan cambiar los elementos que la integran sin que el sistema desaparezca?

Sin duda este es un punto crítico en la relación entre estructura y sistema y las respuestas al problema pueden optar por dos cauces diferentes. Quienes tradicionalmente han dado preeminencia a las relaciones dentro de la estructura, sostienen que los elementos pueden ser intercambiados sin que la estructura desaparezca o cambie. Por otro lado, poner el énfasis en la individualidad de los elementos implicaría sostener que ningún cambio en los elementos que forman parte de la estructura es tolerado por ella sin ser alterada. Sin embargo, y aun cuando no es posible extenderse aquí al respecto, es preciso tener presente un malentendido que ya hemos mencionado, cual es que tanto poner el énfasis en los componentes como en las relaciones equivale a tomar el todo por la parte. La estructura está formada por algo diferente de los elementos y las relaciones, algo que los trasciende a ambos. Ninguno de los dos son unidades mínimas de la estructura, sino que entre ambos construyen una unidad estructural. Es por eso que la respuesta acerca de si varía o no la estructura al cambiar sus elementos es una respuesta que debe atender a dichas unidades mínimas. En términos simples, y aunque la respuesta a este nivel no es importante, existen estructuras que toleran cambios en los elementos que las integran permaneciendo inalteradas y otras que no resisten tales cambios. Nos veremos forzados a volver sobre esto al tratar dichas unidades mínimas en el apartado siguiente.

Aquellos elementos que formando parte del sistema no sean estructurales cumplirán en la estructura funciones diversas370. La naturaleza y alcance de dichas funciones será despejada a medida que la investigación científica del sistema se lleve a cabo. No es posible generalizar ni detallar con exactitud dichas funciones puesto que si el alcance de la teoría se extiende a todos los sistemas sólo se puede pensar en determinarlas mediante análisis sistémicos sectoriales.

Esta perspectiva rescata relativamente la noción de estructura, puesto que aun cuando la reconoce como imprescindible para la operación del sistema, deja fuera de ella a algunos componentes que son igualmente esenciales para el funcionamiento del sistema. Ningún elemento del sistema que no «sostenga a otro», por importante que sea, forma parte de la estructura del sistema. Ésta probablemente sea la noción más arquitectónica que se puede dar de la estructura, pero al mismo tiempo es el único que permite observar la diferencia entre la estructura y el sistema por ella estructurado371.

Ello no implica que un componente no estructural no pueda llegar a serlo ni que un componente estructural no pueda dejar de serlo. El descubrimiento de las posibilidades de variación estructural también corresponderá al estudio sistémico sectorializado, pero un ejemplo de ellas puede encontrarse en aquellas variaciones que se producen por cambios en el entorno del sistema372.

Sin embargo, esta noción eminentemente formal de estructura tampoco aporta demasiado. Por el contrario, parecería una simple opción teórica que denomina «estructura» al nivel de emergencia del sistema. Por lo demás, aún no es capaz de explicar qué se quiere decir cuando se habla de «la estructura del sistema» y «las estructuras del sistema». Antes de dar orientaciones a estas preguntas, es necesario reparar previamente en aquello de lo que están formados tanto los sistemas como sus estructuras.

II. LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD MÍNIMA: LA ESTRUCTURA LÓGICA DEL ROL

§63. La pregunta ineludible al intentar fundar una teoría de sistemas con pretensiones de generalidad es: ¿cuál es la unidad mínima de la que éstos están compuestos? Esta pregunta, que se aparece como tan obvia, no ha recibido una respuesta uniforme, y en muchas oportunidades ha quedado sin responder. LUHMANN ha distinguido los componentes básicos de los diferentes sistemas (o de aquellos de los que se ha ocupado) según el tipo de sistema de que se trate. Así, en los sistemas sociales la unidad mínima de la que está formado el sistema serán las comunicaciones y en los sistemas psíquicos serán los pensamientos373. En esta misma línea, podríamos decir que los sistemas orgánicos estarían formados por células y las máquinas por piezas.

Detrás de todo esto, sin duda, sigue presente la idea de que los sistemas están integrados por partes que trabajan e interactúan para permitir la subsistencia del sistema. Un sistema estará compuesto por un conjunto de partes interdependientes. Naturalmente esas «partes» variarán según los diferente sistemas, pero como siempre será necesaria la existencia de «partes» y «relaciones».

§64. Sin embargo, este problema también puede reconducirse al ámbito de la complejidad, o lo que es lo mismo, al de aquel fenómeno que no puede reducirse a los modelos de pensamiento simple del observador374. Todo conocimiento implica un proceso de simplificación (de reducción de complejidad), por medio del que se prescinde de un determinado número de características y propiedades del fenómeno observado375. Sin embargo existen determinadas formas de conocimiento, o más propiamente, ciertos fenómenos a conocer, que parecen requerir de una construcción más compleja que el propio fenómeno conocido376. De este modo, la tendencia de descomponer la estructura en elementos y relaciones adolece de un error inicial, cual es el de considerar que determinados «elementos» forman parte de la estructura. Si ello fuera así, en primer término, la estructura debería atender a todas las cualidades y propiedades de los elementos que la integran, pero ya un somero análisis demuestra que a la estructura sólo interesan determinadas cualidades de dichos elementos. Esto hace concluir, inmediatamente, que no es el elemento como tal el que forma la estructura, sino una determinada dimensión de él. En un sistema los principios son idénticos, el todo posee cualidades y propiedades que no pueden encontrarse en las partes aisladamente consideradas y, respectivamente, las partes poseen...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR