El consumo como barbarie o la visión pequeñoburguesa del consumo

AutorJavier Callejo Gallego
CargoDpto, de Sociología I F CC Políticas y Sociología UNED Madrid
Páginas36-48

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Introducción

En 1999, se cumple el centenario de Teoría de la clase ociosa 1. A pesar del tiempo pasado, la obra de Veblen sigue estando viva, manteniéndose como referencia habitual entre quienes ejercitan teórica o empíricamente la sociología del consumo En ella, se encuentra concentrado el utillaje intelectual mas importante para el análisis del comportamiento del consumo, debiendo ser considerado el texto que da origen a tal análisis en un marco sociológico 2 Así, se pasa de explicar el consumo en clave de necesidades, mas o menos próximas a lo fisiológico, a hacerlo en clave de status, poder, historia o estructura social No se consume por necesidad, placer o utilidad, sino por obligación Desde tal punto de vista, Teoría de la clase ociosa es una ruptura con respecto a los análisis dominantes anteriormente, realizados en términos utilitaristas Así, también, inaugura una metodología: el estudio de los procesos, yendo más allá de las manifestaciones de los sujetos. Su perspectiva institucional señala algo que hoy parece moneda común entre los sociólogos del consumo 3, el que los sujetos están sujetados.

Teoría de la clase ociosa rompe con la doctrina dominante en economía, de tendencia neoclásica Ahora bien, el ataque a la economía neoclásica es mas frontal en otras obras, donde Veblen (1900, 1961, 1963) acusa a ésta de ser demasiado estática, no comprendiendo los procesos Por ello, no cabe interpretar Teoría de la clase ociosa como una revolución paradigmática, como la apertura radical hacia otra manera de ver el conjunto de los procesos económicos. Es mas, desde el punto de vista de lo sustantivo, de lo que se describe y analiza, no parece que sea algo novedoso. La novedad está en el marco conceptual que se genera para el estudio del consumo.

Hay que señalar que, desde que se publicó, tampoco han faltado críticas a Teoría de la clase ociosa Furibundas fueron las realizadas en los momentos de su aparición. La mayoría bajo el argumento de su falta de cientificidad. Ello condujo a una especie de olvido relativo del texto en los años inmediatamente posteriores al fallecimiento de su autor, para resurgir con fuerza con la extensión de la sociedad de consumo. El trabajo que aquí se desarrolla propone una interpretación de Teoría de la clase ociosa. Para ello, se recurre al agitado contexto histórico en que sale a la luz la obra, en el conflictivo cambio de siglo Por otro lado, sin salir de tal contexto, se acentúa la posición de clase del autor, ubicándolo en la pequeña burguesía patrimonial y productiva de origen rural Por lo tanto y de una manera general, se parte de la biografía, como concreción histórica, y su influencia en la construcción de un marco conceptual, como el que se aporta Veblen en Teoría de la clase ociosa.

Se parte de la hipótesis de que Veblen escribe desde una clase social en un momento histórico concreto Ello le permitirá ver con clarividencia algunos aspectos de la sociedad Especialmente los referidos a las otras clases sociales, a las clases sociales ascendentes y, algo que se suele dejar de lado, a las más subordinadas y dependientes, gracias a la distancia social de la que parte con respecto a las mismas. Incluso se explica así la acida mirada que desarrolla el autor hacia las nuevas clases dominantes.

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Una mirada que consigue sobresalir de la explícita intención de neutralidad analítica, que se disemina a lo largo de los capítulos, reclamando repetidamente su autor que no se valore moralmente lo que se expone con intención manifiesta únicamente descriptiva. Afirmar que Thorstein Veblen escribe desde una posición de clase determinada, la de la pequeña burguesía patrimonial y productiva de origen rural 4 o lo que puede considerarse una clase media consolidada sobre patrimonio propio, sigue teniendo el aspecto de un relativo reto. Ha de tenerse en cuenta que, para mantener tal afirmación, se exige contravenir algunos de los perfiles más enraizados del autor entre la comunidad sociológica, que tiende a ubicarlo como un personaje desarraigado, sin apenas más referencia que su particular individualidad. Afortunadamente, los últimos acercamientos 5 a la biografía de Veblen han puesto de relieve la incorrección de buena parte de los rasgos más sobresalientes aportados por el que ha sido considerado su biógrafo oficial, Joseph Dorfman (1961) 6. Además de corregir la imagen de un Veblen mujeriego 7 o escasamente hábil con el inglés, ha de destacarse aquí cómo tales reformulaciones biográficas establecen que este autor crece en una familia de inmigrantes noruegos con un relativo éxito económico en su proceso de integración en la nueva comunidad agraria. Después de un primer intento fallido, la familia originaria de Veblen obtiene una posición que dista tanto de la gran riqueza, lo que permitirá la distancia analítica a nuestro autor, como, sobre todo, de la pobreza y penuria dibujadas por Dorfman. Puede considerarse una familia que, con cierto desahogo y siempre apoyándose en el trabajo productivo directo, consigue acumular algún patrimonio, especialmente concretado en tierras. Patrimonio que abre las expectativas de movilidad social a todos los hijos. Unas expectativas que no siempre se cumplirán, que generan incluso algunas disfunciones, como la de la permanencia de Thorsteln sin trabajo por más de siete años, tras acabar los estudios.

Por otro lado, no han faltado las interpretaciones de la obra de Veblen en clave de manifestación pequeñoburguesa (Huberman y Sweezy 1957), ni las que, subrayando su original comunidad agraria en Minnesota, han señalado la preconcepción confiictiva de la que partía Veblen para enfrentarse al capitalismo americano del final del siglo XIX (O'Donnell 1973). Una posición original que acentúa su curiosidad y atraviesa el conjunto de su obra, lo hace de forma especial en Teoría de la clase ociosa.

Contexto histórico: de la novela a la sociología

El último cambio de siglo constituye un tiempo histórico que puede considerarse ampliamente conocido, si se tiene en cuenta el eco que ha obtenido en la literatura. Hay un esfuerzo literario por la representación de la experiencia de lo que ya se considera más un cambio histórico, que un mero cambio de calendario. Por citar algunos excelsos ejemplos de diversos autores, se encuentra en obras tan distintas como Bouvard y Pecuchet o El hombre sin atributos, pasando por En busca del tiempo perdido, Dublineses o Muerte en Venecia. Pero es una literatura que, evidenciando la ruptura con la novelística esplendorosa del siglo XIX, relata el final de la épica burguesa, de los burgueses aventureros. La novela es la forma literaria de la épica burguesa que permite:

  1. narración lineal-racionalizada; b) la diversidad de caracteres, de una clase social abierta, definida por su propia movilidad social 8. Aspectos que entroncan con la asunción de un progreso lineal, que empieza a difuminarse. Es más, tanto en la novela concentrada en la conciencia como en la filosofía, recobra fuerza la idea del constante retorno. La antropología aplicada a las propias sociedades -como puede verse en los casos de Durkheim y Veblen- y, sobre todo, la sociología ocuparan parcialmente el vacio dejado por la novela.

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Lo hacen centrándose de manera particular en la explicación de conductas extrañas, de lo que antes era narrado novelísticamente o explicado por la moral, la filosofía moral, la religión o la psicología 9 el suicidio, las movilizaciones religiosas, el derroche.

Las obras mencionadas como ejemplos ponen sobre el tapete histórico algunas de las dimensiones importantes del tiempo el protagonismo defensivo de la pequeña burguesía, la búsqueda en la memoria interior y en la memoria en general la sensación de tiempo que se acaba, etc Hay que resaltar que el contexto histórico se caracteriza por una conciencia de crisis generalizada Crisis que resaltan autores como Hobsbawm (1989), subrayando la dificultad creciente de dar contenido social al termino burguesía en este periodo Lo que era un sujeto social, se rompe exterior y, sobre todo, interiormente 10 De hecho, aparece como un vago estilo de vida que amplias capas sociales disfrutaban o, sobre todo, esperaban disfrutar Pero son pocos los que se reconocen como burgueses, acuñándose en estos momentos la significación peyorativa del termino La pequeña burguesía ha perdido su capital simbólico Paralelamente, nacen nuevos ricos, ascendidos por la propiedad de las grandes industrias, que hacen ostentación de su riqueza y de su distancia del trabajo productivo Son los propietarios de las grandes industrias, los capitanes de la industria, utilizando el termino de Veblen, pero no sus directos gestores Los que dominan simbólicamente ya no lo hacen sobre los valores de la pequeña burguesía tradicional Para el historiador Stuart Hughes (1972), el decenio 1890-1900 constituye un periodo histórico de profundo «profundo cambio psicológico», en que se produce «una revolución intelectual», una «revuelta contra el positivismo», lo que, en el caso que aquí ocupa, cabria extender a una revuelta contra el utilitarismo Teoría de la clase ociosa se encuentra en el quicio entre la revuelta contra el utilitarismo (y el positivismo) y, por otro lado, las ataduras que tiene con el mismo, en cuanto critica profunda a lo que se considera profundamente irracional En semejante situación, se encuentran las obras de autores como Freud, Durkheim o Weber Veblen se empeña en mostrar como institucionalmente (socialmente) racional una conducta aparentemente irracional, desde la visión de la pequeña burguesía, sin que ello signifique que sea colectivamente racional Es decir, un comportamiento como el derroche de tiempo y bienes puede explicarse desde la racionalidad que adquieren...

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