Ayuda al desarrollo: necesidad de su reorganización e intensificación en el actual contexto económico y político mundial

AutorJosé Miguel Andreu
Páginas131-167

Page 131

Aunque, frente a las tendencias comparadas vigentes en el siglo XIX y gran parte del XX, la situación económica relativa de muchos PIMB haya mejorado substancialmente en los últimos 25 años (Cuadro 1)392, no es menos cierto que muchos ciudadanos de bastantes Países de Ingreso Medio-Bajo o de Ingreso Bajo (conjuntamente, PIMBB) continúan adoptando iniciativas individuales arriesgadas para escapar de su destino de pobreza y exclusión. Decíamos ya en 2004393 que si los PAI continuaran con su patrón tradicional de comportamiento con respecto a los PIMB394, ciertamente conservador y asimétrico tanto en sus negociaciones comerciales (en WTO), como en relación con el mantenimiento de sus barreras a la inmigración, o en conexión con sus escasas contribuciones económicas (públicas) a la Financiación del Desarrollo de los PIMB (ODA)395, esos países ricos podrían toparse en pocos años con una avalancha de inmigración ilegal y de auténticos o falsos refugiados políticos.

También señalábamos en 2004 que los sentimientos duraderos de frustración desesperanzada, inducidos por la pobreza extrema o la exclusión política o religiosa sufridas, o basados en una mezcla de esas humillaciones, podrían conducir a un incremento de las acciones terroristas dirigidas contra activos y ciudadanos de algunos países o estados ricos396. Y ello a causa –según se alegaba en esos días– de la presunta responsabilidad de esos últimos países en el atasco político y económico en

Page 132

el que se encontraban algunas sociedades musulmanas, propensas a la generación de terroristas . Generación de violencia que también habría resultado estimulada por las intervenciones armadas de algunos países ricos (PAI) en diversas guerras sostenidas sucesivamente contra los movimientos Muyahidín, Al Queda, Daesh, etc., localizadas en territorios de Afganistán, Oriente Medio, el Magreb, África Subsahariana y en otros lugares. Pues bien, da la impresión de que todos esos fenómenos ya previsibles hace más de una década, se encuentran hoy en progresión, quizá a causa de lo poco se ha hecho397 para acabar con las raíces políticas y económicas que los indujeron, y de resultas de los errores políticos cometidos por Occidente tanto en la evaluación de la sostenibilidad democrática en algunos países musulmanes398, como en la selección de sus aliados sobre el terreno399.

Nótese que si las guerras en Oriente Medio y las acciones del terrorismo inter-nacional continuaran o se expandieran, en simultaneidad con el cambio económico estructural mundial observado en las últimas décadas (desfavorable a Occidente), y con el agravamiento de los problemas globales no resueltos (cambio climático, etc.), el mundo en su conjunto podría entrar en una situación prolongada de crecimiento lento, estancamiento, o algo peor, inducida por una incertidumbre duradera en torno al desenvolvimiento futuro, físico, económico y político del planeta400. Y ello mien-tras, sorprendentemente, muchos líderes y gobiernos del Mundo Occidental parecen haber virado hacia políticas más bien distantes y paulatinamente menos comprometidas con los PIMBB, particularmente en el campo económico.

Insistiendo en lo económico, creemos que, aunque la profunda dispersión de los PIB per cápita medios de los PIMBB con respecto a los de los países ricos (PAI), se esté reduciendo sensiblemente en la actualidad, tal reducción tendría que incrementar su actual velocidad (convergente)401, si se quisieran evitar males mayores en el

Page 133

campo de la paz global402. Es cierto que a tal aceleración del ritmo de convergencia económica de los PIMB –particularmente de los PIMBB– tendrá que coadyuvar significativamente su evolución comercial exportadora, la que, a pesar de las trabas oficiales existentes en el seno de la WTO, ya ha venido favoreciendo, desde hace años a los PIMB403. Ahora bien, si se quisieran reducir a mayor velocidad las todavía sangrantes dispersiones de los niveles de vida de muchos PIMBB, también habrá que renovar cuantitativa y cualitativamente los actuales patrones (ODA) de financiación exterior pública del desarrollo económico de esos PIMBB; y ello a fin de acelerar su inversión pública interna, e incentivar e incrementar la llegada posterior de Inversión Extranjera Directa (FDI) privada a esos países desfavorecidos (PIMBB). Por fin, una revisión del enfoque migratorio, haciéndolo menos estricto en los países de Alto Ingreso, también favorecería a los anteriores propósitos convergentes.

6.1. La importancia de la financiación externa en el desarrollo económico de los Países de Ingreso Medio-Bajo y Bajo (PIMBB)

Se ha sugerido muchas veces, desde la perspectiva del liberalismo404 reaparecido en los primeros años 1980, que, para sacar a muchos PIMBB de su estado de postración económica secular, siempre será mejor incrementar el Comercio y fomentar la Inversión Extranjera Directa (FDI), que incrementar la Ayuda Económica Oficial (ODA) a esos países (pobres). Better trade than aid ha sido el slogan repetido durante lustros por el llamado Consenso de Washington405; “Consenso” que sugería que, si los PIMB cumplieran con una serie de requisitos económicos406, podrían alcanzar auto-máticamente407, vía inversión doméstica adicional (financiada básica o complemen-

Page 134

tariamente con FDI), y vía incrementos de su comercio exterior, tasas de crecimiento sostenidas a “ritmos de convergencia” con los países más desarrollados (PAI). Lo que ciertamente ha ocurrido, aunque a una velocidad bastante reducida 408 y territorial-mente desigual; y en bastantes PIMBB de resultas más bien de la expansión de las exportaciones, que de las entradas de capitales privados a largo plazo (FDI), que, como veremos, han comparecido escasamente en esos PIMBB.

En contraposición con ese “nuevo” enfoque neoliberal del desarrollo, cabría recordar que el ambiente económico en la “Edad de Oro del Capitalismo” (1950-1973) –en la que se produjo el máximo ritmo histórico de crecimiento del PIB mundial (al 4,9% de media anual) y una apreciable convergencia económica entre la región más rica y la más pobre del mundo409– fue un ambiente keynesiano e intervencionista, en el que la mayoría de los actuales PAI crecía sin cumplir algunas de las condiciones hoy asumidas como “necesarias” por el Consenso de Washington410. Aunque, ciertamente, se cumplían otras que, tiempo después, no serían enfatizadas suficientemente por ese Consenso con referencia a los actuales PIMBB. De entre las últimas, cabría referirse a la consecución de tasas de inversión internas más altas, hoy solamente alcanzadas por un pequeño grupo de esos PIMBB411. Tasas de inversión re-elevadas y suficientes que, con excepciones, sólo se harían realidad en los próximos lustros si el sector público de los PAI entrara en juego decididamente (transfiriendo-donando masivamente fondos públicos a los PIMBB) a fin de reforzar cuantitativamente los escasos ahorros internos (públicos) disponibles en esos PIMBB; o bien, si el sector privado de los PAI coadyuvara de modo suficiente –básicamente con Inversiones Extranjeras Directas (FDI)– al refuerzo de la inversión interior privada de esos PIMBB. Transferencias-donaciones de fondos públicos (ODA) o inversiones privadas extranjeras

Page 135

(FDI) que, sin embargo y conjuntamente, no se han hecho realidad hasta ahora por importes significativos y equilibradores en esos PIMBB.

Desde una perspectiva empírica, ha de subrayarse que tras la Segunda Guerra Mundial el número de países asiáticos inicialmente modestos, que crecieron a una velocidad significativa, esto es a ritmos de convergencia “aceptables”, fueron tan solo unos pocos (Corea del Sur, Taiwán, etc.)412. Países que registraron sostenidamente altos ritmos de crecimiento de sus PIB y de sus PIB per cápita, en buena medida a causa de las importantes contribuciones financieras iniciales recibidas del exterior, más bien públicas413 que privadas. Algo semejante sucedió con los países europeos occidentales empobrecidos a causa de la 2ª Guerra Mundial, que también recibieron importantes ayudas públicas provenientes del Plan Marshall (1948-51) norteamericano.

A la vista de esas observaciones históricas, y de otras más recientes que se expondrán en líneas siguientes, no podrá deducirse que la simple mejora en la “accesibilidad legal” de la FDI a los mercados internos de los PIMBB generará a ciencia cierta, y con la rapidez requerida, la llegada masiva de FDI y la aceleración del crecimiento de esos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR