El asociacionismo agrario, de Antonio Soldevilla Villar.
| Autor | Francisco Corral Dueñas |
| Páginas | 295-300 |
SOLDEVILLA VILLAR, ANTONIO: El asociacionismo agrario. Valladolid, 1976, un tomo de 221 págs.
El decidido empeño de los agraristas por encontrar fórmulas válidas para paliar el bajo nivel de los hombres del campo apunta desde hace tiempo a la agrupación de explotaciones como medio más idóneo para conseguir las mejores metas.
Cosa muy de notar es que, en la esfera política, están también de acuerdo en esto tanto las ideologías liberales, que con el cooperativismo pretenden corregir las deficiencias productivas de la explotación familiar, como las socialistas, que en su colectivismo más o menos forzoso basan el poder estatal o del partido dominante, por hablar de posturas extremas; las intermedias, casi siempre también, acuden al asociacionis-mo, tanto para cubrir miras sociales como para fomentar la producción.
Es lógica, por tanto, la atención de los estudiosos sobre esta cuestión y de algún tiempo a esta parte no hay simposio, reunión o conferencia sobre temas agrarios que no se ocupe del asociacionismo como punto central a contemplar. En España, y como más recientes, citemos las Jornadas Iberoamericanas y Europeas de Derecho Agrario de Zaragoza-Jaca de julio 1976, las Jornadas de Derecho Agrario organizadas por el I. R. Y. D. A. y la Universidad de Santiago de Compostela en marzo de 1977 y las III Jornadas ítalo-Españolas de Derecho Agrario, celebradas en Barcelona-Lérida, en junio de 1978.
Page 296Otro tanto ocurre con la bibliografía que cada vez con mayor frecuencia estudia este fenómeno económico y sociológico de evidente importancia, ya considerando la agricultura asociativa en general, ya en su figura más significada que es la cooperativa o las demás formas específicas y más simples de explotación agrupada de las tierras.
De entre estos libros y trabajos dedicados al asociacionismo, unos adoptan una gran altura científica, contemplando los principios filosóficos e ideológicos, con sus entronques en la economía y la sociología. Otros eligen niveles menos ambiciosos pero, a nuestro entender, más útiles, porque pretenden servir más bien un fin práctico, señalando el entramado de la sociedad agraria para que los hombres del campo conozcan las posibilidades, el fondo y las consecuencias de su hacer conjunto.
El libro que comentamos recoge, en una envidiable síntesis, ambas facetas. Su autor reúne la doble cualidad de jurista-profesor y empresario agrícola que sufre en sus carnes, como tantos otros, la dureza del escaso nivel económico del campo. Al vivir estos problemas se hace uno agrarista y siente el deseo de contribuir a la mejora de las condiciones vitales de estos magníficos hombres tostados por el sol. La obra que comentamos reúne a la vez una gran altura científica y un enorme sentido pragmático; lo teórico y lo divulgativo consiguen un feliz resultado armónico, como obra de consulta para el profesional y guía práctica para el agricultor.
Antonio D. Soldevila, abogado de Valladolid y cultivador «fetén» en sus pardas tierras, demuestra conocer muy bien el tema y con anterioridad ha publicado diversos trabajos en revistas profesionales y ha sido autor de algunos libros como «El movimiento cooperativista mundial», «La autonomía didáctica del Derecho Agrario» y «Sobre la Agricultura, la Política Agraria y el Desarrollo Rural» que, con el que ahora estamos comentando, patentizan una vocación agrarista y un gran espíritu de trabajo.
El tema del libro es muy actual pues el asociacionismo, según nos dice el autor en su presentación, trae a la empresa agraria y dentro de la profunda reforma de su contenido, el nuevo valor de la colectividad de titulares que se agrupan para hacer frente a la problemática de la agricultura del mañana, muy cerca de la industrialización y la tecnificación.
Se trata en el primer capítulo del asociacionismo agrario en general, diciéndonos que este fenómeno, como vocación o tendencia a la unidad en la pluralidad humana en cualquier actividad...
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