El asesoramiento científico: tareas, características preferibles, evaluación de su impacto

AutorYehezkel Dror
CargoUniversidad Hebrea de Jerusalén

Importancia del asesoramiento científico

La ciencia, en el sentido estricto de 'ciencias naturales', pero incluyendo las partes relacionadas de la 'tecnología', es quizás la fuerza más importante para conformar el futuro y tiene efectos fundamentales, directos e indirectos, en todos los campos de la actividad humana. Por tanto, todas las decisiones importantes, gubernamentales, sociales e individuales, han de tenerla en cuenta. Esto es especialmente cierto cuando se trata de decisiones cruciales, cuyo impacto puede ser considerable a la hora de conformar el futuro. Para comprender los problemas políticos complejos, es también importante tener en cuenta las formas de pensar de las distintas ramas de la ciencia, ya que pueden ofrecer diferentes 'marcos de pensamiento' y perspectivas múltiples1. Por ello, el asesoramiento científico es valioso en todas las áreas de la política y no sólo en las que se relacionan con problemas científicos y tecnológicos.

La ciencia es la fuerza más importante para conformar el futuro y tiene efectos fundamentales, directos e indirectos, en todos los campos de la actividad humana

Audiencias y clientes

El asesoramiento científico es necesario en todos los niveles de decisión social e individual. Para explorar este tema, consideraremos aquí dos clases principales de usuarios: los responsables políticos de alto nivel y el público en general. El análisis que proponemos se puede ajustar fácilmente para incorporar a otros actores aunque, para diferentes clientes y audiencias, se necesitan sistemas de asesoramiento científico parcialmente diferentes.

Principales funciones del asesoramiento científico

Una función importante del asesoramiento científico consiste en ofrecer aportaciones a los aspectos de las decisiones relacionados con la ciencia. Sin embargo, un buen asesoramiento científico también debe cumplir otras funciones

Una función importante del asesoramiento científico consiste en ofrecer aportaciones a los aspectos de las decisiones relacionados con la ciencia. Sin embargo, un buen asesoramiento científico también debe cumplir otras funciones en la toma de decisiones a alto nivel y en los procesos de decisión, por ejemplo: (1) proporcionar los conocimientos científicos mínimos necesarios para utilizar correctamente o rechazar el consejo científico; (2) mejorar los mapas cognitivos2; (3) revisar las agendas de decisión; y (4) aplicar los métodos de pensamiento científico a los aspectos no científicos de las principales opciones. El servicio más importante que el asesoramiento científico puede prestar al público en general es proporcionarle una comprensión equilibrada de las bases científicas de los principales problemas de la agenda política, incluyendo las ambigüedades y las incertidumbres existentes. Otra tarea importante consiste en contrarrestar el 'pensamiento mágico' y la pseudociencia y, en consecuencia, mejorar el discurso público en general.

Tanto los políticos como el público en general suelen carecer de los conocimientos científicos necesarios para comprender muchos de los complejos problemas científicos con que nos enfrentamos hoy

La gran mayoría de los políticos de alto nivel, en casi todos los países, carece de los conocimientos científicos mínimos necesarios para comprender y utilizar o rechazar correctamente el asesoramiento científico. Además, son incapaces de utilizar los modos de pensamiento científicos para comprender mejor los problemas complejos. Y la mayor parte del público de todos los países es completamente incapaz de evaluar el significado y juzgar la validez de muchas demandas hechas en nombre de la ciencia sobre problemas concretos, como la política medioambiental, las aplicaciones de la biotecnología, los productos químicos peligrosos, etc. Por tanto, una función importante del asesoramiento científico consiste en proporcionar a quienes toman las decisiones y al público en general los conocimientos científicos mínimos necesarios. Ello, a su vez, exige a los asesores científicos mucho más que el solo conocimiento de la ciencia.

La calidad de las decisiones depende mucho de los mapas cognitivos utilizados por quienes las toman y hasta qué punto se ajustan a una realidad cambiante3. Por tanto, otra tarea importante del asesoramiento científico será mejorar los mapas cognitivos de quienes toman las decisiones, para garantizar que reflejan con exactitud la realidad y su dinámica.

El asesoramiento científico desempeña un papel en la fijación de agendas, alertando a quienes toman las decisiones sobre los problemas, oportunidades y peligros, especialmente los que derivan de la ciencia y la tecnología

Relacionado con lo anterior está el papel del asesoramiento científico para contribuir a la fijación de agendas, alertando a quienes toman las decisiones sobre los problemas, oportunidades y peligros, especialmente los que derivan de la ciencia y la tecnología.

Un medio importante para mejorar la forma en que se abordan los problemas complejos consiste en profundizar en su comprensión utilizando una perspectiva múltiple y tratándolos con la ayuda de una variedad de modalidades de pensamiento. Las perspectivas y modalidades de los distintos campos académicos, incluidos los orientados histórica y socialmente, con toda su diversidad, pueden contribuir de modo importante a cumplir este requisito, si se aplican de forma adecuada por asesores científicos debidamente calificados.

No menos importantes son las contribuciones del asesoramiento científico al público en general, como parte del empeño en dirigirnos hacia una 'sociedad del conocimiento'4, y también para garantizar el apoyo democrático a unas decisiones gubernamentales de la mayor calidad5. De hecho, si el público no posee más conocimientos de ciencia y tecnología, incluyendo la 'lectura' correcta de las noticias sobre ciencia y tecnología, con todas sus contradicciones y ambigüedades6, los gobiernos se verían impulsados a tomar decisiones irracionales sobre muchos problemas relacionados con la ciencia y la tecnología.

La falta de comprensión de la ciencia y la tecnología por parte del público puede forzar a los gobiernos a tomar decisiones irracionales

Pero el asesoramiento científico que se presta al público (y también a quienes toman las decisiones a alto nivel) tiene también una misión más amplia, a saber, contrarrestar las creencias claramente falsas, como la astrología. Las creencias en diversas formas de pensamiento 'mágico' o pseudociencia están muy extendidas, incluso entre quienes toman las decisiones a alto nivel. Cuando las posibilidades de la humanidad y sus líderes para conformar el futuro eran limitadas, el daño causado por tales creencias era tolerable, desde una perspectiva histórica a largo plazo. Pero, dado el poder de conformar el futuro, para bien o para mal, que la moderna ciencia y tecnología ofrece a la humanidad, el daño que pueden causar las decisiones basadas en la ignorancia sería catastrófico. Por tanto, cada vez es más importante la función del asesoramiento científico y tecnológico en lo que toca a mejorar la visión de la realidad de las gentes y a contrarrestar la creciente confianza en el pensamiento 'mágico' y la pseudociencia.

Cada vez es más importante la función del asesoramiento científico y tecnológico para contrarrestar la creciente confianza en el pensamiento 'mágico' y la pseudociencia

Las crecientes dificultades impuestas al asesoramiento científico y tecnológico hacen que la evaluación (y mejora) de su calidad e impacto sea una tarea urgente. No es exagerado afirmar que la mejora radical de la calidad del asesoramiento científico y tecnológico y su impacto es esencial para el futuro de la humanidad, en cuanto al camino que sigue, e incluso para su propia supervivencia.

Un tema relacionado es la necesidad de controlar el acceso a conocimientos científicos y tecnológicos potencialmente peligrosos, dado el poder que ofrece la ciencia y la tecnología, incluso a grupos pequeños, para causar grandes daños7. Por tanto, al mejorar el asesoramiento científico, hay que tener también en cuenta el posible mal uso de la información revelada. Este es un problema cada vez más grave y, aunque hay que tenerlo en cuenta al considerar la evaluación del impacto y la mejora del asesoramiento científico, cae fuera del ámbito de este artículo.

Es necesario controlar el acceso a conocimientos científicos y tecnológicos potencialmente peligrosos, dado el poder que ofrece la ciencia y la tecnología, incluso a grupos pequeños, para causar grandes daños

Necesidad de la evaluación indirecta del impacto

Existen diversos métodos para evaluar el impacto del asesoramiento científico. El estudio de ejemplos puede mostrar hasta qué punto el asesoramiento científico ha influido sobre una decisión y sus consecuencias; las entrevistas pueden proporcionar indicaciones sobre el impacto; los escritos de los políticos y de los asesores científicos ofrecen alguna información, etc. Sin embargo, la posibilidad y la validez de todos estos métodos son, en la práctica, limitadas. Los efectos difusos y a largo plazo son difíciles de identificar y, a menudo, imposibles de conceptualizar. Con frecuencia es imposible identificar las contribuciones del asesoramiento científico en equipos multidisciplinares. Y la multiplicidad de las variables que intervienen arroja dudas sobre las relaciones causa-efecto y sobre las correlaciones entre la calidad del asesoramiento y su impacto. Por tanto, los esfuerzos para evaluar el impacto del asesoramiento científico directamente, deben complementarse con evaluaciones indirectas basadas en las aportaciones, la estructura, etc.

En la práctica, suele ser difícil medir con precisión la calidad y el impacto del asesoramiento científico

Sin embargo, hay que tener cuidado cuando la evaluación del impacto se basa en criterios indirectos. Es preciso basarse en un estudio en profundidad de las relaciones entre los criterios indirectos y los resultados, en los casos en que se pueden identificar estos últimos. Cuando esto no es posible, los criterios indirectos se deben basar en teorías fiables relativas al comportamiento organizativo, el tratamiento del conocimiento en la toma de decisiones, la planificación política, etc., junto con lecciones derivadas de la experiencia de asesores, políticos y formadores de opinión competentes8.

Es posible identificar una serie de características que deben poseer, idealmente, los sistemas de asesoramiento científico, como una situación y composición apropiadas, interfaces adecuadas e integración con las unidades políticas, etc.

Características preferibles de los sistemas de asesoramiento científico

Basándonos en las razones expuestas hasta aquí9, proponemos el siguiente mapa de características preferibles10 del asesoramiento científico para la toma de decisiones a alto nivel, con algunas características adicionales destinadas al público en general. Este mapa se concibe como una herramienta para ayudar a evaluar el impacto del asesoramiento científico de forma indirecta, con vistas a su mejora.

Situación: Los asesores científicos deben estar situados en los principales centros de decisión y participar en los procesos importantes de toma de decisiones. Por tanto, deben estar próximos a los jefes de gobierno, con acceso a las principales deliberaciones del proceso de toma de decisiones.

Tareas: Las tareas formales de los asesores científicos incluyen la contribución del conocimiento científico a espacios y decisiones políticas concretas; y la aplicación de múltiples perspectivas y modos de pensamiento científicos a los principales procesos de decisión. Las tareas informales incluyen la mejora de los conocimientos científicos de los responsables políticos y de su personal, mejorando sus mapas cognitivos e introduciendo en la agenda los temas emergentes que derivan de la ciencia y la tecnología.

Composición y recursos de conocimiento: Las unidades de asesoramiento científico deben tener una composición multidisciplinar, así como fácil acceso a conocimiento científico adicional, cuando sea preciso. Los asesores científicos buscarán la ayuda de otras disciplinas, cuando sea necesario.

Integración con las unidades de asesoramiento político: Para cumplir estas tareas en los niveles superiores de toma de decisiones, los asesores científicos deben formar parte, idealmente, del personal al servicio de los jefes de gobierno.

Interfaz: Es esencial una buena interfaz entre los asesores científicos, otros asesores políticos y los responsables de la toma de decisiones. Para conseguirla, la principal responsabilidad es de los asesores científicos, que deben comprender el entorno del poder en el que operan, los procesos de toma de decisiones en los que participan y los hábitos de tratamiento de la información de sus colegas y clientes. El lenguaje del asesoramiento científico debe adaptarse al de los políticos (o al del público en general, en su caso). Y su comportamiento debe superar las barreras de las 'dos culturas'11. Pero todo ello no debe reducir la integridad del asesoramiento prestado, aunque sean inevitables ciertos ajustes en la presentación, la forma, el tiempo, etc.

Auto-escepticismo: Los asesores científicos deben ser muy conscientes de los límites, las ambigüedades y las incertidumbres del asesoramiento científico, especialmente cuando se aplica a problemas multifacéticos sobre los que se dispone de pocos conocimientos fiables. Por tanto, una característica importante de un asesoramiento científico de alta calidad será una buena dosis de auto-escepticismo, que incluya un enfoque crítico de las principales hipótesis más allá (o incluso dentro) del campo de conocimiento que se cree incontestable12.

Práctica política profesional: Los asesores científicos, aunque sean fundamentalmente científicos, constituyen también un subconjunto de políticos profesionales y participan del asesoramiento político en general. Por lo tanto, necesitan algunos conocimientos de la profesión política, por ejemplo cómo tratar lo incierto y lo inconcebible o cómo relacionar el asesoramiento en el diseño de políticas y en la ejecución de las mismas.

Formación especial: Una de las conclusiones a que se llega examinando todas las características de un buen asesoramiento científico es que los asesores científicos necesitan una formación especial: el conocimiento de la ciencia es necesario, pero no suficiente, para realizar sus tareas principales.

El asesoramiento científico dirigido al gran público puede beneficiarse de la creación de 'depósitos de pensamiento' científicos y tecnológicos y de comités científicos para evaluar la validez de los trabajos publicados, así como de mejoras en los programs de las ecuelas y las universidades

Características adicionales del asesoramiento científico dirigido al gran público

No resulta difícil ajustar el mapa que hemos presentado a los requisitos preferibles del asesoramiento científico desde el punto de vista del público. Sin embargo, hay cuatro características adicionales que exigen mayor consideración:

Además de los muchos científicos y comentaristas científicos que trabajan para sí mismos o para distintos grupos de intereses, son esenciales los 'depósitos de pensamiento' independientes sobre ciencia y tecnología, especializados en ofrecer puntos de vista a la opinión pública.

Sin llegar a la creación de 'tribunales científicos', serían útiles los 'comités de ética científica', que alerten al público contra los escritos científicos claramente sesgados y chapuceros. La experiencia danesa a este respecto puede ser digna de consideración13.

Debe prestarse especial atención a la mejora de los conocimientos científicos y tecnológicos de los principales comentaristas de los medios de comunicación, distinguiéndolos de los corresponsales científicos especializados.

Es preciso elevar los conocimientos científicos del gran público, mediante, por ejemplo, cambios radicales en la enseñanza de la ciencia y la tecnología en las escuelas (incluyendo cursos de ciencia en los programas básicos de todos los estudiantes universitarios e incorporando temas de ciencia y tecnología a los principales programas de noticias de la televisión).

Prevención del mal uso

Un requisito obvio es el conocimiento científico de gran calidad y hay que realizar los mayores esfuerzos para proporcionar un asesoramiento tan equilibrado y 'objetivo' como sea posible. A ello hay que añadir diversas exigencias éticas sobre a quién hay que servir. También, como se ha dicho, hay que establecer restricciones institucionales para el acceso al conocimiento científico y tecnológico de quienes podrían utilizarlo mal. Esto plantea la dificultad de establecer un equilibrio entre evitar que la información potencialmente peligrosa caiga en manos inadecuadas y preservar la integridad y la transparencia de la ciencia. Sin embargo, cualquier discurso sobre la evaluación y la mejora del asesoramiento científico, que no tenga en cuenta los peligros del mal uso, sería claramente insuficiente.

Es preciso abordar el difícil problema de establecer un equilibrio entre evitar que la información potencialmente peligrosa caiga en manos inadecuadas y preservar la integridad y la transparencia de la ciencia

Conclusiones preliminares

La comparación preliminar de este mapa de las características deseables en un sistema de asesoramiento científico con las que realmente se encuentran en la práctica revela grandes lagunas, como se pone de manifiesto en un estudio empírico que hemos realizado sobre más de cuarenta oficinas de primeros ministros y presidentes en diversos países. La mayor parte de las características de un sistema ideal o bien sólo se cumplen en pequeña parte o no se cumplen en absoluto. Además, casi todos los artículos sobre las características deseables del asesoramiento científico ignoran muchos de los requisitos que hemos propuesto. Mi conclusión, pues, es que el impacto del asesoramiento científico cae muy por debajo de lo que es necesario y posible, con la excepción parcial de ciertos campos donde la aportación de la ciencia es de importancia obvia, como ocurre en ciertos aspectos de los asuntos militares14. Si esta conclusión se comprueba en estudios sistemáticos basados en la comparación de la realidad con los mapas de 'características preferibles' (que también deben mejorarse), entonces sería posible llegar a un perfil del impacto del asesoramiento científico más fiable y diferenciado y derivar propuestas concretas para su mejora.

Además, es preciso situar los estudios sobre el impacto del asesoramiento científico y los esfuerzos para mejorarlo en el contexto de las capacidades para gobernar en general y, en particular, hacer que el gobierno sea más innovador y más basado en el conocimiento, como examinamos en otros trabajos15.

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Palabras clave

asesoramiento científico, toma de decisiones a alto nivel, opinión pública, evaluación del impacto

Notas/Referencias

  1. Esto se reconoce en casi toda la bibliografía que trata del análisis político y de los procesos cognitivos y organizativos. Véase, por ejemplo, David Dery, Problem Definition in Policy Analysis (Lawrence, University Press of Kansas), 1984, y Harold A. Linstone, Decision Making for Technology Executives: Using a Multiple Perspectives to Improve Performance (Boston, Artech House), 1999.

  2. Un mapa cognitivo es una representación mental de la estructura del entorno propio. En un sentido más amplio es una imagen mental que capacita para pensar, ya sea para un individuo o para una cultura.

  3. Véase, por ejemplo, Yaacov Y. Vertzberger, The World in Their Minds: Information Processes, Cognition, and Perception in Foreign Policy Decisionmaking (Stanford, Stanford University Press), 1990.

  4. Para los esfuerzos en esta dirección, aunque es preciso extenderlos y profundizarlos, véase OECD, Reviews of National Policies for Education: Lifelong Learning in Norway (París, OECD), 2002.

  5. Véase la discusión sobre 'Empowering the People with Public Affairs Enlightenment', en Yehezkel Dror, The Capacity to Govern: A Report to the Club of Rome (Londres y Portland, OR, EE.UU., Frank Cass), 2001; en rústica, 2002, cap. 11.

  6. Sobre cómo tratar las ambigüedades de los textos, es plenamente aplicable la siguiente afirmación, que exige 'que el lector comprenda una gran parte inmediatamente, y sea capaz de deducir por simpatía (y yo añadiría 'y alguna bibliografía relevante') la forma en que debe resolverse la contradicción'. William Empsom, Seven Types of Ambiguity, 3ª edición (Norfolk, CO, EE.UU., New Direction Books), 1953, pág. 191.

  7. Para consecuencias más amplias de esta ruptura en la historia, véase Yehezkel Dror, 'From My Perspective: Lucifer Smiles', Technological Forecasting & Social Change, 69 (2002), 431-435.

  8. Entre un gran corpus de teoría, estudios empíricos y lecciones de la experiencia, entresacamos tres ejemplos que pueden servir de base de los criterios indirectos para evaluar el impacto del asesoramiento científico: Daniel Kahnemann, Paul Slovic y Amos Tversky, eds., Judgement Under Uncertainty: Heuristics and Biases (Cambridge, Reino Unido, Cambridge University Press), 1982; presenta los principales estudios por los que Kahnemann recibió el Premio Nobel de Economía de 2002 e ilustra teorías bien fundamentadas sobre los requisitos para tratar correctamente la incertidumbre, lo que constituye un tema esencial en el asesoramiento científico. Alexander L. George, Presidential Decisionmaking in Foreign Policy: The Effective Use of Information and Advice (Boulding, CO, EE.UU., Westview), 1990; trata teorías y experiencias relevantes y las transforma en características estructurales de un asesoramiento eficaz. Aaron Lobel, ed., Presidential Judgement: Foreign Policy Decision Making in the White House (Hollis, NH, EE.UU., Hollis Publishing), 2001; ilustra las experiencias de asesores de alto nivel, de las cuales pueden derivarse una serie de criterios indirectos de eficacia. Para una discusión y justificación teórica detalladas del uso de modelos preferentes y otros criterios indirectos de evaluación de los procesos políticos, véase Yehezkel Dror, Public Policymaking Reexamined (New Brunswick, NJ, EE.UU., Transaction), edición con suplemento, 1989, parte II.

  9. El mapa propuesto es cualitativo pero, para evaluar la realidad, se necesitan también algunas ideas cuantitativas sobre los niveles satisfactorios para los aspectos cualitativos. Esta necesidad se puede satisfacer parcialmente mediante comparaciones con el pasado y con unidades similares en otros lugares y en otros países. Y, lo que es más importante en la práctica respecto a muchas de las características de los 'mapas preferentes', la realidad está tan lejos de ellos que no son necesarios estándares cuantitativos. A efectos de mejora, las escalas cuantitativas son aún menos esenciales, dada la presente debilidad de casi todos los esquemas de asesoramiento científico de alto nivel, con la consiguiente necesidad de hacer mucho más para cumplir los requisitos del mapa que sirva como fuente de directrices prácticas para la acción.

  10. 'Preferible', en el sentido de ser significativamente mejor que la realidad, pero sin pretender que sea 'óptimo', término que debe evitarse dado el subdesarrollo de las teorías fiables y destacadas.

  11. La expresión fue utilizada originariamente por C.P. Snow en las conferencias Rede de 1959 (publicadas después como Two Cultures, Cambridge 1964). La tesis básica de Snow es que la ruptura de la comunicación entre las ciencias y las humanidades (las 'dos culturas' del título) constituyó un serio obstáculo para resolver los problemas del mundo.

  12. Son muy relevantes ciertos fragmentos de James A. Dewar, Assumption-Based Planning: A Tool for Reducing Avoidable Surprises (Cambridge, Reino Unido, Cambridge University Press), 2002. Dicho más literariamente: evitar el lamento 'si lo hubiésemos sabido', que subyace, por ejemplo, en los escritos de Anton Chejov, es una contribución importante del asesoramiento científico, que exige mucha auto-crítica. Véase Vladimir Kataev, If We Could Know! An Interpretation of Chekov (Chicago, Ian R. Dee), 2002, traducido del ruso.

  13. Como ilustran algunos de sus comentarios críticos sobre un libro que trata de las tendencias medioambientales. Véase Andrew C. Revkin, 'Book on environment is flawed, Danish ethical panel concludes', International Herald Tribune, 8 enero 2002, pág. 4.

  14. Véase Colin S. Gray, Strategy for Chaos: Revolutions in Military Affairs and the Evidence of History (Londres y Portland, OR, EE.UU., Frank Cass), 2002.

  15. Véase Yehezkel Dror, The Capacity to Govern: A Report to the Club of Rome, op.cit.; y Yehezkel Dror, 'Hacia un gobierno innovador y basado en el conocimiento', The IPTS Report, nº 64, mayo 2002, págs. 29-35.

Contacto

Prof. Yehezkel Dror, Universidad Hebrea de Jerusalén

Tel.: + 972 2 567 06 33, fax: + 972 2 567 05 28, correo electrónico: msdror@mscc.huji.ac.il

Sobre el autor

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Yehezkel Dror es catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Hebrea de Jerusalén y miembro del Club de Roma. Ha ocupado puestos de alta responsabilidad sobre planificación política en el gobierno israelí, fue analista senior en la RAND Corporation y trabajó sobre problemas de la Unión Europea como Profesor Distinguido en el Instituto Europeo de Administración Pública de Maastricht. Sus intereses principales en investigación incluyen la forma de gobernar, la planificación política y el arte de gobernar, temas sobre los que ha sido asesor de muchos países. Ha trabjado también como consultor de la OCDE, Naciones Unidas y el PNUD. Es autor de numerosos artículos y de 14 libros publicados en nueve idiomas, siendo el más reciente un informe para el Club de Roma: The Capacity to Govern, publicado en alemán, español y portugués, con una versión revisada en inglés, publicada en 2001 y en rústica en 2002.

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