Asesoramiento científico independiente en la UE.

AutorPeter Collins y Uno Lindberg
CargoEASAC

Academias y gobierno.

Los gobernantes necesitan acceso a la información científica y necesitan entender la ciencia. No tienen que ser científicos, pero deben tener acceso a las ciencias naturales del mismo modo que deben ser capaces de acceder a la economía, la sociología, el derecho, las relaciones internacionales y otras áreas del conocimiento relevantes para la elaboración de políticas.

Hoy día es habitual que las Academias Nacionales de Ciencias consideren como parte de sus funciones la ayuda a sus gobiernos nacionales para acceder a la ciencia. Desde luego, algunas fueron creadas expresamente para este fin, a menudo por el gobierno del momento; otras llegaron a este papel de modo más gradual y con vacilaciones. Generalmente, una Academia Nacional subrayará su independencia del gobierno y de intereses creados y sostendrá que esto, unido a su autoridad científica demostrable, la capacita para proporcionar asesoramiento de un modo tal que complemente el papel de los organismos asesores empleados directamente por el gobierno.

Las Academias Nacionales han llegado a considerar como una de sus funciones el asesoramiento a los gobiernos nacionales sobre asuntos científicos. Para actuar así de un modo eficaz subrayan comúnmente su independencia tanto del gobierno como de intereses creados

Las academias en la UE

A nivel nacional, las estructuras y las relaciones son relativamente coherentes, aunque sólo sea debido a la escala y a la existencia de una cultura compartida. No es difícil para una academia bien dirigida tener una relación eficaz con el gobierno de su país. Es bastante más difícil establecer estructuras y relaciones análogas a nivel de la UE. Las diferentes organizaciones descritas en este número de The IPTS Report representan una diversidad de enfoques del compromiso entre los organismos científicos independientes y los organismos políticos de la Unión Europea.

La variedad de enfoques adoptados por las Academias de Ciencias en la UE indica claramente lo extendida que está la percepción de que, paralelamente a sus estructuras oficiales de asesoramiento político, los principales órganos de la Unión Europea necesitan asesoramiento independiente sobre la ciencia

El hecho de que los distintos enfoques representados por algunos de estos organismos se han desarrollado en un periodo de tiempo relativamente corto, indica claramente lo extendida que está la percepción de que, paralelamente a sus estructuras oficiales de asesoramiento político, los principales órganos de la Unión Europea necesitan asesoramiento independiente sobre la ciencia. De hecho, podría tomarse como signo de la creciente madurez de la identidad europea el que tantos de nosotros estemos percibiendo la necesidad de asesoramiento científico y estemos respondiendo a ella.

En el contexto de la UE, es una clara ventaja tener un asesoramiento que emane de un proceso extendido a toda la Unión. El mecanismo primario para ello son las organizaciones cuyos miembros son individuos procedentes de los países europeos (Academia Europaea, Academia Europea de Ciencias y Artes, Euroscience), o las organizaciones cuyos miembros son organismos nacionales - agencias de financiación de la investigación (European Science Foundation) o Academias Nacionales (ALLEA, EASAC).

Cuadro 1. Misión y visión del EASAC

La misión del EASAC es 'incorporar la ciencia a la política' a nivel de la UE, proporcionando asesoramiento competente, independiente y creíble sobre los aspectos científicos de los asuntos de política pública, a quienes elaboran la política para la Unión Europea o influyen sobre ella. La visión del EASAC es que llegará a ser reconocido por los responsables de la política de la UE como el lugar adonde acudir para obtener asesoramiento fiable y oportuno que refleje lo mejor que puede ofrecer la comunidad científica europea. El EASAC pretende ser conocido por su competencia tanto en ciencia como en la tarea de proporcionar asesoramiento político y que se entienda que es concienzudo en sus investigaciones, desinteresado en sus recomendaciones y transparente en sus procedimientos.

El Consejo Asesor Científico de las Academias Europeas (EASAC) constituye el intento más reciente para responder a la necesidad de asesoramiento competente e independiente que tienen los organismos de la UE. Está diseñado para combinar facilidad y rapidez de funcionamiento - vitales para proporcionar asesoramiento a la escala temporal que necesitan los políticos - con el prestigio y la autoridad de las Academias Nacionales y con las oportunidades que se derivan del fácil acceso a las redes de miembros y de colegas que constituyen las academias. Su misión y su visión se describen en el cuadro 1, y su estructura en el cuadro 2.

Cuadro 2. Estructura del EASAC

El EASAC consta de 16 personas nombradas por las Academias Nacionales de los estados miembros de la UE (excepto Luxemburgo) y, para proporcionar una perspectiva de toda Europa (más que de la UE), por la Academia Europaea y por ALLEA. Los 16 miembros están facultados para elaborar todas las decisiones necesarias para el funcionamiento del EASAC sin consultar a los organismos que los han nombrado. Un comité de tres miembros es responsable de la toma de decisiones operativas entre las reuniones aproximadamente semestrales del Consejo. Pequeños grupos de estrategia desarrollan el pensamiento en amplias áreas de la política y ayudan a establecer relaciones con los órganos clave de la UE, de modo que el trabajo del EASAC puede enfocarse con precisión sobre asuntos de verdadero interés actual. Se crean grupos de trabajo para llevar a cabo proyectos específicos; sus miembros se eligen entre expertos adecuados de las academias que los nombran.

El Presidente del EASAC es el Profesor Uno Lindberg de la Real Academia de Ciencias de Suecia; los Vicepresidentes son el Profesor Nic Schamp de la Real Academia de Ciencias de Bélgica y el Profesor Edoardo Vesentini de la Accademia Nazionale dei Lincei. La Secretaría está a cargo del Dr. Peter Collins de la Royal Society (Reino Unido).

Asesoramiento satisfactorio

Existe una legión de individuos, organizaciones, consultores, participantes de grupos de presión, ONG, grupos de intereses especiales - por no hablar de los políticos y funcionarios de los estados miembros - que asesoran a los organismos de toma de decisiones de la UE sobre lo que hay que hacer. La pregunta que surge es cómo una academia, o grupo de academias, puede proporcionar asesoramiento de un modo que pueda ofrecer valor añadido por encima de otras fuentes a nivel de la UE.

Un requisito previo para dar a los responsables políticos este valor añadido es ser experto y tener autoridad reconocida - es decir, tiene que ser posible admitir que la información científica de la Academia representa el estado actual del conocimiento aceptado. Se reconoce en general que las academias gozan de autoridad dentro de su campo, y por ello, una agrupación de academias cuidadosamente establecida puede reivindicar esta autoridad. Por lo tanto, es esencial que las academias garanticen que su ciencia es ciertamente tan buena como sea posible, y que se cuiden de no ir más allá de su competencia y no pronunciarse sobre materias en las que no sean competentes.

La autoridad es valiosa no sólo porque es más probable que las conclusiones científicas sean 'correctas' sino también porque, al hacer frente a la crítica, los políticos necesitan frecuentemente ser capaces de demostrar que han confiado en el mejor asesoramiento disponible.

Además de proporcionar asesoramiento competente y con autoridad, las academias necesitan abordar temas que coincidan con los problemas actuales de los responsables de las políticas, más que aquéllos que son de interés primordial para los científicos

Sin embargo, la competencia y la autoridad no son suficientes para garantizar la eficacia. Una tentación es abordar temas que son interesantes pero tangenciales para los problemas actuales de los responsables políticos. Para tener influencia, los asesores necesitan tratar materias que sean relevantes para aquéllos a los que proporcionan asesoramiento. Esto significa desarrollar buenas relaciones de trabajo con los usuarios finales, es decir los políticos, y comprender sus preocupaciones actuales y las lagunas en sus conocimientos. Además de centrarse en la audiencia a la que se dirige, también es importante, por supuesto, crear expectativas realistas sobre lo que se puede, o no se puede, proporcionar.

La oportunidad en el tiempo también es un asunto clave. No tiene sentido realizar un análisis cuidadoso de algún tema después de que éste haya dejado de ser un problema. Si se necesitan seis meses para preparar el asesoramiento sobre una cuestión dada, el trabajo deberá comenzarse seis meses antes de que el tema llegue a ser realmente de dominio público para que tenga algún impacto. La identificación de los temas por anticipado es, por supuesto, un reto importante, en realidad imposible de conseguir sistemáticamente , y quizás ni siquiera ocasionalmete. Lo mejor que se puede intentar es mantenerse estrechamente conectados con los desarrollos de la política, de modo que se puedan discernir lo más pronto posible los nuevos problemas, moverse rápidamente una vez que se haya tomado una decisión para seguir un tema dado, y centrarse en temas que no desaparezcan rápidamente de vista.

También es importante ser conscientes de que un estudio concienzudo que conduzca a un informe detallado no es el único modo posible de incorporar la ciencia a la política. Por ejemplo, una reunión concertada a tiempo entre científicos y políticos podría ser un medio más apropiado para alertar a los políticos sobre las dimensiones científicas de un tema determinado, y facilitar la consulta de los políticos a los científicos. La eficacia requiere una versatilidad suficiente para ajustar el producto a la medida de la ocasión (véase el cuadro 3 para el método del EASAC).

Dada la velocidad con la que pueden surgir nuevos problemas, una reunión concertada a tiempo entre los científicos y los políticos podría ser a veces un medio más apropiado que un análisis prolijamente detallado, para alertar a los políticos en cuestión sobre las dimensiones científicas de un tema

Cuadro 3. Método del EASAC

El método del EASAC para maximizar la relevancia y la oportunidad es establecer pequeños 'grupos de estrategia' encargados de saber lo que está sucediendo en la ciencia y en la política de la UE, y de desarrollar relaciones con posibles clientes clave de modo que entiendan lo que el EASAC puede ofrecer. Cada grupo de estrategia tiene de 6 a 8 miembros y un apoyo profesional especialmente dedicado. Los primeros dos grupos de este tipo que se van a formar se concentran en temas de las áreas de biotecnología y de medio ambiente.

Una vez que el EASAC ha definido los parámetros de un proyecto, designa un grupo de trabajo para llevarlo a cabo. Sus miembros se seleccionan entre los expertos de los que puede disponer el EASAC, de acuerdo con las necesidades del proyecto, y se dispersan al final del proyecto. Esto permite hacer un uso óptimo de los talentos voluntarios de los que disponen las academias.

El modo clásico de preparar el asesoramiento era que los expertos hablaran con otros expertos y establecieran un consenso. En asuntos importantes y controvertidos de interés público, esto ya no se considera adecuado: se debe hacer una consulta más amplia y conducir el proceso del modo más abierto posible para que el asesoramiento tenga credibilidad entre los políticos. Esto no es fácil: los que trabajan en el asesoramiento científico a nivel nacional están experimentando el modo de incorporar el carácter abierto y la posibilidad de consulta en sus actuaciones, sin disminuir la autoridad científica o añadir demasiado tiempo al que se necesita para completar un proyecto. El modo de lograr esto a nivel europeo todavía no está claro.

La difusión es una tarea esencial que se subestima a menudo. Existen muchos métodos para una difusión efectiva, pero el punto principal es reconocer que ello implica una inversión considerable de tiempo y de recursos

Otra clave para la efectividad es la difusión. No tiene sentido realizar un informe si nadie lo conoce o nadie lo lee. Para tener algún impacto, su mensaje tiene que ser recibido y comprendido por la audiencia a la que se dirige y, preferiblemente, por el público interesado más amplio. Existen muchos métodos para una difusión efectiva, pero el punto principal es reconocer que implica una inversión considerable de tiempo y de recursos. Debe resistirse la tentación de emprender la tarea más interesante de preparar el próximo proyecto antes de difundir los resultados del proyecto anterior.

Un problema final es el de la fuente de financiación, y en particular, de qué modo puede mantenerse mejor la independencia. En el Reino Unido, durante los años 80, algunos pensaron que el dinero del gobierno era sospechoso y que las donaciones de la industria privada eran la mejor garantía de independencia. Desde entonces el péndulo ha oscilado en sentido contrario. Un informe2 de un Comité restringido (Select Committee), del Parlamento del Reino Unido en agosto de 2002 concluyó que 'La mayoría de las sociedades científicas estaban satisfechas con seguir siendo ampliamente de financiación privada, temiendo que la financiación gubernamental podría interferir en su independencia'. El Comité tuvo, por el contrario, la perspicacia de sostener que se puede aceptar el dinero del gobierno sin perder la virtud: 'El argumento de que la financiación del gobierno compromete la independencia nos parece erróneo....Tampoco vemos ninguna prueba de sesgo progubernamental en la Royal Society o en la Royal Academy of Engineering. No pensamos que la recepción de fondos del gobierno comprometa la independencia de las sociedades que se benefician de ellos.'

Ciertamente, esto debería ser así en interés del propio gobierno. Si la financiación por parte del gobierno disminuyera la independencia de una academia, entonces el gobierno podría utilizar menos el asesoramiento de la academia.

Las academias pueden ser fácilmente susceptibles a la crítica de que sus hallazgos están influidos por los intereses creados de los que las financian, ya provengan del sector público o del privado. El planteamiento más sólido es usar múltiples fuentes de financiación sin confiar demasiado en ninguna de ellas

Aunque los oponentes podrían intentar adscribir los puntos de vista de un grupo a la agenda privada de sus financiadores, y por lo tanto descartarlos, las academias que tratan de dar un asesoramiento tienen que estar por encima de esto. Algún tipo de financiación es requisito previo, incluso con expertos voluntarios: la secretaría profesional, los costes de desplazamiento y los costes de difusión tienen que pagarse. El planteamiento más sólido es usar múltiples fuentes de financiación sin confiar demasiado en ninguna de ellas y desarrollar una reputación de hablar en representación propia. La independencia es un componente clave de la credibilidad, y las academias tienen que prestar atención tanto a ser realmente independientes como a parecerlo.

Notas/Referencias

  1. Este artículo presenta los puntos de vista de sus autores y no necesariamente los del EASAC.

  2. House of Commons Science and Technology Committee Fifth Report, Quinto Informe 2001-02, HMSO, Reino Unido, 2002.

Sobre los autores

Peter Collins, Secretario Ejecutivo de EASAC, es Director de Política Científica en la Royal Society. Ha partcipado durante muchos años en el asesoramiento político independiente a nivel nacional e internacional. Su formación básica es la Química y los Estudios Sociales de la Ciencia.

Uno Lindberg, Presidente de EASAC, es Primer Vicepresidente y Secretario de Relaciones Exteriores de la Real Academia de Ciencias de Suecia. Es profesor de Biología Celular en el Instituto Wenner-Green de la Universidad de Estocolmo, Suecia, y presidente del Consejo del Centro de Recursos Naturales e Investigación del Medio Ambiente. Su investigación se relaciona con los mecanismos de transducción quimiomecánica (comunicación) en células eucariotas. También se interesa por la enseñanza de las Ciencias Naturales y de la Tecnología a los niños en edad escolar y al público.

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