Artículo 25

AutorAdrián Celaya Ibarra
Cargo del AutorProfesor emérito de la Univ. de Deusto

En la Comisión que elaboró el primer Proyecto de Apéndice Foral de Bizkaia del año 1900 se sostuvo que era costumbre abrir dos masas en la sucesión: una con los bienes troncales y la otra con los demás bienes, sujeta cada una de ellas a una legislación distinta y rompiendo la unidad de la sucesión.

Sostiene Arriola 1 que este sistema de las dos masas puede apoyarse en la Ley XIV del Título XX del Fuero de Bizkaia, y, desde luego, es un tema que la L. D. C. F. debía necesariamente abordar.

Lo más problemático es la concurrencia en una sucesión (o donación) de dos clase de límites a la libertad de disponer, los que nacen de la troncalidad y los que derivan de las legítimas. El hecho es menos perturbador cuando la ley del causante es la foral, porque las legítimas que regula son de carácter colectivo y no existe legítima estricta que inexcusablemente haya de dejarse a algunos herederos, como ocurre en el Código civil; pero cuando el causante es un vizcaíno no aforado u otra persona que, en aplicación del artículo 23 de la Ley, se vea obligada a respetar la troncalidad, el Código civil le obliga a dejar una parte de sus bienes necesariamente a los herederos forzosos; si es una persona no sometida al Código civil español, puede estarlo a otra ley, española o extranjera, que le imponga una limitación similar.

A diferencia de la Compilación, la nueva ley se ocupa de este tema en el artículo 25 y, como dice Arriola2, instaura un sistema de unidad de la sucesión e integración complementaria.

Tanto la legítima como la troncalidad limitan la libertad de testar, pero en la nueva ley ambas se yuxtaponen, sin separación de masas, que daría lugar a situaciones injustas y a una mayor limitación de los poderes del titular.

La troncalidad tiene prioridad absoluta. Los bienes troncales deben ir a los parientes tronqueros, pero procurando no lesionar la legítima.

Cuando el conflicto se plantea entre aforados vizcaínos, la ley lo resuelve mediante el principio de...

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