Aproximación al pensamiento de Recasens Siches
| Autor | José Cerda Gimeno |
| Cargo | Notario |
| Páginas | 825-864 |
(Comentarios a su obra reciente, Introducción al estudio del Derecho, de Editorial Porrúa, S. A., México, 1970, 360 págs.).
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El propósito inicial de estas líneas, consecuente con el encargo recibido, era el de ofrecer una visión sintética de la última obra del profesor Recasens Siches en forma de la tradicional recensión.
No obstante ello, a medida que uno se fue adentrando en el andamiaje de la obra y advirtiendo las concomitancias con otros escritos del autor, bien pronto fue posible llegar a la evidencia de que o bien la tarea encomendada resultaba incompleta o bien la personalidad y el pensamiento de Recasens escapaban a los estrechos moldes de una recensión.
En consecuencia, me ha parecido preferible el efectuar una a modo de ampliación de la idea primitiva mía, siguiendo una línea lógica: en primer lugar, una visión sucinta de la personalidad del profesor Recasens; en segundo lugar, una traslación de sus palabras acerca de lo que se propone el autor con esta obra; en tercer lugar, una sumaria exposición del contenido de la obra, en la forma usual de las recensiones y sin añadidos ni comentarios; en cuarto lugar, una síntesis de lo que. a mi parecer, son o pueden ser las líneas directrices de la obra, complementadas con otros. escritos del autor sobre los puntos seleccionados; en quinto lugar, un intento de situar al profesor Recasens en una perspectiva metodológica; en sexto lugar, un examen brevePage 826 de los puntos más polémicos o debatidos de la obra; en séptimo lugar, una visión personal de lo que es la problemática de las obras de introducción al Derecho, y en octavo lugar, unas conclusiones críticas, con las palabras finales.
Por supuesto, este intento mío y esta pretensión de acercar al lector al pensamiento del profesor Recasens quizá eran en exceso osados, por lo que estimo sean juzgados con benevolencia y sin acritud. Lo que importa aquí y ahora es aproximarnos al pensamiento de Recasens y el insistir en la idea de que la reflexión especulativa y "filosófica del jurista es tarea siempre abierta a todos nosotros: en esta línea, la obra aquí presentada es fuente constante de meditación para todos.
Recasens Siches, Luis: Introducción al estudio del Derecho, Editorial Porrúa, S. A., México, 1970, 360 págs.
Si difícil resulta a veces .efectuar una recensión, mucho más difícil lo es cuando el autor es un jurista español de universal resonancia, cual el profesor Recasens Siches. Si es que aún hubiere algún despistado lector que desconoce quién es el autor de esta obra y cuál es su aportación "al mundo del Derecho, no tiene más que echar una ojeada a las páginas finales de este libro, donde aparecen por riguroso orden cronológico las obras del autor, que se elevan a la escalofriante cifra de ciento ochenta títulos, entre libros, monografías, folletos, artículos de revistas, ponencias a Congresos, etc., en español, francés, inglés, alemán, italiano y portugués, sin contar las traducciones de otros autores y lenguas al español. Para una semblanza sucinta, pero densa, del autor, puede verse lo que recientemente se ha dicho de él en otros lugares 1.
De toda su extensa producción intelectual resulta también dificultoso elegir los títulos más representativos, pero aun a riesgo de error cabe adelantar dos obras que-aparte de esta que comento-no debieran faltar en la biblioteca de ningún jurista que de tal se precie: su fenomenal Panorama del pensamiento jurídico en el siglo XX y su actualizado y conocidísimo Tratado general de filosojía del Derecho. Tampo-Page 827co cabe olvidar la notable aportación que en plena juventud hizo a nuestra cultura, introduciendo entre nosotros a Del Vecchio, Kelsen, Radbruch y Weber.
Catedrático de Filosofía del Derecho en 1927, a los veinticuatro años de edad, primero en Santiago y después en Salamanca, Valladolid y Madrid hasta 1936; pasó a México, donde es profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, y desde 1966 es profesor extraordinario de nuestra Facultad de Derecho Complutense., por acuerdo unánime de la Junta de la Facultad, además de profesor de la Escuela Judicial y otros numerosos centros docentes. La lista de universidades o centros en los que ha profesado o impartido sus lecciones se haría interminable. .
Esta es la semblanza escueta, es incompleta si cabe, que se me ocurre hacer del profesor Recasens.
Nadie mejor que el propio autor para que nos diga lo que piensa de esta reciente aportación suya: «Con este libro me propongo ofrecer un conocimiento introductorio, pero cabal, del Derecho. Lo he escrito en estilo sencillo y transparente para los estudiantes: para los alumnos del primer curso de la Facultad de Derecho, quienes precisan adquirir, ya desde esa etapa, una visión a Ja vez básica y global del mundo de lo jurídico; y también para los estudiantes de otras escuelas, los cuales, para completar su visión de cultura general, necesitan formarse una imagen de qué cosa sea el Derecho y del papel que éste desempeña en la vida de los hombres. Pero lo he escrito pensando también en los médicos, ingenieros, arquitectos, físicos, químicos, etc., que deseen formarse una idea de lo que el Derecho es y de las funciones por el mismo cumplidas en la existencia humana» 2.
Una de las precisiones más interesantes que cabe apuntar es que el pensamiento del autor sobre el Derecho se nos presenta-como él mismo apunta más adelante 3-como la última versión depurada, en la que ha destilado «la quintaesencia de lo jurídico», tras algunos cambios, muchos retoques, no pocos afinamientos y una labor de integración complementadora: en suma, nos dice 4, «lo que un filósofo del Derecho, quien es a la vez sustancialmente jurista, puede comunicar i los profanos en Derecho, lo mismo que a los jurisperitos, sobre los Diintos de mayor importancia en el área de lo jurídico».Page 828
El que este propósito inicial del autor se haya o no cumplido es cosa que después veremos, aunque cabe adelantar ya aquí la inmejorable impresión causada en el ánimo del lector y la inevitable comparación con lo que en nuestros ya lejanos años juveniles se nos dio como preparación o introducción a los estudios de Derecho. Claro que siempre, se dice, las comparaciones fueron odiosas, pero en el presente ejemplo mucho más.
El profesor Recasens divide el libro en ocho partes, que, respectivamente, tratan: de la ubicación del Derecho en el mundo y en la vida humana; de la experiencia jurídica; del Derecho como norma expecífica, diferente de otros tipos de normas; de las funciones del Derecho; de los conceptos jurídicos fundamentales (norma jurídica, deber jurídico, Derecho subjetivo, personalidad jurídica y modos de producción del Derecho); de la técnica jurídica, metodología de la jurisprudencia e interpretación del Derecho; del Estado, y de la estimativa o axiología jurídica (o Derecho natural).
La primera parte-Derecho, mundo y vida humana-comprende tres capítulos dedicados a la ubicación del Derecho en el mundo, a lo normativo y lo colectivo y a la realidad del Derecho. Analiza en el capítulo primero la cotidiana y variadísima presencia popular del Derecho en la vida de los humanos, haciendo constar cómo todas las gentes tienen alguna noticia, más o menos definida, de que en el mundo en que viven hay un registro civil, ayuntamientos, jueces, gobierno, seguros sociales, leyes y reglamentos, abogados y notarios, herencias, policías, sociedades mercantiles, letras de cambio, multas, etc. Para todos es obvio que esas cosas pertenecen al ámbito de lo jurídico. Pero ese conocimiento es vulgar. ¿Dónde está lo jurídico de tales cosas? Esa primera pregunta sobre lo que sea Derecho es con la que se enfrenta el profesor Recasens. Es evidente que el Derecho se presenta con diferentes y contradictorias fisonomías, incluso suscitando la filosofía social anarquista, que aboga por su abolición. El autor trata de hallar un concepto esencial del Derecho, o sea, una noción que sea genérica, universal, tema distinto del relativo a las medidas o criterios valorativos para enjuiciar el Derecho histórico. Yendo con el autor en búsqueda del Derecho en el mundo, hace constar cómo no pertenece a la naturaleza física inorgánica, ni a la materia orgánica, ni se reduce a pura realidad mental, no es idea pura ni tampoco valor puro: localiza lo jurídico en la vida humana. El Derecho es un producto cultural, a modo de vida humana objetiva-Page 829da, y en tanto que tales objetos culturales son revividos, repensados, reutilizados, reactualizados por nuevas gentes, constituyen vida humana revivida, vida humana reactualizada. Dentro de ese campo de la vida humana objetivada o de las nuevas reviviscencias de ésta aparece determinado el Derecho por las dimensiones de lo normativo y de lo colectivo.
Entramos así en el capítulo segundo, donde se analizan estas dos dimensiones del Derecho. Distingue entre normatividad formal y material: el Derecho positivo (Derecho puesto o establecido por los humanos) tiene forma normativa, pero su contenido no es valor puro, sino que es obra humana histórica. Estudia luego los modos de conducta humana, deteniéndose en los colectivos, en los que el sujeto vive algo comunal, tipificado, anónimo, genérico, tomando como modelo la conducta de otro sujeto: precisamente el Derecho atañe a la existencia colectiva. En el Derecho jamás tropezamos con hombres individuales., sino categorías abstractas, tipos, cristalizaciones funcionales (extranjero, vendedor, arrendatario...
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