Análisis DEA en la Universidad de Sevilla

AutorFrancisco de Asís Díez Martín
Páginas63-142

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1. - Introducción

A lo largo de las últimas décadas el análisis envolvente de datos ha dado lugar a numerosos estudios teóricos y empíricos, tanto en el sector público como en el privado. No obstante, la mayoría de las investigaciones que han utilizado esta técnica se han desarrollado en contextos de un claro carácter público (Tavares, 2002).

Como ya se ha comentado, el origen del DEA surge a raíz de una investigación de ámbito público, concretamente consistió en una investigación referente a la educación en varios centros públicos norteamericanos (Charnes et al., 1978). Es por ello, por lo que quizás, debido a sus orígenes, y aunque el número de áreas en las que se ha aplicado esta técnica no ha dejado de aumentar hacia el sector privado, su presencia en el sector público, concretamente en el ámbito educativo, ha sido una constante. A este respecto Worthington (2001) comenta como las instituciones educativas de todo el mundo han sido, cada vez en mayor medida, el objeto de análisis basados en la mejora de la eficiencia. Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene el medir el desempeño educacional, dicho de otro modo, la eficiencia de los centros educativos, es relativamente reciente el uso de técnicas matemáticas de frontera en estos análisis, que engloban estudios de escuelas primarias, institutos y universidades.

Medir la eficiencia en la educación implica conocer las variables que representan las entradas y salidas (inputs y outputs) de los centros educativos, los recursos con los que cuentan así como el producto final que obtienen, la formación académica finalmente impartida. En este sentido, la especificación del producto final que se origina en el ámbito docente, esta compuesto por una serie de características especiales que abarca; el carácter múltiple y multidimensional de esta salida (output), su naturaleza intangible, la importancia del individuo y de las relaciones humanas en el proceso productivo, el entorno, etc. (Mancebón, 1996). Todo esto implica una gran incertidumbre a la hora de determinar las variables a utilizar en el análisis. En el sector educativo no existen indicadores de beneficios, como en el sector privado, a los que uno pueda atenerse para medir la eficiencia alcanzada. Es por este sentido por lo que Murias (2004) afirma que el DEA resulta un método adecuado para el contexto educacional, pues no necesita especificar a priori la forma de la función de producción, y además es adecuado para contextos multioutputs en los que se permite incorporar variables del entorno.

Ahora bien, la utilización del análisis envolvente de datos para medir la educación también presenta una serie de inconvenientes, aparte de los propios de la técnica del DEA.

Engert (1996) resume las tres características principales del proceso educativo que complican el análisis de eficiencia. La primera es que las organizaciones educativas tienen múltiples objetivos así como múltiples salidas (outputs) o resultados posibles. A menudo aparecen opiniones confrontadas respecto a los objetivos educativos, y la importancia relativa de estos objetivos por parte de los agentes en el ámbitoPage 64 educacional, por ejemplo, como objetivo de un centro educativo se podría hablar de la importancia de los resultados cognitivos a corto plazo, de los resultados de los exámenes finales, o del número de estudiantes que encuentran empleo. La segunda característica a reseñar en esta clase de análisis de eficiencia se refiere a que muchas de las salidas (outputs) de los centros educativos no son medibles o cuantificables, por ejemplo, las mejoras de las habilidades en un área de conocimiento pueden ocasionar la mejora de las habilidades en otra área o incluso estar asociada con un aumento de la autoestima. Otros resultados educacionales como la socialización desafían la parametrización (McCarty y Yaisawarng, 1993). Finalmente, y mucho más importante, el mayor de los problemas surge por nuestro limitado conocimiento de la verdadera correspondencia entre los recursos y resultados (inputs y outputs) en el proceso de producción educativo (Hanushek, 1986).

Los inconvenientes mostrados no hacen sino reafirmar el uso del análisis envolvente de datos para la medición de la eficiencia en los centros educativos, pues se trata de problemas cuyas soluciones no dejan en evidencia el análisis en su conjunto.

2. - Estudios DEA en la educación superior

Cuando se habla de centros educativos, se hace referencia a centros de educación primaria (escuelas), secundaria (institutos) y educación superior de grado y postgrado (universidades). A este respecto hay que mencionar que antes de la década de los 90 la mayoría de evaluaciones de la eficiencia en este área se centraban en análisis de los centros educativos de primaria y secundaria (Beasley, 1990). No obstante, hoy en día han proliferado los estudios de centros de educación superior. En este sentido nos encontramos tres tipologías de estudios en el ámbito universitario, estudios referentes a la medición de la eficiencia entre universidades, entre departamentos similares pero pertenecientes a varias universidades y entre departamentos diferentes pero que pertenecen a una misma universidad.

En referencia a los estudios entre universidades cabe mencionar los estudios de Ahn et al. (1988), que al igual que Rhodes y Southwick (1993) comparan la eficiencia entre varias universidades norteamericanas, el análisis realizado por Athanassopoulos y Shale (1997) valorando 45 universidades británicas, el de Gómez Sancho (2001) que evalúa las universidades españolas, McMillan y Data (1998) con su estudio de eficiencia de las universidades canadienses, Hanke y Leopoldseder (1998) que comparan 11 universidades Austriacas así como Avkiran (2001) que valora hasta 36 universidades Australianas. En este sentido, estos estudios se caracterizan porque toman como unidad de decisión (DMU) a cada una de las universidades por sí mismas. Muchos de estos análisis han centrado su atención en la actividad docente de los centros de decisión, de las universidades, dejando de lado, en numerosas ocasiones, la actividad investigadora (Martínez Cabrera, 2000a, 2000b).

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Por otro lado se encuentran los estudios centrados en departamentos similares pero de distintas universidades, es decir departamentos que comparten una misma área funcional pero pertenecen a universidades diferentes, un ejemplo de esto sería un análisis entre los departamentos de administración de empresas de las distintas universidades españolas, en el que se sugiera cuál de los departamentos de todas las universidades españolas realiza un mejor desempeño de sus actividades. Este tipo de análisis ha originado el mayor número de investigaciones, y en ellas resalta en mayor medida el interés por la actividad investigadora, y en menor grado el papel de la actividad docente.

Algunos de los trabajos más destacados en este tipo de análisis son, entre otros, el de Tomkins y Green (1988), que ya por esas fechas evaluaron la eficiencia que mostraban en el desempeño de sus actividades 24 departamentos de Contabilidad de universidades del Reino Unido. Cercano a este estudio fue el de Beasley (1990, 1995) el cual, al igual que Tomkins y Green, llevo a cabo un estudio de departamentos pertenecientes a universidades del Reino Unido, pero Beasley se centró por un lado en 50 departamentos de Física y por otro en 52 de Química. No podemos dejar de mencionar los estudios de Johnes y Johnes (1993, 1995) sobre 36 departamentos de Economía, también del Reino Unido, o el de Madden et al. (1997) sobre 24 departamentos de Economía de universidades Australianas. Del lado Español existen también algunas investigaciones a este respecto, entre ellas destacan las de Martínez Cabrera (2000a, 2000b) en los que se analizan 23 departamentos de Fundamentos de análisis Económico, o los de Pina y Torres (1992, 1995) que centran su análisis en los departamentos de Contabilidad.

Finalmente las investigaciones centradas en el estudio de los departamentos de una misma universidad no dejan de tener su importancia, pues pretenden estudiar la eficiencia de una institución universitaria en su conjunto. Consisten en el análisis de una sola institución universitaria comparando el desempeño entre sus distintos departamentos. Ciertos autores critican este tipo de análisis pues advierten que para este caso las unidades observables no son homogéneas, pues consideran que cada departamento universitario tiene funciones y recursos diferentes (Beasley, 1990, Dyson et al. 2001). En este sentido la mayoría de estos trabajos tratan de minimizar el problema de heterogeneidad, mediante la exclusión de indicadores específicos y el uso de variables más globales, que permitan homogeneizar las actividades departamentales. A continuación se detallarán algunos trabajos relevantes sobre el análisis de la eficiencia entre departamentos de una misma universidad.

Sinuany-Stern et al. (1994), analizan la eficiencia de los departamentos de una universidad de Israel, tratando el tema de la homogeneidad mediante la división de los departamentos en función de tres grandes áreas...

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