El estado de alarma: su justificación desde el punto de vista de la salud pública
| Autor | Pilar Mori Vara |
| Cargo del Autor | Universidad Complutense de Madrid |
| Páginas | 79-103 |
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CAPÍTULO III: EL ESTADO DE ALARMA:
SU JUSTIFICACIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA DE
LA SALUD PÚBLICA
Pilar Mori Vara
Universidad Complutense de Madrid
Las primeras noticias que tenemos sobre enfermedades transmisibles datan del
Neolítico, momento en el que el hombre se hace sedentario, empezando a domes-
ticar animales salvajes que le transmitieron enfermedades propias como la viruela,
el sarampión o la dieria (Sáez 2008).
Los progresos logrados durante el siglo XX en la lucha contra las enfermeda-
des transmisibles, han mejorado sustancialmente el importante problema de salud
que éstas suponen. Aunque actualmente contemos con fármacos especícos más
potentes para su tratamiento y mejores y más seguras vacunas, siguen siendo hoy
en día una de las principales causas de morbimortalidad de la población mundial,
sobre todo en los países en desarrollo, hecho que grava su progreso social y econó-
mico.
Las modicaciones en el comportamiento de algunos microorganismos ya cono-
cidos, las resistencias antibióticas desarrolladas por el abuso y mal uso de los anti-
microbianos, junto con la aparición de nuevos gérmenes, nos demuestran nuestra
vulnerabilidad ante los patógenos. El mejor ejemplo es la actual pandemia causada
por un nuevo microorganismo, el SARS-COV-2, y que tiene en jaque a todas las
autoridades tanto sanitarias como políticas y económicas del mundo, haciendo que
los gobiernos tanto de países desarrollados como de los que está en desarrollo, lle-
guen a tomar medidas excepcionales que serían impensables en otros momentos.
Para poder entender las razones por la que se adoptan algunas de estas drásticas
medidas sanitarias, cuyo n no es otro que contener la transmisión del microorga-
nismo, y que han pasado en algunos casos por llevar a la casi absoluta inmovilidad
de una sociedad, es imprescindible exponer algunos conceptos básicos sobre las
enfermedades transmisibles.
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1. LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES
Diariamente miles de diferentes tipos de microrganismos que pueblan nuestro
interior, viven en nuestra supercie y se encuentran en el medio ambiente que nos
rodea, van a ejercer un efecto positivo en nuestra vida (Murray, P., Rosenthal, K.,
Pfaller 2017). Bajo determinadas condiciones y de forma excepcional, sólo algunas
especies de microbios, pueden producir enfermedad al hombre (De la Rosa, M.,
Prieto, J., Navarro 2011).
Los seres humanos estamos colonizados por microrganismos que se relacionan
de forma simbiótica con nosotros, manteniéndose constantes, tanto en su compo-
sición como en sus propiedades, siendo diferentes en cada individuo (Requena and
Velasco 2019) y dependiendo de ellos el desarrollo normal y el mantenimiento de
nuestra salud (López-Goñi n.d.); al conjunto de estos microrganismos que viven
en nuestro cuerpo, y que aproximadamente representan la mitad de nuestras célula
(López-Goñi n.d.), lo denominamos microbiota o ora normal.
Es habitual, fuera del ámbito de la Ciencias de la Salud, tratar como sinónimos
los términos “infección” y “enfermedad infecciosa”. La infección es una estrate-
gia de supervivencia del propio agente infeccioso, dentro del proceso natural de
su transmisión, que pudiera, o no, concluir en una enfermedad infecciosa (Mori
2020), mientras que enfermedad infecciosa es “cualquier enfermedad causada por
un agente infeccioso o sus productos tóxicos, que se produce por la transmisión de este
agente o productos, desde un huésped infectado o un reservorio inanimado, a un hués-
ped susceptible” (Vaqué 2016).
La secuencia de acontecimientos que deben darse para que se desarrolle una
enfermedad infecciosa, se denomina en términos epidemiológicos como “cadena
epidemiológica” (gura 1) y está compuesta básicamente, por un agente causal1, un
reservorio2, un medio de transmisión3 y un huésped susceptible4.
En el primer eslabón de la cadena epidemiológica encontramos al agente cau-
sal que puede ser una bacteria, un virus, un hongo, un prión o un parásito. El efecto
que produzcan sobre el huésped, va a depender de la facultad del microrganismo
1 El microorganismo que producirá la enfermedad.
2 Puede ser humano o animal.
3 Como, por ejemplo, aire, alimentos, bebidas, objetos contaminados, el medio ambiente etc.
4 El hombre o animal sanos susceptibles de adquirir la enfermedad.
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