Aige, vuestro primer decano

Antonio Aige fue un decano joven de apenas cuarenta y algún años. Recuerdo como, ante la primera intervención de un abogado recién incorporado, imprudente y desconocido cuál era yo, en una Asamblea General de San Raimundo, quiso conocerme personalmente e interesarse por los nuevos temas que planteaba. Evidentemente no compartíamos los mismos parámetros, el era Decano y Presidente de la Diputación de Lleida, inmersa en el franquismo y yo postulaba con otros muchos la idea de liberalizar y transformar aquella situación.

Aige nos sorprendió a todos, conociendo como conocía, que los jóvenes abogados de toda España estábamos por la labor de acabar y combatir las limitaciones de derechos en un estado no democrático, permitió la fundación en Lleida del Grupo de Jóvenes Abogado, del que fui Presidente.

El Decano Aige, no sólo impidió, si no que subvencionó la realización de las primeras actividades de nuestro colectivo siempre considerados "non sanitas" por el "establishment ".

Así las cosas, Lleida pudo organizar el primer Congreso de Jóvenes Abogados de Catalunya en el marco del I.E.I, donde se acordaron importantes conclusiones absolutamente heterodoxas vistas desde la entonces "legalidad vigente".

Como Decano siempre tuvo la puerta abierta a los jóvenes. No importaba hora ni lugar, recibía a nuestro grupo en los lugares más impensados como era el antedespacho de la Secretaria de la Diputación. Fue siempre un Decano diligente, al que jamás vimos faltar a una Asamblea Colegial. Rápido defensor del colectivo ante cualquier intento de intrusismo o competencia desleal, ejercitó enérgicas acciones en tal sentido.

Si un compañero tenía dificultades ante los Tribunales o padecía problemas de índole personal o familiar, sabía que contaba con un Decano que apoyaba incondicionalmente sus intereses.

Este último San Raimundo tuvo la gentileza de asistir al acto de imposición de togas dónde junto al compañero Culleré nos entregaron al insignia del Colegio por nuestros cuarenta años de ejercicio profesional.

Nunca supimos que estaba gravemente enfermo. Conversó con el jovial talante de siempre y tuvo especial interés...

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