Estudios de Derecho Agrario, de Juan Francisco Delgado De Miguel.
| Autor | Francisco Corral Dueñas |
| Páginas | 1055-1056 |
Page 1055
DELGADO DE MIGUEL, JUAN FRANCISCO: Estudios de Derecho Agrario, Editorial Montecorvo, Madrid, 1993. Un tomo de 575 págs. Prólogo de Alberto Ballarín Marcial.
Aquí tenemos otra obra de Derecho Agrario, esa materia que, a pesar de la crisis general y de los empellones que nos propinan los señores de Bruselas, sigue en pie gracias al empeño de los agraristas. Empeño, digo, y casi podría decirse locura, pues el jurista agrario es un ejemplar cada vez más raro, empecinado en mostrar a los demás la importancia de la agricultura y también que la normativa rural sigue teniendo su sitio clásico en medio de tanto nuevo concepto como nos endosan los economistas de hoy día.
El autor de este libro, Juan Francisco Delgado de Miguel, Doctor en Derecho y Profesor Universitario, es Notario de Gijón. Antes fue, naturalmente, Notario rural y allí vivió los problemas de los hombres del campo que le han impactado como a tantos otros y no los olvidamos aunque después hayamos cambiado de ambiente y nos veamos rodeados por la marabunta del asfalto.
La vocación agrarista se propicia con mayor frecuencia en las profesiones que viven la realidad campesina por su especial función. Por ello siempre ha habido agraristas entre los Notarios y Registradores, tanto por su preparación adecuada como por su inmediatividad.
Ellos han de solucionar continuamente la mayoría de las cuestiones jurídicas y familiares del campo, que se presentan en sus despachos de modo palpitante y, como tales profesionales, moldean día a día y de modo pragmático, la vida jurídica de sus convecinos Así llevan a cabo a veces aportaciones de evidente importancia para la formación no sólo práctica, sino también científica del Derecho.
De la labor de los Registradores de la Propiedad como agraristas ya me ocupé por extenso en otra ocasión y no es momento de repetirlo. Sí diré que por entonces el gran Notario agrarista Alberto Ballarín me expresó su gran envidia porque a él le gustaría hacer otro tanto respecto al Notariado; ahora hace un esbozo en el prólogo de este libro. La tarea está por hacer y sería deseable que alguien la acometiera.
Porque desde Joaquín Costa hasta ahora podría citarse una larga y prestigiosa lista de Notarios que se han ocupado doctrinalmente o han realizado tareas agraristas.
Uno de ellos es el autor de este libro, que mantiene su espíritu de Notario rural en la ciudad, en cuanto que continúa trabajando en estos temas y ya ha aportado valiosos estudios y colabora...
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