Un nuevo texto afín al Fuero Viejo de Castilla: «El Fuero de los fijosdalgos y las Fazañas del Fuero de Castilla»

Páginas239-274

Page 239

Se conserva en la Biblioteca del Palacio Real un manuscrito, muy bien custodiado en la llamada cámara de seguridad, que ofrece un indudable interés para nuestros menesteres, al guardar estrecha relación con el Fuero Viejo de Castilla y con sus textos afines o emparentados, sin que al presente, a lo que parece, haya sido manejado, y sin que ni siquiera resultase conocido, al menos para los investigadores de nuestra época, algunos tan expertos en el conocimiento de esos fondos archivísticos como Maldonado o el propio Cerda. Y la razón de su ocultamiento no parece que procediera tanto de ser custodiado en la mencionada cámara de seguridad, sino más bien al no figurar directamente reseñado en la más conocida catalogación de la rica biblioteca palatina, sección manuscritos, tal vez por formar parte de un códice misceláneo, mitad manuscrito, mitad impreso. Y, si tuvimos la fortuna de topar con el texto en cuestión, debió ser tal vez por nuestra impenitente tendencia a manejar la documentación un tanto a la brava, a ver lo que aparece, arriesgando mucho, y no a tiro hecho. Pero dejemos los aspectos personales, un tanto anecdóticos, y vayamos a lo que nos interesa.

El manuscrito, en letra cortesana, algo atropellada, de la segunda mitad del siglo XV a lo que parece, lleva por título: «El fuero de los fijosdalgos y las fazañas del fuero de Castilla». Y en la copia se añade una aclaración: se trata de una copia «de un libro de ordenamientos muy viejo»1.Page 240

Tal vez por causa de ese distanciamiento entre original y copia, por el nivel de especialización del copista, por lo enrevesado del texto, o por la suma de unos y otros factores cabe advertir descuidos y defectos, generalmente fáciles de detectar, aunque no tan fáciles de enmendar. Y no faltan los consabidos saltos de palabras y algún que otro espacio en blanco, cuando la dificultad de desciframiento para el copista pudo resultar insalvable. Pero, a la postre, el resultado final del copista puede ser calificado de sumamente aprovechable para unos y otros estudiosos, errores de copia incluidos, por la ayuda que pueden prestar esos errores en la investigación2.

El texto del manuscrito aparece dividido en capítulos hasta un número de 106; en realidad 107, al repetir el copista dos veces la misma numeración, al llegar al 102. Aquí y allá, al margen del manuscrito, se insertan notas aclaratorias, en latín y castellano, breves por lo general, de mano posterior, y, en ocasiones, de muy dificultoso desciframiento. Finalmente no hay un orden aparente en la yuxtaposición de los parágrafos ni visos de haberse tenido presente algún tipo de sistemática, por sumaria que resultase, aunque pueden hacerse tales o cuales aproximaciones temáticas, por lo general de poca consistencia o relevancia.

Lo hasta ahora señalado ya nos está haciendo ver que estamos ante un texto más de los que, con mejor o peor fortuna, se han denominado extractos al Fuero Viejo de Castilla, esto es, Pseudo Ordenamiento segundo de Nájera (PN II), Pseudo Ordenamiento de León (POL) y Fuero Antiguo de Castilla (FAC), por utilizar la terminología y las siglas tradicionales, ampliamente manejadas tras la edición de García Gallo de los extractos3.

Son fáciles de observar, en una primera aproximación, las relaciones que guarda el texto ahora exhumado con el atribuido a las Cortes de Nájera. Basta con hacer un simple recuerdo: 110 apartados en PN II frente a 107 del nuevo texto. Y a ello cabe añadir la nada desdeñable proximidad en cuanto al contenido entre uno y otro texto, aunque sigan un orden distinto de exposición.

Pero, si entramos en análisis más pormenorizados de las dos colecciones, empiezan a surgir aquí y allá importantes diferencias. Ante todo -según hemos apuntado- el orden de los textos es totalmente distinto, como puede verse en los cotejos que acompañan a nuestro trabajo. Hay además algunos capítulos

Existen microfichas para la utilización en la sala de investigadores. Vaya aquí nuestro agradecimiento al muy preparado personal de la Biblioteca de Palacio por las atenciones y ayudas recibidas.Page 241 que no guardan correspondencia en uno y otro caso 4. Por lo demás, muchos de los capítulos que aparecen equiparados en nuestro cotejo del apéndice presentan importantes variantes, hasta el punto de poder ser calificados los textos en su conjunto de copias semejantes, pero no idénticas. Finalmente solo PNII presenta epígrafes alusivos al contenido de los textos. Es como si en uno y otro caso se hubiera trabajado sobre un parecido fondo normativo, mas no en la misma dirección.

Semejantes valoraciones quedan subrayadas si extendemos nuestro planteamiento comparativo a los otros textos emparentados, de menor extensión: POL y FAC, tal como puede advertirse en nuestro cuadro de concordancias. Aquí la proximidad con FFyF es mucho mayor que en el caso de PN II. Salvo determinadas variantes, el contenido de los textos ofrece escasas discrepancias en unos y otros casos. Por otro lado, es bien característico el mismo orden expositivo que siguen los tres textos5. Y otro rasgo común: las tres colecciones carecen de epígrafes. Pero sobre todo conviene destacar que todos los textos de POL y FAC tienen su correlato en FFyF; lo que no sucede si esas dos colecciones breves se ponen en parangón con PN II; sobre esto último volveremos más adelante.

Todo ello significa que tenemos que contar a partir de ahora con un elemento más en la serie de textos en torno al Fuero Viejo que puede resultar al final bastante perturbador para la visión que los denominados textos territoriales, -regionales o comarcales, si se prefiere- se tenía hasta ahora, demasiado radical, apresurada y hasta apriorística en tantas ocasiones 6. Un nuevo texto que amplía las relaciones entre los antiguos al poder comprobar que en la tradición textual se siguen líneas no uniformes, sino que esas líneas se cruzan y entrecruzan hasta complicar sobremanera las cosas. Y a todo ello hay que añadir que estamos ante textos que pueden presentar un alto grado de contaminación, y que -en el estado actual de la investigación- carecen de las suficientes precisiones o puntualizaciones cronológicas como para poder utilizar el mecanismo del «stemma» con la facilidad y alegría desbordada con que en ocasiones se ha venido manejando hasta el presente, por muy alto que fuera el prestigio de los estudiosos comprometidos en la tarea. Hay que conocer mucho mejor, más directamente, y en ocasiones caso por caso, las relaciones entre unos y otros textos, para luego tratar de generalizar y poder hablar, en consecuencia, de una estricta y hasta mensurable tradición manuscrita.

Venimos hablando de la presentación de un texto nuevo; y hay que matizar. Nuevo solo en un cierto sentido: en tanto lo contemplamos desde nuestra actual perspectiva. En otras épocas el texto fue manejado por diversos histo-Page 242riadores y eruditos, antes de que fuera dado por perdido. Conviene en tal sentido recordar los hechos principales.

Ya Garibay, con la apoyatura en diversos cotejos, procuró aproximarlo a nuestro actual PN ü. Burriel trató de remontarse para su caracterización nada menos que a la mítica normativa del Conde Sancho de Castilla, el de los buenos fueros. Y Martínez Marina, pensó para análogos menesteres, una vez más, en las tan traídas y llevadas Cortes de Nájera. Y no fueron los únicos autores antiguos en comprometerse con el tema. Luego vino don Galo, y tras dejar constancia de las opiniones arriba reseñadas, optó dubitatibamente por inclinarse hacia la identificación con el Fuero castellano, un texto de 172 capítulos, del que había aportado confusas noticias Espinosa7. Al parecer nadie se percató de que pudiera tratarse, como aquí defendemos, de un texto con personalidad propia e independiente, por muchos contactos que pueda mantener con fuentes jurídicas de la época.

Pasemos a otro punto crucial, y aún no debatido suficientemente: el de los extractos, sobre cuyo tema en estos momentos no podemos hacer más que ligerísimos apuntamientos. Digamos, de entrada, que el grueso de la opinión de los tratadistas se muestra favorable a considerar los tres textos breves (PN II, POL y FAC) como meros extractos del Fuero Viejo asistemático (FVA). Y no hace falta insistir en la gran influencia ejercida por don Galo sobre este aspecto en particular, a pesar de los esfuerzos de García González por desmontar lo que para él venía a ser una especie de invención de semejante texto (FVA) carente de sistematización8. Pero hoy los cuadros de concordancias -sobre textos existentes y no imaginarios- nos llevan a la conclusión de que las relaciones directamente se dan entre POL-FAC y FFyF, quedando PN ü al margen de tan estrechos contactos. Y no se trata sólo de coincidencias entre los textos, sino de coincidencias completas para el conjunto del articulado, y no incompletas, como sucedía cuando los dos textos menores -POLPage 243 y FAC- se comparaban con PN II, a la manera de don Galo, para poder así echar mano del hasta ahora nunca visto directamente FVA 9.

En el supuesto de que se trate de extractos, la fuente de los dos manuscritos que nos ocupan no puede ser otra que la que conocemos por FFyF, al conservar incluso el mismo orden de numeración en los capítulos. Sin que pueda descartarse la posible existencia en su momento de algún manuscrito luego desaparecido -o manuscritos- en muy estrecha relación con el traído hoy a colación10.

Y es que, según apuntábamos, el proceso de formación, y hasta la evolución de unos y otros textos, debió resultar sumamente complejo y enrevesado, como para mostrarnos cautos y prudentes a la hora de generalizar. Al no haber autoridad superior en su conjunto que fijase, de una vez para todas, el derecho creado en torno a fijosdalgos y grupos privilegiados de la antigua Castilla en sus relaciones internas hasta un tiempo ya muy avanzado, debieron de prodigarse las copias para uso particular, algunas de las cuales, a no dudarlo -conviene insistir en ello-...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR